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R0N1

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La tiendita de R0N1 presenta: Italian Hall Disaster.


Víspera de navidad: La masacre de Calumet.

Corría el año 1913 y en el mundo se vivía el apogeo de los movimientos anarco-sindicalistas y, pese a desconocer la presencia de las discrepancias y tensiones de clase en su historia, Estados Unidos no era la excepción.
Primeramente, para contextualizar los hechos he de mencionar los sucesos acaecidos en julio del mismo año: miles de mineros se alzan contra la C&H Copper Mining Company de Calumet, Michigan.

El movimiento obrero en huelga demandaba, en la misma tónica que sus pares chilenos en las salitreras, aumentos salariales, jornada laboral de 8 horas, reconocimiento del sindicato como único interlocutor válido, fin al trabajo infantil y mejorar las condiciones en que desempeñaban la extracción de recursos minerales, a saber: perforación (un martillo neumático para cada minero evitando realizar todo el trabajo a mano) e implementación de vigas de soporte en las minas.

Los dueños de Calumet sólo accedieron a la demanda de 8 horas laborales, y respondieron gestionando el envío de milicia a la zona dando como resultado el regreso de una parte de los huelguistas a las faenas producto del miedo. Pero otra parte importante mantuvo la huelga.

Así, la huelga extendida por seis meses había dejado a las familias de los mineros con presupuestos reducidos para comida y ni pensar en regalos. La Western Federation of Miners (WFM) a través de su brazo femenino toman parte en los hechos y se disponen a celebrar una fiesta navideña para las familias y los niños. De esta manera el salón italiano de Calumet recibió a cerca de 500 niños y 200 adultos que se presentaron en el lugar con motivo del festejo en el recinto que poseía una única vía de escape.

Avanzaba la noche y las familias, particularmente los niños, se concentraban cerca del escenario mientras se repartían los regalos. Es en ese instante cuando se escribe una nueva página de demandas obreras marcada por sangre y fuego de sus protagonistas.
Un hombre abre la una puerta de ingreso portando una insignia con la leyenda de "Citizens Alliance" propia de los grupos anti huelga financiados por los dueños de las minas. La gente al interior se estremece al escuchar las palabras del recién llegado: ¡Fuego!

Reinó el caos y una avalancha de gente corrió hacia la única puerta de escape. La puerta estaba bloqueada por fuera, y en el trayecto hombres, mujeres y niños eran pisoteados y asfixiados en la escalera que conducía a dicho portal, escapando de un "fuego" que no existía.

En total, esa noche mueren 73 personas, 59 niños, siendo la mayoría inmigrantes. Hubo familias que perdieron a todos sus hijos, como Frank y Josepa Klarich, que enterraron a sus tres hijas, Kristina (11), María (9) y Katarina (7). Sus pequeñas cruces están alineadas en una fila sobre sus tumbas en un cementerio al oeste de Calumet.

Los culpables que gritaron en el pasillo ese día para comenzar la tragedia nunca fueron identificados. No hubo procesados ni arrestados por causar tal cantidad de muertes.
fueron aliados de la gerencia de la mina o los propietarios que lo hicieron para desbaratar la fiesta de los mineros. Nadie fue procesado o incluso arrestado por causar la masacre.
Siempre es así: quienes tienen dinero y poder controlan la narración, silencian la verdad y frustran la justicia.

Muchos mineros dejaron atrás a Calumet después de esta tragedia, la huelga no logró sus demandas. Sin embargo, se consideró un punto de inflexión para la fortaleza sindical en el país del cobre en Michigan.

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No tenía idea de esta tragedia, que calza perfectamente con el protocolo de la época. La diferencia, notable respecto de nuestras tragedias en época de cuestión social, es que no necesariamente son militares quienes levantan sus armas, sino mercenarios de los empresarios mineros.

Buen tema sisterito.
 
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