lapolillaverde
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El falso narco que asaltaba estudiantes universitarias
Por siete meses, Santiago Valencia (40), robó e intimidó a más de un centenar de estudiantes en el centro de la capital. Un equipo del OS-9 estuvo tras sus pasos.
El hombre acusa a uno de los estudiantes de haberlo delatado ante la policía por la supuesta venta de drogas. Su tono violento y las dos vistosas cicatrices que luce en su rostro y cuello, además de las armas que exhibe, sirven para intimidar a los jóvenes. Tras amenazarlos, el delincuente ordena que uno de ellos lo siga: es el modus operandi de “El Pastilla”, que apunta a quedarse a solas con una víctima, en su mayoría mujeres, a fin de intimidarlas, abrazarlas y besarlas, antes de concretar el robo.
“Junto con amenazar a sus víctimas mujeres, les señalaba que él no era un simple delincuente y que le gustaría conocerlas, exigiéndoles finalmente que debían despedirse con un beso, para luego huir del lugar”, indica un informe policial.
En este caso, Valencia retuvo por varias horas a la menor, lo que desplegó un amplio operativo de Carabineros -que incluyó helicópteros- y alertó varios equipos de rescate. Finalmente la victima apareció por sus propios medios en estado de shock.
Si bien esta escena podría asimilarse a uno de los tantos robos que ocurren en el centro capitalino, un equipo especial del OS-9 de Carabineros estableció que Valencia Dinamarca -entre abril y noviembre de 2015- cometió idénticos delitos en al menos 65 oportunidades, que afectaron a más de 100 personas.
Historia delictual
El nombre de Santiago Valencia no es desconocido para las policías y el Poder Judicial. Entre su nutrido prontuario destacan tres condenas por robo con intimidación. Por lo que era uno de los delincuentes más peligrosos del centro de Santiago. La última data de febrero de 2012, cuando fue condenado a cinco años y un día por asaltar a tres estudiantes. Luego de casi tres años en reclusión, las autoridades le concedieron el beneficio de firma dominical, pena que a los pocos meses quebrantó para seguir delinquiendo.
Para dar con su paradero, el equipo del OS-9 realizó una serie de diligencias, como por ejemplo, retratos hablados y seguimientos. No fue hasta octubre cuando surgió la primera pista concreta de “el Pastilla”: en la comuna de Recoleta, una nueva víctima de robo, identificada con las iniciales A.J.A.V.C, reconoció a su agresor y lo vinculó con una amiga en común.
Con dicha información, Carabineros encontró a la mujer, quien reconoció a Valencia y entregó antecedentes para detenerlo. Con estas pistas, el equipo del OS-9 se trasladó a la comuna de Huechuraba. Un seguimiento constante, permitió a la policía mantener en la mira al sospechoso y pedir una orden de detención en su contra.
Sin embargo, una situación permitió que“el Pastilla” se librara de forma momentánea de la acción de la Justicia: un robo frustrado a una sucursal de BancoEstado en Recoleta -que dejó dos delincuentes muertos y desplegó un amplio operativo en noviembre de 2015- facilitó que Valencia se percatara de la presencia policial y huyera a Viña del Mar.
Error
De acuerdo a un informe policial, fue en la ciudad jardín donde Carabineros pudo finalmente arrestar a “el Pastilla”. Santiago Valencia, según la policía, vivía del delito y mientras transitaba por las calles viñamarinas se habría jactado ante una mujer de portar armamento.
Este hecho, llevó a la persona a denunciarlo ante una pareja de policías que transitaba por el sector y, al realizar su control preventivo de identidad, se percató de su nutrido prontuario y las órdenes de detención en su contra por los delitos cometidos en Santiago.
De esta forma, Valencia fue formalizado el 1 de febrero de 2016 por dos de los 65 delitos que presuntamente cometió, lo que le valió quedar en prisión preventiva. Ahora corresponderá a la fiscalía acreditar ante un tribunal la existencia de nuevas víctimas atacadas por un falso narco que violentaba a estudiantes en el sector céntrico de la capital.
http://www.latercera.com/noticia/na...que-asaltaba-estudiantes-universitarias.shtml
Por siete meses, Santiago Valencia (40), robó e intimidó a más de un centenar de estudiantes en el centro de la capital. Un equipo del OS-9 estuvo tras sus pasos.
El hombre acusa a uno de los estudiantes de haberlo delatado ante la policía por la supuesta venta de drogas. Su tono violento y las dos vistosas cicatrices que luce en su rostro y cuello, además de las armas que exhibe, sirven para intimidar a los jóvenes. Tras amenazarlos, el delincuente ordena que uno de ellos lo siga: es el modus operandi de “El Pastilla”, que apunta a quedarse a solas con una víctima, en su mayoría mujeres, a fin de intimidarlas, abrazarlas y besarlas, antes de concretar el robo.
“Junto con amenazar a sus víctimas mujeres, les señalaba que él no era un simple delincuente y que le gustaría conocerlas, exigiéndoles finalmente que debían despedirse con un beso, para luego huir del lugar”, indica un informe policial.
En este caso, Valencia retuvo por varias horas a la menor, lo que desplegó un amplio operativo de Carabineros -que incluyó helicópteros- y alertó varios equipos de rescate. Finalmente la victima apareció por sus propios medios en estado de shock.
Si bien esta escena podría asimilarse a uno de los tantos robos que ocurren en el centro capitalino, un equipo especial del OS-9 de Carabineros estableció que Valencia Dinamarca -entre abril y noviembre de 2015- cometió idénticos delitos en al menos 65 oportunidades, que afectaron a más de 100 personas.
Historia delictual
El nombre de Santiago Valencia no es desconocido para las policías y el Poder Judicial. Entre su nutrido prontuario destacan tres condenas por robo con intimidación. Por lo que era uno de los delincuentes más peligrosos del centro de Santiago. La última data de febrero de 2012, cuando fue condenado a cinco años y un día por asaltar a tres estudiantes. Luego de casi tres años en reclusión, las autoridades le concedieron el beneficio de firma dominical, pena que a los pocos meses quebrantó para seguir delinquiendo.
Para dar con su paradero, el equipo del OS-9 realizó una serie de diligencias, como por ejemplo, retratos hablados y seguimientos. No fue hasta octubre cuando surgió la primera pista concreta de “el Pastilla”: en la comuna de Recoleta, una nueva víctima de robo, identificada con las iniciales A.J.A.V.C, reconoció a su agresor y lo vinculó con una amiga en común.
Con dicha información, Carabineros encontró a la mujer, quien reconoció a Valencia y entregó antecedentes para detenerlo. Con estas pistas, el equipo del OS-9 se trasladó a la comuna de Huechuraba. Un seguimiento constante, permitió a la policía mantener en la mira al sospechoso y pedir una orden de detención en su contra.
Sin embargo, una situación permitió que“el Pastilla” se librara de forma momentánea de la acción de la Justicia: un robo frustrado a una sucursal de BancoEstado en Recoleta -que dejó dos delincuentes muertos y desplegó un amplio operativo en noviembre de 2015- facilitó que Valencia se percatara de la presencia policial y huyera a Viña del Mar.
Error
De acuerdo a un informe policial, fue en la ciudad jardín donde Carabineros pudo finalmente arrestar a “el Pastilla”. Santiago Valencia, según la policía, vivía del delito y mientras transitaba por las calles viñamarinas se habría jactado ante una mujer de portar armamento.
Este hecho, llevó a la persona a denunciarlo ante una pareja de policías que transitaba por el sector y, al realizar su control preventivo de identidad, se percató de su nutrido prontuario y las órdenes de detención en su contra por los delitos cometidos en Santiago.
De esta forma, Valencia fue formalizado el 1 de febrero de 2016 por dos de los 65 delitos que presuntamente cometió, lo que le valió quedar en prisión preventiva. Ahora corresponderá a la fiscalía acreditar ante un tribunal la existencia de nuevas víctimas atacadas por un falso narco que violentaba a estudiantes en el sector céntrico de la capital.
http://www.latercera.com/noticia/na...que-asaltaba-estudiantes-universitarias.shtml
