Después de un año viendo el lado oscuro del internet (bestialidad, necrofilia y pornografía infantil, entre otras cosas), este empleado bajo contrato de Google ni siquiera obtuvo un trabajo de tiempo completo.
Sentado en la cafetería de una compañía, este antiguo empleado de Google describío como gastó un año inmerso en lo peor y más oscuro del contenido disponible en internet.
Su trabajo ahí consistía en revisar cosas como bestialidad, necrofilia, cuerpos mutilados, artículos gore, decapitamientos, suicidios, fetiches sexuales y pornografía infantil que se encontrarán a través de los productos Google. Una experiencia que para el, resultó desgarradora.
La compañía luego rechazó convertirlo en un empleado de tiempo completo, manteniéndolo bajo contratos, un estado sin mucho apoyo.
Un trabajo, una responsabilidad que nadie quiere
Después de la universidad, trabajé en la política, relata; fui el tipo del social media. Un reclutador me llamó y me dijo: "Deberías trabajar para Google". Nunca pensé en trabajar para una compañia de ese tipo. Me convencieron de que sería el lugar correcto para mí.
Así que fui. Me causaba repulsión lo mucho que obtuve. Creo que cualquiera que dijo que no disfrutara eso sería un mentiroso: Desayunaba, almorzaba y comía ahí todos los días. Ellos te dan todo lo que necesitas. Como alguien que apenas salía de la universidad, era fantástico. Mis padres, tradicionales, estaban muy orgullosos de que estuviera trabajando ahí.
Cuando me llamaron, el reclutados me dijo que estaría enfrentando "material sensible". Nunca pensé lo que me ocurriría al hacer tal trabajo sin apoyo técnico o emocional.
Una de las partes más impactantes de mi empleo fue trabajar con material pornográfico. La pornografía infantil es el mayor problema para las compañías de internet. Por ley tienes que "derribarlo" en menos de 24 horas después de notarlo y reportarlo a las autoridades. Nadie quería hacer este trabajo en Google.
Me ocupé de todos los productos que Google trabaja. Si alguien quería usarlos para distribuir pornografía infantil, yo tenía que mirarlo. Así que tal vez vi 15 mil imágenes diarias. En Google Images, Picasa, Orkut, Google search, etc.
No tenía con quien hablar. No podía llevarlo a casa, o hablarlo con mi novia porque no quería que cargaran con ese peso, con esa basura. Por siete, ocho, nueve meses, veía todo ese tipo de cosas y pensa que estaba bien, pero me estaba llevando a un lugar muy oscuro.
Google llamó a alguien de una agencia federal para hablarme, y fue cuando pensé que necesitaba terapia. Me mostró fotos de actividades aparentemente comunes (tipo prueba Rorschach) y me preguntó por mi primera reacción, visceral. Yo dije "!Eso es enfermo!", sólo era una foto de un padre con su hijo.
Así que fui a terapia. Google cubrió una de las sesiones, con un terapista de gobierno, y me alentó a salirme y seguir con mi terapia una vez que me fuera.
Creo que hasta mi jefe se quedó sorprendido con eso, del por qué no había sido contratado por tiempo completo en Google. Él me informó a los nueve meses, así que tenía dos para encontrar un trabajo (Quien trabaja en Google por contratos, solo puede estar un año así, o se van o se convierten en empleados regulares). Pero no me pudo, o no quiso, decirme la razón por la cual no fui contratado.
Mucha gente que conozco que son ex-Google me cuentan la misma historia. Tres de ellos trabajaban en el turno de medianoche para YouTube y les prometieron que si se quedaban a ver esas cosas (como decapitados y porno infantil y ese tipo de basura), los contratarían. La revisión en YouTube es proactiva (tienen que sentarse y mirarlo todo, desde las 10 pm a las 8 am, por un año). Uno de mis mejores amigos perdió su vida por hacer eso.
Pero nadie habla de eso. Como el tipo que conocí en YouTube. El era quien sabía todo sobre porno infantil, todo sobre decapitaciones. Trabajé muy de cerca con él y cada vez que un nuevo video de Al Qaeda salía, era el primero en verlo. Tenía que verlo, por todos los demás. Pero estaba bajo contrato y nadie le dio su empleo de tiempo completo. No tenía idea de porqué. Si estás bajo contrato, eres sólo un nombre y un departamento.
