• ¿Quieres apoyar a nuestro foro haciendo una donación?, entra aquí.

Amigo haitiano, colombiano, peruano: quédate con nosotros, por favor

Tender Sugar

Hij@'e Puta
Registrado
2010/03/22
Mensajes
8.054
Amigo haitiano, colombiano, peruano: quédate con nosotros, por favor

¿Cómo la derecha chilena puede ser tan vil, mezquina y desprovista de tanta humanidad como para no comprender que con su ofensiva xenófoba, con la instalación en todo el país de la idea de odiar al inmigrante, de desconfiar del negro, no hace más que dañar, que potenciar la orfandad, la sensación de inseguridad y soledad que vive el haitiano que no habla una sola palabra de español, y que aún así, despojado del lenguaje -de lo más elemental de una persona para sobrevivir en la jungla que es una ciudad- recorre las calles de Santiago limpiando la basura, recogiendo la mierda que los chilenos más embrutecidos reforzamos? ¿Cómo Sebastián Piñera, cuando habla de “la estupidez” de contar con una ley migratoria supuestamente permisiva, no logra detenerse, aunque sea un minutito, en que lo que logran sus frases brillantes en el diario es hacer aún más difícil el paso de las horas de una mujer negra, haitiana, que ya se cansa de entregar tantas sonrisas en una fuente de soda para dar a entender que trata de ser amable, aunque no encuentre las palabras para ofrecer un completo, un shop, porque simplemente no las tiene? Las busca, se esfuerza, llora sola en el baño esperanzada en que no la reten, y aún así no encuentra las palabras que por lo menos le den un poquito más de validez. Por las noches, acurrucando a niños que de a poco se hacen amigos en barrios hacinados, las pesadillas le recuerdan a esa mujer la tierra de la que arrancó, allá en las islas caribeñas donde viven los ancestros, donde primaban el hambre, la violencia y las balas. A eso no quieren volver. De eso buscan refugio, acá, en este país, al que de pronto se le ocurrió que las ideas de Donald Trump en Chile también pueden funcionar. Permíteme decirte, amigo haitiano, amiga colombiana, niña dominicana amarrada en trenzas tensas para ir al colegio, que no se asusten, por favor. No teman, porque no somos todos los que quieren que se vayan. Existimos los que luchamos, en el almuerzo familiar, en la hora de colación en la oficina, de proyectar con la más pequeña frase el respeto a ustedes, el reconocimiento de su dignidad, el asumir que todos ustedes a nosotros son iguales. En derechos son iguales.

No te asustes, compañera peruana, con estos miserables, son así. Los soportamos día a día. Un mes nos dicen que los homosexuales somos enfermos, que vamos a pervertir a niños por el sólo hecho de besar a otro hombre. Otras veces, en invierno, nos recuerdan que las mujeres prestamos los cuerpos, que si en el descampado violan a mi hermana tiene que mamárselo, hasta expulsar de su vientre la prueba del dolor. No te asustes, amiga dominicana mirada con desdén por los que no aceptan las formas de tu cuerpo. No te asustes con los que inventan falacias para validar fronteras que quieren construir. No te asustes, porque existimos millones que no lo vamos a permitir. Existimos millones que comprendemos que las fronteras ya están levantadas, están erigidas en las mentes y en los corazones de quienes amedrentan con la terrible invasión de los latinoamericanos pobres, no entendiendo que la única invasión es la de su brutalidad buscando activar temores sobre la ignorancia. No hay invasión en un país con un triste 2,5% de migrantes, frente al 3,1% del promedio mundial y el 10% de los países desarrollados. No hay invasión en un país que se mira al ombligo como si fuera una isla, buscando cobardemente las culpas de problemas propios en lo foráneo, en lo que no es de nuestra responsabilidad, y que más encima es negro, tosco. Ossandón miente, Piñera miente, Paulina Núñez miente. Según Carabineros, la presencia de extranjeros en delitos es apenas del 1%.Y según las autoridades de educación, apenas uno de cada veinte alumnos de la educación municipal es extranjero, el apuntado, el burlado, el mirado, el ser más vulnerables de un mundo de ideas que no cesa en generar violencia.

Amigo colombiano, refugiado de masacres que te quitaron un hermano, por favor no te vayas. Quédate, cuéntanos más palabras parceras mientras nos tomamos una Coca Cola en la contru, sigue explicándonos cómo es Medellín mientras nos vamos de rumba escuchando a los artistas de tu montaña. Amigo dominicano, no te vayas, por favor no te vayas, no dejes San Bernardo sin barberías a cinco lucas. Acá no cortamos tan bien el pelo, enséñanos, escuchemos bachata, esa que tú conoces desde el barrio, no la comercial que nos metieron hace años. Hablemos de Juan Luis Guerra y saludemos al vecino que nos enseña palabras en creole mientras se baja de su bici. Deberían verlos los fascistas del siglo XXI llegando a las ocho de la noche del trabajo, extenuados, saludando agradecidos el recibimiento de una población, pensando en cómo poner de forma más exacta mañana las cerámicas en la obra, pensando en que quizás este mes se pueden dejar una platita –aparte de la que mandan a su país- para comprarse unas zapatillas. Deberían verlos los canallas que saben que con sus palabras están metiendo al mismo saco a tanta gente que lo único que quiere es vivir en paz.

¿Son ustedes, diputados y candidatos presidenciales, los mismos que aplauden la Teletón? ¿No tienen vergüenza? ¿Qué le van a decir a ese niño peruano que se saca las mejores notas de su curso, pero que se pone triste cuando un cabro pesado le dice que escuchó en las noticias que lo van a echar a él y a toda su familia del país? No sean cobardes, y háganse cargo de lo que producen sus palabras, caldo de cultivo para la tergiversación y la creación de mitos que pueden terminar matando.

Pero no se vayan, por favor no se vayan, amigos migrantes. En Balmaceda Arte Joven se acaba de instalar un curso de muchachos y muchachas que enseñarán español a los haitianos. En los colegios de Santiago profesores han luchado toda una vida para entonar el himno de sus países los lunes, y al fin lo están logrando. En el barrio están naciendo las primeras guaguas negras, y las vecinas les hacen cariño con sincera ternura. No le creas a la idiotez de los que te culpan por no tener trabajo. No te sientas culpable de tener más años de escolaridad que nosotros, no te sientas culpable de saludar y dar el asiento con modales que a veces no entendemos. Quédate. Quédense y respondamos con dignidad a la insidia, con trabajo al mediocre, y con amistad al que siempre tiene miedo. En diez años quizás sean diputados, quizás sean las estrellas de nuestra Selección –a la que le falta tanta altura-, probablemente sean los primeros carabineros negros. Y ahí, los tacaños, los que se creen el centro del mundo en una burbuja subdesarrollada que atenta contra el Estado de Derecho –porque la idea de expulsar a alguien sin juicio atenta contra el Estado de Derecho-, los van a tener a aceptar. Antes que eso pase, la cara hay que dar. Y sepan, por favor, que para ayudarlos a conversar son muchos más los dispuestos que los desentendidos. Quizás nos cueste más sacar la voz, porque somos chilenos, tímidos, quedados, pero fíjense, cuando algún idiota los insulte en un lugar público, que serán mayoría los que al odioso salgan a enfrentar. Inmigrantes, con ustedes vamos a estar. Comiendo papás rellenas junto a una empanada, metiéndole mango a competir al mote con huesillos. Con ustedes vamos a estar. Porque Chile nunca ha sido sólo para los chilenos. Chile es para todos y todas.

__
Encontré esto en noesnalamierda y me pareció que a la elite le encantaría :rolleyes: En los comentarios encontré al némesis de El Antro, era el que tenía más likes :ohno:

2hqgjgg.jpg


Twitter del periodista

https://twitter.com/richardsandoval/
 
Última edición:
Amigo haitiano, colombiano, peruano: quédate con nosotros, por favor

¿Cómo la derecha chilena puede ser tan vil, mezquina y desprovista de tanta humanidad como para no comprender que con su ofensiva xenófoba, con la instalación en todo el país de la idea de odiar al inmigrante, de desconfiar del negro, no hace más que dañar, que potenciar la orfandad, la sensación de inseguridad y soledad que vive el haitiano que no habla una sola palabra de español, y que aún así, despojado del lenguaje -de lo más elemental de una persona para sobrevivir en la jungla que es una ciudad- recorre las calles de Santiago limpiando la basura, recogiendo la mierda que los chilenos más embrutecidos reforzamos? ¿Cómo Sebastián Piñera, cuando habla de “la estupidez” de contar con una ley migratoria supuestamente permisiva, no logra detenerse, aunque sea un minutito, en que lo que logran sus frases brillantes en el diario es hacer aún más difícil el paso de las horas de una mujer negra, haitiana, que ya se cansa de entregar tantas sonrisas en una fuente de soda para dar a entender que trata de ser amable, aunque no encuentre las palabras para ofrecer un completo, un shop, porque simplemente no las tiene? Las busca, se esfuerza, llora sola en el baño esperanzada en que no la reten, y aún así no encuentra las palabras que por lo menos le den un poquito más de validez. Por las noches, acurrucando a niños que de a poco se hacen amigos en barrios hacinados, las pesadillas le recuerdan a esa mujer la tierra de la que arrancó, allá en las islas caribeñas donde viven los ancestros, donde primaban el hambre, la violencia y las balas. A eso no quieren volver. De eso buscan refugio, acá, en este país, al que de pronto se le ocurrió que las ideas de Donald Trump en Chile también pueden funcionar. Permíteme decirte, amigo haitiano, amiga colombiana, niña dominicana amarrada en trenzas tensas para ir al colegio, que no se asusten, por favor. No teman, porque no somos todos los que quieren que se vayan. Existimos los que luchamos, en el almuerzo familiar, en la hora de colación en la oficina, de proyectar con la más pequeña frase el respeto a ustedes, el reconocimiento de su dignidad, el asumir que todos ustedes a nosotros son iguales. En derechos son iguales.

No te asustes, compañera peruana, con estos miserables, son así. Los soportamos día a día. Un mes nos dicen que los homosexuales somos enfermos, que vamos a pervertir a niños por el sólo hecho de besar a otro hombre. Otras veces, en invierno, nos recuerdan que las mujeres prestamos los cuerpos, que si en el descampado violan a mi hermana tiene que mamárselo, hasta expulsar de su vientre la prueba del dolor. No te asustes, amiga dominicana mirada con desdén por los que no aceptan las formas de tu cuerpo. No te asustes con los que inventan falacias para validar fronteras que quieren construir. No te asustes, porque existimos millones que no lo vamos a permitir. Existimos millones que comprendemos que las fronteras ya están levantadas, están erigidas en las mentes y en los corazones de quienes amedrentan con la terrible invasión de los latinoamericanos pobres, no entendiendo que la única invasión es la de su brutalidad buscando activar temores sobre la ignorancia. No hay invasión en un país con un triste 2,5% de migrantes, frente al 3,1% del promedio mundial y el 10% de los países desarrollados. No hay invasión en un país que se mira al ombligo como si fuera una isla, buscando cobardemente las culpas de problemas propios en lo foráneo, en lo que no es de nuestra responsabilidad, y que más encima es negro, tosco. Ossandón miente, Piñera miente, Paulina Núñez miente. Según Carabineros, la presencia de extranjeros en delitos es apenas del 1%.Y según las autoridades de educación, apenas uno de cada veinte alumnos de la educación municipal es extranjero, el apuntado, el burlado, el mirado, el ser más vulnerables de un mundo de ideas que no cesa en generar violencia.

Amigo colombiano, refugiado de masacres que te quitaron un hermano, por favor no te vayas. Quédate, cuéntanos más palabras parceras mientras nos tomamos una Coca Cola en la contru, sigue explicándonos cómo es Medellín mientras nos vamos de rumba escuchando a los artistas de tu montaña. Amigo dominicano, no te vayas, por favor no te vayas, no dejes San Bernardo sin barberías a cinco lucas. Acá no cortamos tan bien el pelo, enséñanos, escuchemos bachata, esa que tú conoces desde el barrio, no la comercial que nos metieron hace años. Hablemos de Juan Luis Guerra y saludemos al vecino que nos enseña palabras en creole mientras se baja de su bici. Deberían verlos los fascistas del siglo XXI llegando a las ocho de la noche del trabajo, extenuados, saludando agradecidos el recibimiento de una población, pensando en cómo poner de forma más exacta mañana las cerámicas en la obra, pensando en que quizás este mes se pueden dejar una platita –aparte de la que mandan a su país- para comprarse unas zapatillas. Deberían verlos los canallas que saben que con sus palabras están metiendo al mismo saco a tanta gente que lo único que quiere es vivir en paz.

¿Son ustedes, diputados y candidatos presidenciales, los mismos que aplauden la Teletón? ¿No tienen vergüenza? ¿Qué le van a decir a ese niño peruano que se saca las mejores notas de su curso, pero que se pone triste cuando un cabro pesado le dice que escuchó en las noticias que lo van a echar a él y a toda su familia del país? No sean cobardes, y háganse cargo de lo que producen sus palabras, caldo de cultivo para la tergiversación y la creación de mitos que pueden terminar matando.

Pero no se vayan, por favor no se vayan, amigos migrantes. En Balmaceda Arte Joven se acaba de instalar un curso de muchachos y muchachas que enseñarán español a los haitianos. En los colegios de Santiago profesores han luchado toda una vida para entonar el himno de sus países los lunes, y al fin lo están logrando. En el barrio están naciendo las primeras guaguas negras, y las vecinas les hacen cariño con sincera ternura. No le creas a la idiotez de los que te culpan por no tener trabajo. No te sientas culpable de tener más años de escolaridad que nosotros, no te sientas culpable de saludar y dar el asiento con modales que a veces no entendemos. Quédate. Quédense y respondamos con dignidad a la insidia, con trabajo al mediocre, y con amistad al que siempre tiene miedo. En diez años quizás sean diputados, quizás sean las estrellas de nuestra Selección –a la que le falta tanta altura-, probablemente sean los primeros carabineros negros. Y ahí, los tacaños, los que se creen el centro del mundo en una burbuja subdesarrollada que atenta contra el Estado de Derecho –porque la idea de expulsar a alguien sin juicio atenta contra el Estado de Derecho-, los van a tener a aceptar. Antes que eso pase, la cara hay que dar. Y sepan, por favor, que para ayudarlos a conversar son muchos más los dispuestos que los desentendidos. Quizás nos cueste más sacar la voz, porque somos chilenos, tímidos, quedados, pero fíjense, cuando algún idiota los insulte en un lugar público, que serán mayoría los que al odioso salgan a enfrentar. Inmigrantes, con ustedes vamos a estar. Comiendo papás rellenas junto a una empanada, metiéndole mango a competir al mote con huesillos. Con ustedes vamos a estar. Porque Chile nunca ha sido sólo para los chilenos. Chile es para todos y todas.

__
Encontré esto en noesnalamierda y me pareció que a la elite le encantaría :rolleyes: En los comentarios encontré al némesis de El Antro, era el que tenía más likes :ohno:

2hqgjgg.jpg

:ohno:

hay que hacer un ataque a esa pagina cculia de laferiaprogre
 
La única respuesta lógica es que este montón de weones lo único que quieren en un gran pene negro alojado en sus rectos.

¿Se darán cuenta que están fomentando la propia destrucción del país? Básicamente están diciendo "me encanta el VIH, las ETS, la tuberculosis, los genes negroides con capacidades cerebrales más pequeñas y más tendencia a la violencia, la pobreza importada, la imposición de una cultura incompatible, la sobrecarga al sistema público de mi país que no puede con sus propios ciudadanos y hacerle nanai a los nuevos esclavos que le harán la pega más barata a los empresarios que también pisotean a mi familia y amigos".

Enfermos del mate, simplemente. Buenos son para jugar weas en el celu pero ni cagando le dedican tiempo a leer un gráfico con estadísticas sobre lo penca que son los negros alrededor del mundo, o como han censurado los estudios raciales a través del siglo XX.
 
Y estos conchasdesumadre en que mundo culiao viven?

en el mundo de la elite chilena, hijos de larraines, irarrazavals, mattes, etc.
plaza italia para arriba.

ellos no viven el dia dia como todos los chilenos, les gustan los negros inmigrantes, los jipis hediondos, flaites "artistas", los wekos, los trabucos, etc pero de lejitos no mas, no en su barrio.
 
La nota culia llega a ser hasta racista XD

Sinceramente me da igual que lleguen inmigrantes pero pienso que debe ser regulada la entrada de estos y la expulsión en caso de que hagan alguna estupidez
 
la sensación de inseguridad y soledad que vive el haitiano que no habla una sola palabra de español, y que aún así, despojado del lenguaje
2 dedos de frente, hay que ser megaweon para ir a un pais si no sabes el idioma
ya cabros me voy a japon, aya es mas kawai, me ira bien aunque esa palabra es la unica que se decir y se lo que significa

progres qlos
 
Son tan miopes que solitos están echando su soga al cuello, subestiman al la gente de clase media que tiene que soportar la hediondez tercermundista de estos micos, así como sucedió con Triunfo. También los alzamientos y levantamientos de candidaturas derechistas en el viejo continente.

Leí una pasada muy rápida al inicio, y me comenzaron las convulsiones.
Hijos de puta conchadetumadres.

:nonono:
 
Mira yo quiero decir a
Amigo haitiano, colombiano, peruano: quédate con nosotros, por favor

¿Cómo la derecha chilena puede ser tan vil, mezquina y desprovista de tanta humanidad como para no comprender que con su ofensiva xenófoba, con la instalación en todo el país de la idea de odiar al inmigrante, de desconfiar del negro, no hace más que dañar, que potenciar la orfandad, la sensación de inseguridad y soledad que vive el haitiano que no habla una sola palabra de español, y que aún así, despojado del lenguaje -de lo más elemental de una persona para sobrevivir en la jungla que es una ciudad- recorre las calles de Santiago limpiando la basura, recogiendo la mierda que los chilenos más embrutecidos reforzamos? ¿Cómo Sebastián Piñera, cuando habla de “la estupidez” de contar con una ley migratoria supuestamente permisiva, no logra detenerse, aunque sea un minutito, en que lo que logran sus frases brillantes en el diario es hacer aún más difícil el paso de las horas de una mujer negra, haitiana, que ya se cansa de entregar tantas sonrisas en una fuente de soda para dar a entender que trata de ser amable, aunque no encuentre las palabras para ofrecer un completo, un shop, porque simplemente no las tiene? Las busca, se esfuerza, llora sola en el baño esperanzada en que no la reten, y aún así no encuentra las palabras que por lo menos le den un poquito más de validez. Por las noches, acurrucando a niños que de a poco se hacen amigos en barrios hacinados, las pesadillas le recuerdan a esa mujer la tierra de la que arrancó, allá en las islas caribeñas donde viven los ancestros, donde primaban el hambre, la violencia y las balas. A eso no quieren volver. De eso buscan refugio, acá, en este país, al que de pronto se le ocurrió que las ideas de Donald Trump en Chile también pueden funcionar. Permíteme decirte, amigo haitiano, amiga colombiana, niña dominicana amarrada en trenzas tensas para ir al colegio, que no se asusten, por favor. No teman, porque no somos todos los que quieren que se vayan. Existimos los que luchamos, en el almuerzo familiar, en la hora de colación en la oficina, de proyectar con la más pequeña frase el respeto a ustedes, el reconocimiento de su dignidad, el asumir que todos ustedes a nosotros son iguales. En derechos son iguales.

No te asustes, compañera peruana, con estos miserables, son así. Los soportamos día a día. Un mes nos dicen que los homosexuales somos enfermos, que vamos a pervertir a niños por el sólo hecho de besar a otro hombre. Otras veces, en invierno, nos recuerdan que las mujeres prestamos los cuerpos, que si en el descampado violan a mi hermana tiene que mamárselo, hasta expulsar de su vientre la prueba del dolor. No te asustes, amiga dominicana mirada con desdén por los que no aceptan las formas de tu cuerpo. No te asustes con los que inventan falacias para validar fronteras que quieren construir. No te asustes, porque existimos millones que no lo vamos a permitir. Existimos millones que comprendemos que las fronteras ya están levantadas, están erigidas en las mentes y en los corazones de quienes amedrentan con la terrible invasión de los latinoamericanos pobres, no entendiendo que la única invasión es la de su brutalidad buscando activar temores sobre la ignorancia. No hay invasión en un país con un triste 2,5% de migrantes, frente al 3,1% del promedio mundial y el 10% de los países desarrollados. No hay invasión en un país que se mira al ombligo como si fuera una isla, buscando cobardemente las culpas de problemas propios en lo foráneo, en lo que no es de nuestra responsabilidad, y que más encima es negro, tosco. Ossandón miente, Piñera miente, Paulina Núñez miente. Según Carabineros, la presencia de extranjeros en delitos es apenas del 1%.Y según las autoridades de educación, apenas uno de cada veinte alumnos de la educación municipal es extranjero, el apuntado, el burlado, el mirado, el ser más vulnerables de un mundo de ideas que no cesa en generar violencia.

Amigo colombiano, refugiado de masacres que te quitaron un hermano, por favor no te vayas. Quédate, cuéntanos más palabras parceras mientras nos tomamos una Coca Cola en la contru, sigue explicándonos cómo es Medellín mientras nos vamos de rumba escuchando a los artistas de tu montaña. Amigo dominicano, no te vayas, por favor no te vayas, no dejes San Bernardo sin barberías a cinco lucas. Acá no cortamos tan bien el pelo, enséñanos, escuchemos bachata, esa que tú conoces desde el barrio, no la comercial que nos metieron hace años. Hablemos de Juan Luis Guerra y saludemos al vecino que nos enseña palabras en creole mientras se baja de su bici. Deberían verlos los fascistas del siglo XXI llegando a las ocho de la noche del trabajo, extenuados, saludando agradecidos el recibimiento de una población, pensando en cómo poner de forma más exacta mañana las cerámicas en la obra, pensando en que quizás este mes se pueden dejar una platita –aparte de la que mandan a su país- para comprarse unas zapatillas. Deberían verlos los canallas que saben que con sus palabras están metiendo al mismo saco a tanta gente que lo único que quiere es vivir en paz.

¿Son ustedes, diputados y candidatos presidenciales, los mismos que aplauden la Teletón? ¿No tienen vergüenza? ¿Qué le van a decir a ese niño peruano que se saca las mejores notas de su curso, pero que se pone triste cuando un cabro pesado le dice que escuchó en las noticias que lo van a echar a él y a toda su familia del país? No sean cobardes, y háganse cargo de lo que producen sus palabras, caldo de cultivo para la tergiversación y la creación de mitos que pueden terminar matando.

Pero no se vayan, por favor no se vayan, amigos migrantes. En Balmaceda Arte Joven se acaba de instalar un curso de muchachos y muchachas que enseñarán español a los haitianos. En los colegios de Santiago profesores han luchado toda una vida para entonar el himno de sus países los lunes, y al fin lo están logrando. En el barrio están naciendo las primeras guaguas negras, y las vecinas les hacen cariño con sincera ternura. No le creas a la idiotez de los que te culpan por no tener trabajo. No te sientas culpable de tener más años de escolaridad que nosotros, no te sientas culpable de saludar y dar el asiento con modales que a veces no entendemos. Quédate. Quédense y respondamos con dignidad a la insidia, con trabajo al mediocre, y con amistad al que siempre tiene miedo. En diez años quizás sean diputados, quizás sean las estrellas de nuestra Selección –a la que le falta tanta altura-, probablemente sean los primeros carabineros negros. Y ahí, los tacaños, los que se creen el centro del mundo en una burbuja subdesarrollada que atenta contra el Estado de Derecho –porque la idea de expulsar a alguien sin juicio atenta contra el Estado de Derecho-, los van a tener a aceptar. Antes que eso pase, la cara hay que dar. Y sepan, por favor, que para ayudarlos a conversar son muchos más los dispuestos que los desentendidos. Quizás nos cueste más sacar la voz, porque somos chilenos, tímidos, quedados, pero fíjense, cuando algún idiota los insulte en un lugar público, que serán mayoría los que al odioso salgan a enfrentar. Inmigrantes, con ustedes vamos a estar. Comiendo papás rellenas junto a una empanada, metiéndole mango a competir al mote con huesillos. Con ustedes vamos a estar. Porque Chile nunca ha sido sólo para los chilenos. Chile es para todos y todas.

__
Encontré esto en noesnalamierda y me pareció que a la elite le encantaría :rolleyes: En los comentarios encontré al némesis de El Antro, era el que tenía más likes :ohno:

2hqgjgg.jpg
Mira yo quiero decirle a los haitianos SERIAMENTE no intente de ir a los estados unidos la inmigracion es dura ir a los estados unidos y entrar a los estados unidos es una perdida de mucho tiempo , estados unidos no adicho nada si ono entrara pasa mucho tiempo y los americanos , no dicen nada hay muchos haitiano que quieren entrar a estados unidos y los americano no los quieren ustedes piensan que entrar a los estados unidos es facil pero la verdad no lo es no creas que con un libro pasaporte haitiano entra facil los americanos no dice nada puras citas vas a tijuana mexico para entrar a los estados unidos no hay cuartos para inmigrante la vida de inmigrante de estados unidos es dura y dificil pregunta me a mi hatiano yo soy de tijuana mexico yo entro a los estados unidos yo conozco la entrada yo se como entrar a los estados unidos mejor quedate en chile
 
no lei ni mierda ... toda la moda progre se esta disparando sola en las patas, y va a terminar como toda la mierda que a prueba de ensayo y error termina por dar la razon a quienes vemos que la politica de piernas abiertas es la wea mas nefasta alguna vez creada por la ingenieria social illuminatti.

chupenla meando ... los pueblos se estan despertando , en el caso de chile va a set bien tarde cuando esta wea sea de la manera correcta ....

atte

fasho pobre del tim benito
 
Mira yo quiero decir a

Mira yo quiero decirle a los haitianos SERIAMENTE no intente de ir a los estados unidos la inmigracion es dura ir a los estados unidos y entrar a los estados unidos es una perdida de mucho tiempo , estados unidos no adicho nada si ono entrara pasa mucho tiempo y los americanos , no dicen nada hay muchos haitiano que quieren entrar a estados unidos y los americano no los quieren ustedes piensan que entrar a los estados unidos es facil pero la verdad no lo es no creas que con un libro pasaporte haitiano entra facil los americanos no dice nada puras citas vas a tijuana mexico para entrar a los estados unidos no hay cuartos para inmigrante la vida de inmigrante de estados unidos es dura y dificil pregunta me a mi hatiano yo soy de tijuana mexico yo entro a los estados unidos yo conozco la entrada yo se como entrar a los estados unidos mejor quedate en chile
:idolo: Don Seregios >>> Carlos Zárate :sisi:
 
Espero que el que escribio semejante papiro no se le haya ocurrido decir que habla en nombre de todos.
De seguro el que escribe no vive en estacion central, independencia o amtofagasta y tampoco ha perdido su humilde trabajo para que lo ocupe alguien por varias lucas.
Los que se dicen progress se llenan la boca con mucha facilidad que quienes critican esto de la inmigracion lo hacen por racistas o intolerantes (lo dan por hecho siendo que en chile hay muchas familias que tienen integrantes repartidos por el mundo)yo les envio el sgte mensaje
El problema no es que lleguen migrantes...el problema es que han dejado pasar a cualquiera, y lo saben y el no hacer nada es como hacer silencio, el silencio otorga(asi dice el refran o no) por lo tanto de seguro hay algun fin nefasto con todo eso.
 
Volver
Arriba