¿Quién compra el petróleo del Estado Islámico?
Alejandro Martí09 diciembre 2014, 7:42 pm
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El 2 de septiembre de 2014, Jana Hybášková, representante de la Unión Europea en Irak, compareció en el Parlamento Europeo para discutir las implicaciones internacionales del avance del Estado Islámico en la región. Lo que parecía ser una simple sesión parlamentaria se acabó convirtiendo en una llamada de atención a los 27, cuando Hybášková acusó a ciertos países de la UE de importar petróleo del califato a través de Turquía.
La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre los representantes de la Unión Europea presentes en la reunión, que desde entonces han intentado averiguar qué países importan petróleo del Estado Islámico sin recibir respuesta alguna.
La Unión Europea, por su parte, negó rotundamente que existiera, directa o indirectamente, un comercio de contrabando de petróleo proveniente del Estado Islámico con destino a los países europeos. Sin embargo, sí que reconoció que había pruebas de la existencia de dicho contrabando en Turquía, el Kurdistán iraquí e Irán, y que no se podía garantizar que las importaciones de crudo de estos países no contuvieran, en cantidades ínfimas, petróleo procedente del califato
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¿Qué hay de cierto o de falso en estas acusaciones? ¿Compramos petróleo del Estado Islámico? ¿Qué países se benefician del contrabando de crudo procedente del califato?
La historia del contrabando de petróleo en Irak
Irak es un país cuya economía depende, en gran medida, de las exportaciones de petróleo. Por ello, cuando en 1990 Naciones Unidas implementó un embargo comercial contra el régimen iraquí, Saddam Hussein creó rutas de contrabando por las que poder vender el crudo que producía a los países vecinos, utilizando camiones y buques petroleros.
Después del colapso de Estado iraquí tras la invasión norteamericana de 2003, las actividades de contrabando de petróleo incrementaron en número. Sin otros ingresos, antiguos funcionarios del gobierno, milicias tribales, insurgentes y criminales iraquíes se hicieron con el control de un negocio que, en la época de Saddam Hussein, movía 2.000 millones de dólares al año
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La presencia norteamericana en Irak no ayudó a frenar e contrabando de petróleo, y durante los siguientes años se creó un negocio estable y generalizado en el que entraban el juego la corrupción de los políticos y las fuerzas de seguridad iraquíes. La refinería de Baiji, en el norte del país, es el caso más claro. Esta se encontraba bajo el control efectivo de los insurgentes, que pagaban sobornos al ejército y la policía para permitir la entrada y salida de camiones para, después, transportar el petróleo a Turquía, Jordania o Arabia Saudí.
Después de la invasión, la demanda de gasolina y otros derivados del petróleo se disparó por el uso de generadores que suplían la falta de electricidad en las grandes ciudades. Sin embargo, el suministro era muy limitado ya que las refinerías no podían procesar al mismo ritmo que la producción de crudo. Por ello, el Estado iraquí decidió subvencionar los precios de la gasolina para mantenerlos en unos límites razonables, lo que supuso una oportunidad de negocio para los contrabandistas, que robaban el crudo en Irak y lo vendían, a un precio mayor, en los países vecinos.
Por qué el Estado Islámico necesita recurrir al contrabando
La principal razón la que el Estado Islámico utiliza el contrabando de petróleo para financiar sus operaciones es logística. Antes del inicio de los bombardeos de la coalición, se calculaba que el califato producía unos 100.000 barriles de crudo al día (bpd) en Irak y Siria, que vendidos en el mercado negro reportaban unos beneficios de entre 2 y 6 millones de dólares al día
3. Sin embargo, a mitad de noviembre se estima que la producción había descendido hasta los 20.000-50.000 bpd
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Durante los últimos meses, el califato ha perdido el control sobre las refinerías con más capacidad de Irak en favor de los Peshmerga kurdos y del ejército iraquí. Por ello, el Estado Islámico se ha visto forzado a procesar el petróleo a pequeña escala, en refinerías rudimentarias que únicamente pueden satisfacer la demanda local de crudo y que son un blanco fácil para la aviación norteamericana
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Es por ello que el Estado Islámico se ve obligado a recurrir al contrabando de petróleo no procesado, ya que no dispone de las instalaciones necesarias para extraer todos los componentes del crudo. En Turquía, por ejemplo, sí que es posible procesar las cantidades de petróleo que el califato produce y que exporta a través de la frontera mediante camiones.
Refinerías de petróleo en Irak y Siria. Fuente: Institute for the Study of War
Ello ha llevado al Estado Islámico a una posición difícil en la que ha tenido que aumentar el precio de la gasolina en las ciudades que controla
7. Al contrario de lo que se esperaba, el califato no subvenciona los derivados del crudo que se venden en el mercado local, por lo que los precios siguen simplemente la ley de la oferta y la demanda. A menos petróleo que se puede procesar, menos gasolina se vende en el mercado, por lo que el precio de la gasolina se incrementa. De hecho, desde que la ciudad de Mosul cayó en manos de los yihadistas, se calcula que el litro de crudo refinado ha subido un 266%, de 750 dinares (0,64$/L) a 2.000 dinares iraquíes (1,73$/L)
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La conexión siria
Existen dos maneras de exportar petróleo desde Siria hacia Turquía. La primera es llevar directamente el cargamento desde los campos petrolíferos sirios hasta la frontera turca, al pueblo de Akçacale, apenas unos 100 kilómetros al norte de Raqqa, la ‘capital’ del califato. Es una ruta segura, ya que el Estado Islámico controla toda la franja de territorio y que se puede recorrer rápidamente. De hecho, durante mucho tiempo esta fue la ruta preferida por los contrabandistas, que se camuflaban entre los miles de refugiados sirios que llegaban al puesto fronterizo cada día y que introducían, no sólo gasolina, sino personas, mercancías, armas y cualquier otro objeto que pudiera suponer un beneficio
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Sin embargo, llegar hasta Akçacale ya no es una opción para los contrabandistas. El incremento de la vigilancia en la frontera y los bombardeos de la coalición han obligado a buscar soluciones más arriesgadas pero que permitan un mayor beneficio.
En los últimos meses, ha habido un incremento considerable del contrabando de petróleo en la zona de Reyhanli y Hacipasa, ambas localidades situadas en la provincia de Hatay, al oeste de Alepo. Los contrabandistas han llegado a construir oleoductos ‘caseros’ de más de 3 km de longitud y que cruzan el río Orontes con la ayuda de maquinaría especializada
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Una vez en Turquía, el crudo sin procesar puede llegar a las refinerías de petróleo y ser vendido localmente o ser transportado hasta el puerto de Ceyhan, muy cercano a la frontera siria, desde donde se puede vender a todo el mundo.
Es imposible negar que las autoridades turcas están al corriente del contrabando de petróleo procedente de territorio controlado por el Estado Islámico. Hasta el verano pasado, cuando la presión de los países de la Alianza sobre Ankara se incrementó, el gobierno turco no parecía muy preocupado por las consecuencias que la venta de crudo ilegal podía tener en su territorio.
En un primer momento se comentó que la pasividad de Turquía hacia el contrabando de petróleo se debía a los 49 diplomáticos turcos secuestrados por los yihadistas en Mosul tras la toma de la ciudad
12. Sin embargo, la situación no ha cambiado tras su liberación.
¿Por qué permite Turquía el contrabando de crudo? Es posible pensar que Ankara prefiere un Estado Islámico como vecino con el que poder negociar que un gobierno de Assad, contrario a Turquía y favorable a Irán. Por el momento, el gobierno turco siempre ha negado que hubiera cualquier acuerdo, tácito o no, entre Ankara y los yihadistas, pero sus acciones indican que hay una clara confluencia de intereses entre ambos.
Puede que exista una explicación más sencilla. Turquía importa el 90% del crudo que consume, y antes de la aparición del Estado Islámico, el 17% del petróleo provenía de Irak
13. Con la actual crisis y sin poder buscar otros proveedores, Turquía ha tenido que negociar con aquellos grupos que controlan el petróleo iraquí, los Peshmerga y el Estado Islámico.
La carretera hacia Turquía e Irán pasa por el Kurdistán
A finales de noviembre, las autoridades del Kurdistán iraquí arrestaron a once contrabandistas kurdos acusados de comprar crudo del Estado Islámico para luego revenderlo en Turquía e Irán
14. En un gran espectáculo público, los Peshmerga quemaron los camiones de los contrabandistas, mientras los fotógrafos aprovechaban el momento.
Y sin embargo, la realidad es más compleja. En un reportaje de la revista alemana Die Zeit
15 aparecía una entrevista a unos Peshmerga kurdos que habían estado luchando contra los yihadistas en Tikrit:
“Hace seis semanas recibimos la orden de no disparar contra los camiones cargados de crudo [procedentes de Tikrit, controlado por el Estado Islámico].” Estuvieron pasando toda la mañana hasta bien entrada la tarde, y se dirigían hacia las áreas controladas por los kurdos, para ser vendidos en el mercado local.
La historia muestra perfectamente que el negocio del contrabando creado por el Estado Islámico funcionará mientras haya personas corruptas o desesperadas, sin importar los bombardeos de la coalición o la amenaza de cárcel.
La realidad es que el Estado Islámico ha estado exportando petróleo hacia la región controlada por los Peshmerga kurdos desde que se hizo con los campos petrolíferos en Irak. Los dos principales puntos de distribución son Kirkuk, en el norte, y Tuz Khurma, en el este
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Aquellos camiones que se dirigen a Kirkuk, se suelen confundir entre convoyes de camiones cargados con petróleo extraído del Kurdistán iraquí y que se dirigen a la frontera kurda para vender legalmente el crudo. Por ello, una vez pasadas las primeras líneas de los Peshmerga, es imposible establecer una diferencia entre el petróleo legal y el de contrabando.
La segunda ruta de contrabando que sigue el petróleo del Estado Islámico pasa por la localidad de Tuz Khurma antes de dirigirse hacia la frontera iraní. Para los yihadistas, esta es la ruta más corta y la más sencilla de atravesar, ya que transcurre por zonas que no están del todo controladas por los Peshmerga. A pesar de que Tuz Khurma está, en teoría, bajo el control de la Autoridad Regional Kurda, los funcionarios no reciben sus salarios desde hace meses, y sus fuerzas de seguridad no tienen mayor apoyo que el de sus propios vecinos, por lo que estos recurren al contrabando como medio de subsistencia
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La Unión Europea importa crudo del califato. ¿Realidad o mito?
A finales de abril de 2013, la Unión Europea levantó el embargo a Siria sobre la venta de petróleo que había establecido dos años antes, con la intención de proveer de una fuente de ingresos a los rebeldes moderados que combatían a la vez contra Assad y contra los yihadistas cercanos a al-Qaeda
18. Una buena idea que presentaba algunos problemas. El primero, que la mayoría de pozos petrolíferos en Siria no estaban en manos de los rebeldes moderados, sino de los yihadistas.
Aún así, la decisión permitía que las compañías petrolíferas se pudieran establecer en Siria, reabrir los pozos, extraer petróleo y exportar y vender legalmente el crudo a países de la Unión Europea. ¿Es posible que la UE comprara entonces petróleo procedente de los yihadistas?
La realidad es que es muy poco probable que sucediera así. Por aquel entonces los pozos petrolíferos se encontraban en malas condiciones y ninguna empresa habría arriesgado las vidas de sus empleados para extraer crudo. En el caso de que los propios rebeldes hubieran intentado exportar el petróleo a través de el único puerto disponible para este fin, Ceyhan en Turquía, se habrían encontrado con otro problema, el pago. Las transacciones entre ambas partes serían fuertemente vigiladas por todos los actores internacionales, especialmente por Estados Unidos. Teniendo en cuenta que la transacción se realizaría en dólares es muy poco probable que EEUU permitiera dicha operación, teniendo en cuenta que el país no ha levantado sus sanciones contra Siria. Por último, la maraña de grupos rebeldes habría hecho imposible certificar la legalidad del petróleo, ya que la Union Europea incluyó a al-Qaeda en la lista de organizaciones terroristas e impuso, en 2010, sanciones contra sus líderes y contra toda entidad ligada a los yihadistas
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Entonces, ¿es posible que algún país de la Unión Europea haya comprado petróleo procedente del Estado Islámico?
Sí, pero no de forma consciente. Con la cantidad de petróleo procedente del contrabando que circula en estos momentos por el sur de Turquía, y con la falta de control del gobierno turco en este asunto, es muy probable que partidas de petróleo importadas legalmente desde el Kurdistán iraquí o desde Irak hayan acabado mezcladas con crudo del Estado Islámico.
De hecho, como he explicado antes, en Irak, los yihadistas camuflan sus camiones entre los convoyes ‘legales’ que se dirigen hacia la frontera turca y cuyo contenido es procesado en las refinerías turcas. No es de extrañar que este petróleo haya acabado en el oleoducto que se dirige al puerto de Ceyhan, y que desde allí haya sido embarcado con rumbo a algún país de la Unión Europea.