nuntuy
Bosta
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La elecciones del domingo en Grecia son, quizás, las mas importantes en Europa desde la caída del muro. No por el tamaño de Grecia y su situación de crisis, sino por el simbolismo de lo que esta en juego para toda la Unión Europea. La mayoría de los sondeos indican una holgada victoria de la "Coalición de Izquiera Radical" (Syriza por sus siglas en Griego), que sería el primer gobierno de Izquierda radical en gobernar un país de la unión monetaria europea.
La crisis económica griega fue desencadenada por la falsificación de los deficits presupuestarios durante el gobierno del conservador partido de derecha "Nueva Democracia" con la colaboración del banco Goldman Sachs y descubierta el 2010, cuando el país más sentía los efectos de la crisis financiera norteamericana del 2007. A partir de esta crisis, la denominada "troika" (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional) asumió de facto el poder económico del país y dicto una política de "austeridad" aceptada a pies juntos por los grandes partidos nacionales, "Nueva Democracia" (derecha) y Pasok (socialistas griegos). El único atisbo de decencia para recuperar la soberanía del pueblo, llevado a cabo por el primer ministro Papandreu (Pasok) cuando el 2011 anuncio el llamado a un plebiscito para decidir la salida de Grecia del Euro, fue rápidamente bajado luego que la troika amenazara con las penas del infierno si se llevaba a cabo.
El crecimiento de Syriza se explica en buena parte por los efectos sociales del plan de austeridad. Las políticas de la Troika son las responsables de un daño gigantesco a Grecia. La precarización y el desmantelamiento de los servicios públicos junto con las privatizaciones (a precio de huevo para los especuladores) han generado apenas un ahorro marginal. A cambio, la política de recortes ha destrozado la actividad industrial y productiva del país. Su PIB ha caído un 25% y el ingreso medio un 30%. La cesantía ha aumentado al 22% y la pobreza afecta al 34% de los hogares, al 60% de los pensionistas y al 40% de los niños. Y aunque se propusieron reducir la deuda pública, lo que en realidad han hecho es que aumente (el 2007 representaba un 103% del PIB, el 2014 llegó al 176%). El escaso superávit fiscal no compensa la caída brutal del crecimiento, lo que explica el crecimiento del % de deuda sobre el PIB.
El resurgimiento de la barbarie fascista (como los neonazis "amanecer dorado" de Grecia), que compran barato en tiempo de crisis, con su discurso irracional, visceral y lleno de odio, alentando el racismo y la xenofobia, creo que son un claro síntoma de lo podredumbre social que ha generado la aplicación de lo ortodoxia neoliberal de la troika. A diferencia de los fascistas, Syriza no se plantea, en principio, renunciar a Europa, sino que justamente reclama lo contrario, fortalecer el proyecto europeo, siempre y cuando se redefina una unión monetaria que impida que sigan siendo, como hasta ahora, tan proclive a favorecer asimétricamente a los países o grupos sociales más poderosos.
Entienden que la recuperación de la economía griega es factible si, en lugar de reducir el gasto y realizar recortes sociales como hasta ahora, se le da un impulso positivo al crecimiento y la demanda interna. Un impulso que costaría al Banco Central Europeo cincuenta veces menos de lo que, apenas en principio, va a gastar en comprar deuda pública en toda Europa. Claro que hacer eso implicaría dejar de darle el dinero publico a la economía financiera privada, los bancos y grandes empresas que se han llevado prácticamente el 90% de todo el recibido hasta ahora por Grecia, y repartirlo de tal forma que sirva realmente a sus ciudadanos. Todas las encuestas muestran que las decisiones de la Troika son radicalmente contrarias a las preferencias de la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos, pero Syriza sería el primer partido gobernante que realmente les va a hacer frente, y su ejemplo puede mostrarle al resto de Europa la viabilidad electoral de esta opción.
Algunas fuentes 1,2,3
La crisis económica griega fue desencadenada por la falsificación de los deficits presupuestarios durante el gobierno del conservador partido de derecha "Nueva Democracia" con la colaboración del banco Goldman Sachs y descubierta el 2010, cuando el país más sentía los efectos de la crisis financiera norteamericana del 2007. A partir de esta crisis, la denominada "troika" (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional) asumió de facto el poder económico del país y dicto una política de "austeridad" aceptada a pies juntos por los grandes partidos nacionales, "Nueva Democracia" (derecha) y Pasok (socialistas griegos). El único atisbo de decencia para recuperar la soberanía del pueblo, llevado a cabo por el primer ministro Papandreu (Pasok) cuando el 2011 anuncio el llamado a un plebiscito para decidir la salida de Grecia del Euro, fue rápidamente bajado luego que la troika amenazara con las penas del infierno si se llevaba a cabo.
El crecimiento de Syriza se explica en buena parte por los efectos sociales del plan de austeridad. Las políticas de la Troika son las responsables de un daño gigantesco a Grecia. La precarización y el desmantelamiento de los servicios públicos junto con las privatizaciones (a precio de huevo para los especuladores) han generado apenas un ahorro marginal. A cambio, la política de recortes ha destrozado la actividad industrial y productiva del país. Su PIB ha caído un 25% y el ingreso medio un 30%. La cesantía ha aumentado al 22% y la pobreza afecta al 34% de los hogares, al 60% de los pensionistas y al 40% de los niños. Y aunque se propusieron reducir la deuda pública, lo que en realidad han hecho es que aumente (el 2007 representaba un 103% del PIB, el 2014 llegó al 176%). El escaso superávit fiscal no compensa la caída brutal del crecimiento, lo que explica el crecimiento del % de deuda sobre el PIB.
El resurgimiento de la barbarie fascista (como los neonazis "amanecer dorado" de Grecia), que compran barato en tiempo de crisis, con su discurso irracional, visceral y lleno de odio, alentando el racismo y la xenofobia, creo que son un claro síntoma de lo podredumbre social que ha generado la aplicación de lo ortodoxia neoliberal de la troika. A diferencia de los fascistas, Syriza no se plantea, en principio, renunciar a Europa, sino que justamente reclama lo contrario, fortalecer el proyecto europeo, siempre y cuando se redefina una unión monetaria que impida que sigan siendo, como hasta ahora, tan proclive a favorecer asimétricamente a los países o grupos sociales más poderosos.
Entienden que la recuperación de la economía griega es factible si, en lugar de reducir el gasto y realizar recortes sociales como hasta ahora, se le da un impulso positivo al crecimiento y la demanda interna. Un impulso que costaría al Banco Central Europeo cincuenta veces menos de lo que, apenas en principio, va a gastar en comprar deuda pública en toda Europa. Claro que hacer eso implicaría dejar de darle el dinero publico a la economía financiera privada, los bancos y grandes empresas que se han llevado prácticamente el 90% de todo el recibido hasta ahora por Grecia, y repartirlo de tal forma que sirva realmente a sus ciudadanos. Todas las encuestas muestran que las decisiones de la Troika son radicalmente contrarias a las preferencias de la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos, pero Syriza sería el primer partido gobernante que realmente les va a hacer frente, y su ejemplo puede mostrarle al resto de Europa la viabilidad electoral de esta opción.
Algunas fuentes 1,2,3