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Fotos para decir Conchetumadre {{Continuación 2017/06/12}}

Estado
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Medio negocio el vago ql de MEO
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La nueva lengua de los esclavos: homofobia, xenofobia, islamofobia, feminicidio (machicidio no), cisgénero, identidad de género, emigrantes, "yo soy heterosexual", "prejuicios" (de todo tipo), "discurso de odio", etc.
El nominalismo era una doctrina de raíces gnósticas condenada en la Edad Media. Dicho en otro modo, fue el intento herético de sustituir la realidad por el "flatus vocis", un concepto que no respondía realidad efectiva.
La mentira ideologica, de hecho.
Porque aquellos que hacen uso de estas herramientas de coerción en masa saben bien que las palabras "son rocas" que afectan gravemente a la mente humana, a veces incluso más que las realidades mismas.
Cambiando las palabras o el significado de las palabras, se cambia no la realidad, obviamente, sino la percepción ideológica y psicológica de la realidad por parte del individuo y de la sociedad entera.
Para hacer el ejemplo más conocido y llamativo, basta con pensar en el cambio de significado que se dio a los tiempos de la Ilustración y de la Revolución Francesa a los términos "libertad", "igualdad", "democracia", "pueblo", etc.
A partir de ahí empezó, y no se ha terminado. Cuando se están llevando a cabo históricas revoluciones - políticas, religiosas, sociales o incluso intelectuales y morales que son - siempre aparece un nuevo vocabulario.
Hoy en día el nuevo vocabulario de la nada institucionalizado es muy rico y crece cada día y cada día provoca cambios en la mente de las personas, sobre todo de las más débiles, distraídos, ingenuos o simplemente oportunistas.
Y eso cambia la sociedad. Cambia nuestras vidas. Y así cambian a los niños primero y con ellos el futuro de todos, de la historia misma de la humanidad.
Y como el cambio en curso es trascendental y un subversivo sin fin, se necesitan muchas palabras subversivas y vacías, un perfecto nominalismo revolucionario para destruir el orden del mundo entero.
Y si no lo han entendido, sepan que esos términos anteriores, muchos otros más que se podrían recordar, sirven para crear esclavos: esclavos en primer lugar desde el punto de vista mental y espiritual, por lo tanto, psicológico, por último físico. El hecho es de que tales nominalismos son compatibles con la legislación totalitaria (es decir, que quien se opone a ella le hace un monstruo social y se enfrenta a la cárcel: prueba a decir que eres homófobo o xenófobo) es una prueba irrefutable de lo que estamos afirmando, o bien de su deber de crear esclavos.
Si no os turba el hecho de ser esclavos, al menos turbate por tus hijos y nietos, que se han convertido en ellos desde el nacimiento y, por tanto, no entenderán nunca la razón.
Este pensamiento al menos debería molestar y no poco. A mí me molesta. Y estar molesto no es suficiente. Tenemos que reaccionar. Y de inmediato.

Massimo Viglione

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La nueva lengua de los esclavos: homofobia, xenofobia, islamofobia, feminicidio (machicidio no), cisgénero, identidad de género, emigrantes, "yo soy heterosexual", "prejuicios" (de todo tipo), "discurso de odio", etc.
El nominalismo era una doctrina de raíces gnósticas condenada en la Edad Media. Dicho en otro modo, fue el intento herético de sustituir la realidad por el "flatus vocis", un concepto que no respondía realidad efectiva.
La mentira ideologica, de hecho.
Porque aquellos que hacen uso de estas herramientas de coerción en masa saben bien que las palabras "son rocas" que afectan gravemente a la mente humana, a veces incluso más que las realidades mismas.
Cambiando las palabras o el significado de las palabras, se cambia no la realidad, obviamente, sino la percepción ideológica y psicológica de la realidad por parte del individuo y de la sociedad entera.
Para hacer el ejemplo más conocido y llamativo, basta con pensar en el cambio de significado que se dio a los tiempos de la Ilustración y de la Revolución Francesa a los términos "libertad", "igualdad", "democracia", "pueblo", etc.
A partir de ahí empezó, y no se ha terminado. Cuando se están llevando a cabo históricas revoluciones - políticas, religiosas, sociales o incluso intelectuales y morales que son - siempre aparece un nuevo vocabulario.
Hoy en día el nuevo vocabulario de la nada institucionalizado es muy rico y crece cada día y cada día provoca cambios en la mente de las personas, sobre todo de las más débiles, distraídos, ingenuos o simplemente oportunistas.
Y eso cambia la sociedad. Cambia nuestras vidas. Y así cambian a los niños primero y con ellos el futuro de todos, de la historia misma de la humanidad.
Y como el cambio en curso es trascendental y un subversivo sin fin, se necesitan muchas palabras subversivas y vacías, un perfecto nominalismo revolucionario para destruir el orden del mundo entero.
Y si no lo han entendido, sepan que esos términos anteriores, muchos otros más que se podrían recordar, sirven para crear esclavos: esclavos en primer lugar desde el punto de vista mental y espiritual, por lo tanto, psicológico, por último físico. El hecho es de que tales nominalismos son compatibles con la legislación totalitaria (es decir, que quien se opone a ella le hace un monstruo social y se enfrenta a la cárcel: prueba a decir que eres homófobo o xenófobo) es una prueba irrefutable de lo que estamos afirmando, o bien de su deber de crear esclavos.
Si no os turba el hecho de ser esclavos, al menos turbate por tus hijos y nietos, que se han convertido en ellos desde el nacimiento y, por tanto, no entenderán nunca la razón.
Este pensamiento al menos debería molestar y no poco. A mí me molesta. Y estar molesto no es suficiente. Tenemos que reaccionar. Y de inmediato.

Massimo Viglione

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Métete el copy y paste por raja conchatumare, uno viene aquí a reír o a decir " ohhh" no a analizar la existencia culia.

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