http://es.wikipedia.org/wiki/Florence_Nightingale#Guerra_de_Crimea
Guerra de Crimea
Una sala del Hospital de Scutari donde Nightingale trabajó, de una litografía de 1856.
La contribución más famosa de Florence Nightingale tuvo lugar durante la Guerra de Crimea, la cual se convirtió en su objetivo central a partir de la llegada a Gran Bretaña de los reportes acerca de las horribles condiciones de los heridos. El 21 de octubre de 1854, ella y un equipo de 38 enfermeras voluntarias, al que entrenó personalmente y que incluía a su tía Mai Smith,11 fueron trasladadas (con autorización de Sidney Herbert) al Imperio Otomano, distante 295 millas náuticas (546 km) de Balaklava en Crimea, a través del Mar Negro, donde se había instalado la principal base de operaciones británica.
Arribaron en los primeros días de noviembre de 1854 a las Barracas de Selimiye en Scutari (actual distrito de Üsküdar, en Estambul), y se encontraron con que los soldados heridos recibían tratamientos totalmente inadecuados por parte del sobrecargado equipo médico, mientras que la oficialidad era indiferente a esta situación. Los suministros médicos escaseaban, la higiene era pésima y las infecciones comunes y en muchos casos fatales. No se contaba con equipamiento apropiado para procesar los alimentos para los pacientes.
A principios del siglo XX, se aceptaba que la gestión de Nightingale redujo el índice de mortalidad del 42% al 2% ya sea realizando mejoras en la higiene o reclamando a la Comisión Sanitaria. La primera edición del Dictionary of National Biography (1911) hacía esta afirmación, pero la segunda edición (2001) ya no. De hecho, la cantidad de muertes no disminuyó, sino que comenzó a aumentar. El número de muertes era el mayor de todos los hospitales de la región.
Durante su primer verano en Scutari, 4.077 soldados perdieron la vida allí. Fallecieron diez veces más soldados de enfermedades como tifus, fiebre tifoidea, cólera y disentería que de heridas en el campo de batalla. Las condiciones en el hospital de las barracas eran tan nocivas para los pacientes debido al hacinamiento, a los deficientes desagües sanitarios y a la falta de ventilación. El gobierno británico destinó una Comisión Sanitaria a Scutari en marzo de 1855, casi seis meses después de la llegada de Florence Nightingale, que efectuó la limpieza de los vertederos contaminantes y mejoró la ventilación.12 A partir de esas medidas el índice de mortalidad bajó rápidamente.
Durante la guerra ella no reconoció que la falta de higiene era una de las causas principales de muerte, creyendo que el elevado índice de mortalidad se debía a la mala nutrición, a la falta de suministros médicos y al agotamiento extremo de los hombres, y nunca reclamó crédito alguno por ayudar a disminuir el número de muertes.13 Pero a su regreso a Londres comenzó a reunir pruebas para la Comisión Real para la Salud en el Ejército a fin de sustentar su posición de que los soldados fallecían a causa de las deplorables condiciones de vida en el hospital. Esta experiencia influyó decisivamente en su carrera posterior, llevándola a abogar por la importancia de mejorar las condiciones sanitarias hospitalarias. En consecuencia, ayudó a a reducir las muertes en el ejército durante tiempos de paz y promovió el correcto diseño sanitario de los hospitales