Buenas tardes queridos amigos. Esta historia sigue y en esta 6° entrega, conocerán los hechos que les comente en ese intrigante sopiler.
Antes de comenzar, les quiero pedir perdón a todas esas almas que desde sus pantallas me enviaron las vibras necesarias para que esta historia terminara con un final feliz, pero la vida, a veces injusta nos gasta malos momentos, que por bien o mal los debemos abrazar y usar como enseñanza, una lección de vida para futuros tiempos que quedarán marcados a fuego en nuestras vidas.
A las 22:30 Hrs. Salí, o fui echado para ser exacto, casi corriendo de esta hermosa casa, mientras marchaba a la puerta de la reja, buscaba desesperadamente las llaves de mi auto. Ahora, solo recuerdo los gritos, el llanto y la dantesca escena que quedo tras de mí en mi partida. Mientras avanzaba mire hacia atrás buscando alguna cámara escondida, pero solo me encontré con un sentimiento de pérdida que se apoderaba de mi, al mismo tiempo que veía a lo lejos venir a mi vieja amiga, la Soledad, quien sin dudas iba a formar nuevamente parte de mi vida, esta me golpeo sin misericordia y me acompaño en el asiento del copiloto, hasta mi casa y hoy me mira atenta, queriendo nunca apartarse de mí.
Horas antes, tras cerrar la sesión del foro, me sentía bastante feliz, considere mentalmente todo lo que podría pasar en esa cena y llegue a la conclusión que me estaba ahogando en un vaso de agua, hice el ejercicio y me puse en los pantalones del suegro y considere, valida la idea de conocerlos formalmente.
Llegue a casa y tras una necesaria afeitada, seguida de una ducha fría me dispuse a emperifollarme. Busque en mi closet una linda tenida, pensando en un estilo sobrio, acorde a la ocasión. Desde el perchero me llamo la atención un vieja polera tipo polo, color celeste cielo, talla XL a la cual le colgaba tristemente un botón. Recuerdo que esa polerita me había acompañado por grandes aventuras y en esta ocasión, seríamos protagonistas de un nuevo episodio, así que rápidamente cocí ese enclenque botón y me decidí buscar el pantalón perfecto para esa combinación. Debo reconocer, que en mi pega me gusta usar el estilo UDI para vestir, lo encuentro bastante cómodo, pero sin ese estúpido chalequito, por lo tanto resolví que mis viejos pantalones Arrow, color beige de 5 bolsillos andarían muy bien. Me enfunde en mi disfraz y debo reconocer que me veía bastante bien, esa polera se me ceñía como un guante, dándole a mi torso un aspecto bien trabajado, con los pantalones paso lo mismo, solo que en la zona genital se arrugan un poco dándole una fachada bastante sobresaliente
Antes de salir de casa, le di comida a los canes y me puse solo un pequeño toque de perfume, personalmente no soy de usarlos mucho, creo que no hay nada que pueda reemplazar el olor de un hombre bien aseado, pero hoy sería una jornada especial, ataque mis muñecas con Black XS L'Exces y mime también la parte trasera de mis mejillas. Esta fragancia me gusta mucho, cada vez que la huelo me recuerda una vieja tienda de dulces, donde el dueño me regalaba osos de gomitas al tiempo que me hacía pasar tras el mostrador y me invitaba a jugar a la bodega
Durante el viaje de vuelta a la ciudad, repace mentalmente todo lo que podría salir mal, me situé en todos los escenarios y diseñe un plan para cada uno (Fue solo paja mental, porque no resulto ninguno), también practique algunos ejercicios de respiración que ayudan mucho a conseguir una voz profunda y es muy simple, tomas aire por 4 segundos, lo retienes por 8 y luego lo expulsas por 16. Con practica iras aumentando los tramos y ganaras un vozarrón insondable, mezcla entre Barry y Schwarzenegger.
Hasta ese momento, no me podía explicar el por qué tanto nerviosismo, ya que esta comida no es precisamente igual a casarse, ni tampoco iba a pedir su mano, tan solo estaba ante una de tantas pruebas que debemos pasar hasta llegar a esos niveles y no es nada más y nada menos que conocer “formalmente” a los suegros. Ya tenía la ventaja de conocer a la suegra, de ella tenía la impresión de ser una señora pituca que solo vive para aparentar y mantener en alto su nivel social, de su hermana, es bien linda, no converse con ella y tan solo escuche que tiene un buen trabajo y sale por más de 5 años con el mismo tipo y pronto se van a casar y del suegro, pues solo me he enterado la parte negativa, -mientras me daba ánimos -, tal vez no sea una tan mala persona?.
Estacione en la vereda del frente (mala decisión) y antes de bajarme, me acomode el pelo revuelto, producto de la falta de aire acondicionado y el viento, revise mis dientes en busca de algún cilantro o perejil? Y al mismo tiempo con un isopo exploraba mis orejas, que más por higiene se volvió en una cábala de buena suerte que me acompaña siempre. La hora había llegado, estaba a punto de vivir la primera visita formal, la que causa muchos nervios y aunque, uno esté dispuesto, sentimos temor e incertidumbre por la actitud que tomarán estos temibles personajes. Pronto lo iba a averiguar.
Era una noche cálida – pensaba- al mismo tiempo que exploraba el patio en plan de huida, llegue al portal y toque la puerta y a los segundos no paso nada – tal vez deba tocar con más fuerza – y golpeé la madera y sonó bien fuerte – chucha me dije – y acercando mi oreja, pude escuchar como el graznido de un hombre mayor exclamada iracundo - ¡Quien me esta echando abajo la puerta¡ -. Mala señal me dije¡. Avance un paso atrás esperando el primer encuentro y al abrirse lentamente la puerta, yo estaba expectante, una conocida cara apareció de manera horizontal y me dijo forzadamente: - Es usted mi niño, pase que lo estamos esperando -. Ella era la suegra, quien al terminar, se presenta de cuerpo completo al costado de la puerta, dejando en evidencia una estilizada figura, lucía un fresco traje color damasco sin mangas, que se ceñía bastante bien a su figura, su cuello estaba adornado de un singular collar de piedras verdes que hacían juego con unos grandes ojos del mismo color. Lo que más me llamo su atención fue el escote, dejaba en evidencia dos lindas montañas cubiertas de pecas que se hacían más densas en sus hombros, me gusto el hecho de comprobar que no se le hacían royos en las axilas y como la carne de su espalda no sobraba, como en la mayoría de mujeres de su edad.
Si la hubiera conocido en otro lado, sin dudas le hubiera dedicado una, pero me sentía nada libidinoso por aquella dama, sino más bien gusto por tener una hermosa suegra. Ella a su vez me regalo varios halagos, desde mi olor hasta los zapatos, esto siempre me hace sonrojar y como un niño chico, le entregue la botella de vino que traía como regalo, (consejo de un amigo Antroniano) y dócilmente le daba un beso en la mejilla, al mismo tiempo que olía su fragante pelo y entraba hacia la casa como parte de la familia.
- Póngase cómodo,- me dijo -, - esta en su casa, siéntese y ¿se le ofrece una bebida o un café?- Personalmente odio esas preguntas, un buen anfitrión trae las cosas así sin más, sin preguntar, pero se lo persone y gentilmente me acomodé en el lindo sofá, abrí ligeramente las piernas y en un tono que supongo salió medio calentón le dije: - Sorpréndame -. Como me gustaría que me hubiera hecho un pete en ese momento
Ahí estaba yo sentado jugando con mis manos en una postura premeditada y bien incomoda, me sentía observado, pensaba que en cualquier momento aparecía el vejete detrás del sillón con una motosierra, pero no llego, lo que hizo que mi angustia fuera de más en aumento. Paso cerca de 2 minutos y ella, esta amable señora aparece con un té y unos pancitos pequeños que tenían una cosa verde clara encima, no quise ser huaso y preguntarle por tal pasta. Ella me miraba de pies, con los dedos entrelazados como quien reza, esperando tal vez algún elogio de ese extraño moco. He comido cosas peores, así que pitucamente me comí esos pancitos, debo decir que estaban bien ricos y hasta ahora no tengo idea que tenían. Ella ansiosa me pidió repetir al mismo tiempo que alababa su preparación. Le pedí uno más solo para empatizar y a lo lejos escucho un estruendo saliendo de una pieza, seguido de un fuerte grito – ¡Es Mario ¡-, exclamo la suegra, ¿Mario? – Ojalá así se llame el gato – pensaba un poco aturdido. Ella salió rápidamente de la cocina y tras escuchar un breve dialogo, ella volvió hasta la sala y me pidió disculpas: - El es mi marido, se enoja y se pone mal a veces cuando no encuentra las cosas -. ¿Se pone violento? – Le pregunte yo -, pero ella solo movió la cabeza y llevo sus manos a su rostro, clara señal de aprobación.
Al salir de ese pequeño trance, la suegra se vuelve a activar como poseída por un rayo y agitando las manos en el aire, me pellizca un brazo, al tiempo que exclama – Esta niñita que se demora, lleva como 3 horas en el baño preparándose para verte, ¿la voy a buscar?-. Seguro
moví la cabeza y me concentre en agudizar mi oído por cualquier ruido extraño que saliera del lugar donde estaba encerrado el temido suegro. Veo a mi suegra subir por las escaleras y no pude dejar de admirar su buen trasero, pensaba que a esa edad, las mujeres por lo general, tienen un trasero triste, pero el de ella se mantenía bien erguido, sin dudas un reto más que explorar :sisi. Le pierdo el rastro y con la cabeza en alto, sin nadie a mi alrededor, dejo mis ojos volar por la habitación, las paredes estaban coronadas por hermosos cuadros, cuadros de paisajes, cuadros de animales, cuadros abstractos y otros sin forma aparente, también había fotos, me encanto ver la foto de mi chica cuando era niña, mientras observada la foto de esa pequeña mocosa, un tierno pensamiento ataco mi imaginación y me dije: - que lindo, tal vez así de bellos serán nuestro hijos -. Me reí de esa observación y seguí explorando mi entorno, de pronto veo colgados una serie de diplomas, pero como soy algo corto de vista no distinguí bien de que se trababan y no me quise poner de pie por miedo a que me descubrieran y pensaran que soy un metiche. Renuncie a saber su contenido y un poco más a la izquierda visualizo una repisa llena de armas y espadas, las había de todo tipo unas grandes, otras más pequeñas y unas sumamente curiosas. Gracias a Chumle y Rick, no me considero tan ignorante, sin embargo no sabía si se trataba simplemente de adornos o armas de colección aun funcionales, ese detalle tal vez lo averiguaría más tarde, de una manera, sin dudas muy poco amable.
Mientras me sentía como en un museo, escucho unos pasos a lo lejos provenientes de la escalera, giro mi cabeza donde provenía el sonido y observo a mi pequeña bajar por las escaleras, sus piernas delgadas destacaban por sobre la alfombre que cubría los peldaños, aun en ellas, se encontraban pequeños moretones, según ella causadas por una caída, pero solo nosotros sabemos la verdad acerca de ellas, con cada paso que daba, me regocijaba de placer al observar su figura descender las escalas con una gracia felina, ese detalle me excito en lo más profundo y no me pude contener las ganas de desnudarla con la mirada. Me contuve las ganas de arrancarle ese encantador vestido, era de un tono rojizo, que en contraste a su palidez, hacia destacar su figura como nunca antes lo había visto. Finalmente, ella llega al pasillo y con una mirada de felicidad, se voltea a mirar a su mamá quien le precede por la escalera. Su madre trae consigo una radiante sonrisa y al igual que mi jovial princesa, me siento aprobado y querido por ambas, así lo delataban sus ojos que soltaban chispas y destellos, ella en especial sin decir aun nada, se acerca a mí y abriendo los brazos, dejando al descubierto su pecho, sin aun no decir nada me invita a un dulce abrazo. Yo por supuesto me sentí enormemente feliz, su amplia sonrisa iluminaba toda la sala, pero un pequeño problema me impedía moverme de ahí y era mi pene, con todo el rollo de la escalera y su vestido sexy, mi pene se me había parado de tal forma que sentía iba escapar del pantalón, al igual que Alien. La sentía tan dura que ni siquiera, disimuladamente la pude correr hacia la pierna derecha. Lo que me daba lata era que su mamá estaba atenta al abrazo y no dárselo – pensé – traería peores consecuencias, así que tirando el trasero para atrás me pare lentamente y un poco de costado abrase a mi pequeña reina, ella se dio por aludida y casi riendo me dijo al oído: -Oye, guarda eso para más rato, te juro que al terminar el postre nos vamos juntos al baño -. Eso empeoro más las cosas y aquella bestia simplemente no obedeció y se mantuvo dura como roca, no pude disimular nada e inútilmente me puse las manos tapando esa zona. Su mamá de seguro lo noto y sin darle mucha importancia novio la cabeza y se fue a la cocina por unos vasos.
Apenas perdimos a mamá del radar, nos devoramos a besos, ella precia una poseída iba y venía como un torbellino por mi boca, mientras su mano izquierda rasguñaba la mía y su derecha se metía dentro de mi pantalón. Apenas sentí el contacto de sus dedos, sin razón comencé a expulsar liquido pre seminal, eso le hizo gracia a esta nena, porque sin aviso y dolorosamente comenzó a jugar con mi tallo de arriba abajo mientras me pedía al oído que le metiera los dedos, acción a la que por supuesto y gustoso accedí. No llevábamos más de 10 segundos de faena y alguien entro por la puerta. Rápidamente entramos en compostura y una voz ronquita pregunta desde la puerta: - ¿Mamá, guatón (el suegro), Clo (Sip, esta nena calva se llama Claudia) hay un auto desconocido afuera, estarán robando?- . Ese comentario me dolió
, pero me dio lo mismo, mi pequeña Clo salta del sofá y alegremente brinca al cuello de su hermana. Yo tengo 2 hermanas mayores y con ellas nunca hemos tenido muchas muestras de alegría, somos mas bien normales, pero estas dos hermanas eran casi copias, podía admirar el brillo que soltaron sus ojos cuando se vieron y era casi evidente el cariño que se tenían. Comenzaron a hablar rápidamente, no supe que se dijeron y luego de un extraño monologo que estaba aderezado de varios gestos ridículos, Clo toma a su hermana de su mano y recién ella cae en cuenta de que hay otra persona, recién se percata de mí. Anteriormente no s habíamos visto, pero esta vez me sorprendió lo linda de esta mujer, ambos tenernos la misma edad ( 33 años ) y ninguno parecía aparentarlo, no me pude aguantar y disimuladamente mi radar comenzó a tasar el filete que tenía en frente, si bien esta niña era bastante menudita, tenía todo bastante bien puesto, pero fue su mirada despectiva la que hizo al fin a mi pene desinflarse. A pesar de ser bien linda, parecía estar fuera de la tierra, donde solo el dinero y la posición son más importantes al amor. Esto suele pasar con ese tipo de mujeres, sentí pena por ella, pero solo un poco, ya que a mi lado tenia a un ser de luz impresionante, ¿Por qué compararlo con aquella falsa lumbrera?.
Mi futura cuñada, Andrea se sentó frente a mí, traía puestos unos pantalones anchos de lino blanco que dejaban ver lo suficiente como para especular que usaba ropa interior un poco ancha. Me llamo la atención los dedos de sus pies, increíblemente negros, en comparación a sus manos, tan blancas como un albino, solo que varias pecas rojizas las recorrían, al igual que su cara. Nos comento, bueno, en realidad a su hermana, yo estaba concentrado mirando otras cosas
que había ido a vacacionar y se había quedado dormida con los pies al sol, por eso su color. – Cochina de mierda – pensaba yo, al tiempo que buscaba alguna ventana en aquella conversación para demostrar todo mi encanto y de paso hacer más divertida la interacción. Salió a la luz el tema de los incendios, esta muchacha, Andre miraba las cosas como una Bertita, adoctrinada por las noticias, se ofusco con el gobierno de turno y junto al cambio climático diseño la solución para todos los males del mundo. Este tipo de temas son interesantes de tratar, pero esta no es la ocasión más adecuada, yo la quería conocer no hablar de contingencia nacional , así que cuando llego mi turno de opinar, esta vez del incendio de Valparaíso, simplemente le comente que conocía esa zona y era culpa netamente de las personas sucias que habitan esos lugares, eso encendió las alarmas de esta chica y un tanto alterada alzo la voz y me echo encima un discurso progre, que amablemente escuche solo por respeto de mi calvita, mentalmente tache a esta nena como loca, así que de ahí en adelante me enfoque en mi pequeña Clo y deje que su hermana hablara sola. Debí darme cuenta de que eso era una señal que vaticinaba algo peor a la suma de sus partes, pero estaba maravillado sentado al lado de mi chica que olía taaaaan bien.
Ya estaba un poco aburrido de tanta verborrea, solo quería rápidamente hacer mi presentación de rigor y marcharme con mi pequeña a mi guarida secreta en el bosques y hacerle el amor hasta caer muerto de agotamiento lo antes posible, fue cuando fantaseaba con esta idea cuando escucho unos pasos que se dirigen rápidos y con fuerza hacia donde estábamos nosotros. Sin proponérmelo, me puse rápidamente de pie y cuando estaba arreglando mi pantalón veo unos zapatos negros tipo colegial, un poco más arriba caían sin gracia unos jeans demasiado holgados, sin prisa busque a si dueño y ahí estaba, una pequeña figura rechoncha, que vestía una camisa mangas cortas de cuyos brazos estaban poblados de abundante vello. El rostro de este señor me pareció encantador, era dueño de una cara sumamente redonda, con una cuidada barba blanca y una piel demasiado roja como para ser producto de quemaduras de sol, era como un personaje arrancado de una serie de televisión de los 70´s. Algo calvo también este señor me miro de arriba abajo, podía sentir sus ojos escrutando todo mi cuerpo y en vez de encontrar conformismo en su rostro, una sería mirada me indico todo lo contrario. Amistosamente le tendí la mano para presentarme, pero fue el quien de manera insolente y de mala manera me dijo: - ¿Así que tu eres el famoso Mystery, amiguito de mi hija?-. Esta es sin dudas muchas de las tantas pruebas que somete cada suegro al candidato de llevarse a sus hijas y para cada pregunta hay que tener una respuesta mejor. – Todos somos famosos por algo ¿no le parece?-. Esa fue la respuesta que invente sobre la marcha y creo que no le gusto, porque me lo volvió a preguntar. En ese punto debí haberme ido, algo no andaba bien con ese tipo, asi que opte por la neutralidad, me presente sin bombos ni platillos y el a si vez solo asintió con la cabeza, al tiempo que con una palmada en mi espalda casi me deja sin aliento, al notar ese efecto, el vejete rio con ironía y sin más me dice: - Oye cabrito, parece que la pichicata no te sirve de mucho ha…. Pura pantalla no más poh flaco-. Ese comentario fue el inicio de un odio que se acrecentaba más y más.
Se dio media vuelta y como una rata se fue al comedor, sin avisar se sentó de cabecera y con un grito invito a todos a tomar asiento. Un poco cohibido intento buscar amparo en los ojos de mi sexy criatura, pero al igual que yo estaba apagada. Difícil situación. Pedí permiso para ir al baño y cuando me encontraba a medio camino, mi dulce nena se me acerca y un poco triste me pide perdón. – Mi papá siempre hace lo mismo Mystery, no te enojes con el, en el fondo es buena gente, solo que es un poco bruto para tratar con las personas -. Ya, tranquila, - la consolé - y juntos fuimos al baño, donde al cerrar la puerta nos besamos como si el mundo fuera a acabar, - ¿quién diría que tal vez ese haya sido el ultimo?.
Con mis manos limpias, volvimos a la mesa y trate de sentarme al lado de mi amada, por supuesto aquel viejo chico se me adelanto y con suma autoridad me pidió que me sentara a su lado. No de muy buenas ganas, trate de disimular mi humor y con una sonrisa trate de decir un “por supuesto” que sonó sumamente falso, pero a el no le importo. Al lado de don Mario, como de aquí en adelante me tendría que referir, esperé el momento preciso para mostrarle todo mi carisma, pero a veces simplemente la química de una conversación se diluye y me fue imposible comenzar una conversación digna de tu a tu. Este señor simplemente comenzó a hablar, hablo de lo terrible de su día y de lo difícil que es encontrar gente honesta para trabajar en la construcción. Sin siquiera preguntarle me dijo que era arquitecto y tenía una empresa de construcción, me alegre por el y alabe su emprendimiento, el sin embargo se veía algo molesto, me hablo de cómo la gente joven es floja y solo se dedica a tontear, dejando su futuro a la suerte de los demás, en eso lo apoye, pero de inmediato me atacó diciendo que yo estaba equivocado y que así solo sería un chupamedias. Eso me dio risa, - claramente el señor tiene un problema de personalidad – pensé al tiempo que lo miraba fijamente buscando alguna señal de debilidad, pero no la encontré.
Antes que llegara la comida, el tipo no paso de hablar y jactarse de sus logros, tal vez con esto quería dejar en claro que no aceptaría para sus hijas algo menos que el y este pensamiento se hizo realidad cuando le pregunto a la hija mayor, Andrea sobre su novio, esta por extensión a su papá hablo de lo bueno que era aquel chico en su trabajo, el dineral de plata que ganaba y toda la vida de lujos que ambos llevaban juntos. Yo solo escuchaba atentamente, mientras esperaba mi turno, por supuesto – me dije – este señor espera que poco menos sea un Zervezero, así que no le voy a dar el gusto. Y tu flaco, me pregunto pesadamente, como pelai el ajo – así tal cual- me lo pregunto. Para los Antronianos que aun no saben me gano la vida sembrando comercializando trigo, soya y maíz, es lo que me gusta y me va muy bien, pero en respuesta a este señor se me ocurrió la genial ideal de decirle con una flamante sonrisa: - Trabajo en Mcdonald, soy el empleado del mes
- (sin desmerecer a todos esos maravillosos trabajadores por supuesto).
Esta respuesta dejo a toda la familia muda, menos a mi niña quien por debajo de la mesa me lanzo una patadas a las canillas. Yo aun mantenía una linda sonrisa, pero al voltear a la derecha, solo me encontré con la cara de desconcierto del suegro y un ceño fruncido que destacaba por sobre su cabeza de pelota. – ¿En serio? -, me pregunto, si, agite la cabeza y el, por primera vez en la noche se quedo mudo, al igual que el resto, acto que agradecí, porque de inmediato intente conversar con la suegra quien a base de monosílabos respondía intermitentemente con un sí o un no.
Si no hubiera sido por mi chica, esos escasos minutos serían realmente desastrosos, ella me ayudaba en esta conversación que por minutos se alargo y casi parecía una rutina del Dinamita Show
. Al empezar a brotar las risas, este tipo nos interrumpe bruscamente y en tono serio le pide a su señora servir la comida. A esta altura ya había dado por concluida la velada, sabía que nada podía salir peor, así que deje todas mis inhibiciones atrás y me mostré tal cual soy, dejando el estereotipo de chico bueno UDI atrás, pero por irónico que parezca las cosas si podían empeorar.
Al centro de la mesa la suegra deposita una olla llena de carne al jugo, a mi mena se le había olvidado decirle a su mamá que yo no como carne, salvo raras excepciones, pero la carne estaba ahí y me sirvieron un enorme trozo. Trate de salvar la situación y mientras una nueva conversación nació, esta vez más civilizada, el papá pareció cambiar y me pregunto cómo me había vuelto amigo de su hija, ya que esta no para de habla r de mi al igual que la suegra. – Puta la gueá – pensé, - ahora si la cago - , tenia 2 graves problemas, el primero como me como esa carne sin ofenderlos, ya que decirles que no me gusta bastaría para que me echaran a patadas y el otro problema, sonaba un tanto porno mi relato de la piscina, así que trate de suavizarlo lo mejor que pude. Mientras tragaba pequeños trozos a la fuerza a todos les iba contando la historia que ustedes tan bien maneja. Al suegro casi se le salían los ojos y su cara cada vez más roja se ponía, luego de eso les conté todos los acontecimientos que le siguieron, menos el del lago y fue justamente ahí donde el viejito pidió una pausa y tomándome de un brazo me miro inclinando su cara hacia mi y me pregunto: - Supe que con mi hija salieron a pescar, sin mi permiso y el de nadie, en mi familia odiamos a los mentirosos y quiero aprovechar esta oportunidad, te voy a dar esta única oportunidad para que me digas todo lo que hicieron ahí, porque pescar precisamente no lo creo-.
- Mierda – eso fue lo primero que pensé, pero al instante comprendí que nosotros como pareja somos grandes y ya dejamos de hacer cosas de niños, así que le comente que tenía una sorpresa para ella en el lago y por supuesto, omití la parte porno. – MENTIRA – grito el vejete y ahí cache que la cosa no andaba nada bien. – Tu le lavaste el cerebro a i pequeña hija, ella cambio y ahora es otra luego de haberte conocido-. En ese instante me dieron ganas de pegarle al tipo y en el acto llevarme de inmediato a mi chica a mi casa y sacarle del ambiente toxico creado por el papá. Me contuve y con la mayor de las calmas le dije: -Señor usted esta sumamente equivocado, ella ya es una adulta y sabe cuidarse sola, no necesita que usted la cuide, ella es un ser maravilloso y al igual que una mariposa necesita volar y aquí, con usted no puede, entienda que ella necesita explorar el mundo y aquí, con sus arrebatos y locura poco esta haciendo por ayudarla, más bien a cada minuto la ahuyenta de usted-.
Eso le cayó como ají en el poto, el vejete goleo la mesa con ambos brazos y me impresiono como os cubiertos de la mesa saltaban sincronizadamente. – Sabes lo que voy a hacer contigo cabrito, me caes mal y si te vuelvo a ver con mi hija algo muy grave te va a pasar, te lo pido por el bien de mi hija, ella esta enferma y no quiero que la hagas sufrir, te doy 5 minutos para que te vayas y te alejes de nuestras vidas, ¿entiendes?, así que te gusta pescar?...¡¡Pescar tu wueas y te vas lejos de aquí AHORA¡¡¡
Esta escenita basto para que la mamá se levantara furiosa de la mesa y soltara en la cara de su marido toda la ira que quizás por cuánto tiempo tenía contenida. Llorando de rabia, la señora lo tomo por el pecho y a gritos le decía lo aburrida que estaba con el, de sus mañas, malos tratos, su idiotez y de haberle hecho la vida imposible tantos años a ella y su hija. – Es que acaso no vez que tu hija ya es una mujer y se siente feliz con el-. Mi suegra me estaba defendiendo, pero esto no sirvió para calmar la ira de aquel demente suegro. – Si no te saco la cresta ahora, es porque tenemos esta puta visita-, dijo, - tu has hecho que la niña sea una puta, recuerda como te conocí, parece que la cuestión viene de tu familia-, le escupió en la cara este noble señor. Esto basto para que la suegra se fuera corriendo a su pieza, un enorme portazo lo confirmo, al mismo tiempo me pare y dando gracias – solo por cortesía-, me acerque a mi pequeña y cuando ya estaba a su lado, el suegro se levanta de la mesa y del brazo me guía hacia la puerta. Debo reconocer que en ese punto quede helado, no sabía que hacer, pelear, no hacer nada, usar las palabras. En una pelea de locos, el más loco es quien tiene la ventaja, así que me di la vuelta y muy serio le pedí que me soltara, al ver que el tipo no accedía, tome sus manos y con fuerza me las saque de encima, esto pareció enojarlo, porque corrió al estante y volvió con un palo, al tiempo que me gritaba que si no salía de inmediato me iba a apalear y llamaría a carabineros y les diría que yo les estaba robando. Yo estaba dispuesto a pelear, pero fue mi pequeña quien me tomo por los hombros y llorando me pidió saliéramos a la calle – Siempre se pone así Mystery-, lloraba desconsoladamente, - no le hagas caso, yo estoy contigo y me importa una mierda lo que diga mi papá-.
Ya estábamos en el patio y el suegro, aún con el palo le grito a la pequeña Clo que se entrara, ella al no despegarse de mí, le volvió a gritar y al notar que no le hizo caso, corrió hacia mí y antes de que la tocara agarre al suegro y solamente lo mire a los ojos, el tiempo suficiente para que su hermana la tomara de la mano y juntas se subieron a su auto, llorando, ese fue el último instante donde la pude ver.
Solté al vejete y este agarro la manguera y ¡me tiro agua¡… Dios mío pensaba, que humillación, esto no se lo doy a nadie, puta vida. Como no había hembras, quede picado y le quería dar sus pataditas, pero finalmente solo lo mire y no quise decirle nada, para no agravar la situación. A la media hora, me fui a la oficina, solo para digerir todas estas cosas y al fin pude hablar con mi pequeña, ella aun llorando me comento que por petición de su mamá se iba a quedar en la casa de su hermana porque el papá no la quería volver a ver, esto me alegro, pero ella en el fondo se sentía peor que yo y no la culpo. El problema de esto es que la hermana vive en Talca, así que allá esta, la llamo al celular y este me sale con buzón de voz y desconozco la dirección de la cuñada.
Más tarde hare la del fisgón morbosón e iré a la casa de mis suegros, obviamente sin que este el viejo y le pediré su dirección y me pegaré el rally solo para verla. En este instante tengo 2 ideas para solucionar este enredo.
Todologos del Antro, que recomiendan:
1.- Que vaya y más calmado, hable con el papá de la calva mozuela.
2.- Llego a Talca y me rapto a la Clo mierda, ahí esta La Madre del cordero
En pocos minutos me preparo para salir, estaré atento a su ayura..
Saludos y gracias por su enorme apoyo, los amo mucho
