el cobre fue solo un ejemplo, pero no cambia el hecho de que si vendes el cobre tal y como nos lo venden a nosot, tendriamos que competir con paises como china e igualar sus costos de produccion, lo que es una locura, ellos simplemente tienen barreras de entrada que Chile no puede superar
pero si no te inbteresa el cobre podriamos hablar de tecnologia de punta, ahí entramos a competir contra Sur Corea o Japon y llevan decadas de ventaja y eso tambien les a barreras de entrada
pero ya que hablas tanto de cambiar la matris productiva, que propones, a mi me gustaria en Chile un par de centrales nucleares, pero esta el temita de los sismos, que la mayoria de las cosas hechas por chilenos sale mal (the chilean wey) y por ultimo y no menos importante los desechos nucleares, y por estos motivos lo hace inviable, pero que propones tu en concreto
Claro, si te planteas en 5 o 10 años, comenzar a exportar manufactura, de lleno estás perdido, porque China tiene más tecnología, y su mano de obra es bastante más barata, pero lo mismo sucede si lo pensamos con el caso de la materia prima: nuestros vecinos tienen tantos o más recursos que nosotros, pero una mano de obra bastante más reducida, y nuestro plus, el orden institucional, durante la última década ha sido adquirido por países como Perú y Colombia conforme se ordenan internamente. Igualmente, debe existir un punto intermedio donde sí exista un salto cualitativo, sin plantearse una industrialización a lo china, porque no nos sirve, ni seguir siendo exportadores mayoritariamente de cobres y metales.
Estrategias iniciales podrían ser:
Un fondo soberano a lo sueco, o de EAU, con un amplio pese en contraste con el PIB, donde buena parte del excedente del cobre, se acumule y se evite de ese modo, la apreciación excesiva del peso chileno, lo cual termina siendo un grave problema para los exportadores menos competitivos en una primera instancia. El fondo soberano sueco, logró mantener la corona dentro de un margen de estabilidad sin registrar una sobre apreciación con los incrementos del precio del crudo tras la década del 2000. Con esto también evitamos que el Estado dependa en demasía de los ingresos del cobre, ya que actualmente su dependencia es evidente. Actualmente lo que sucede en Chile es todo lo contrario, las estimaciones del precio del cobre en el largo plazo se convierten en activos fijos de gastos corrientes, deteriorando la riqueza potencial del país. Se debe cambiar las estimaciones del precio del cobre en el largo plazo, y poner una cota de, por ejemplo, US$ 1,5 por libra, de paso elevaríamos el ahorro externo y disminuiríamos la dependencia, los nuevos productores menos competitivos lo agradecerían.
Otra medida significativa, podría ser un encaje ante ejercicios tipo Carry trade. Este encaje podría operar como una obligación a dejar parte de la inversión en el poder del BC, de modo que si alguien quiere ingresar 100 millones de dólares, 50 queden en poder de la autoridad monetaria, un encaje variable dependiente de diferentes factores. Con esto, se podría evitar que el carry trade aumente conforme el cambio se desvía en el largo plazo; que cambie en la medida del precio del cobre spot más crece en contraste con el la estimación en el largo plazo; que aumente cuando las tasas de interés entre EEUU y Chile se desvían. Evitando así, que los shocks internacionales afecten las inversiones en el país. Funcionaría como impuesto al especulador.
Impuestos diferidos entre los sectores más competitivos, y tradicionales, y los menos competitivos pero estratégicos. Un fondo destinado a empresas que operen en nuevos rubros, buscando de ese modo diversificar la matriz exportadora. Hay mucho dinero perdido en la minería, y si se recaba adecuadamente, se podría reutilizar en otros sectores que ahora sí que requieren apoyo fiscal o reducciones tributarias. Debemos recordar que hasta mediados de la década pasada, más o menos, la matriz exportadora era mucho más diversa que hoy, el incremento del precio del cobre, la reducción del dólar, y la apreciación del peso perjudicó bastante este avance. Los capitalistas tienden a invertir, en el mediano plazo, en los sectores donde el beneficio sea el más elevado, y si el precio del cobre está por los cielos, existiendo muchas maneras de deducir impuestos, por supuesto que optarán por invertir en la minería que en la agroindustria por ejemplo. Todo este excedente de los sectores tradicionales podría usarse en proyectos claves para potenciar regiones y rubros determinados, pero eso debiera estar determinado por ley.
Obviamente lo demás ya es conocido, mayor gasto en I&D, fundamental. Pero también una reforma en las universidades e institutos de ed. superior, es decir, si queremos por ejemplo (hipótesis), potenciar un nicho de energía nuclear, debe de existir una rama de ingenieros capaces de desarrollar la tecnología necesaria para tal industria. Y tal rama de la ingeniería ni existe en el país casi. Por el contrario, la ingeniería en minas es de las más demandadas... o sea, si quieres ganar $, y tienes cabeza, estudia como potenciar la tecnología minera antes que cualquier otra. Hoy en Chile, derechamente, sobran muchos profesionales pero también faltan muchos de otros campos. Aquí sí que se requiere mano firme, aunque lamentablemente con la educación privatizada no se puede implementar este objetivo.
Por último, pero no menos importante, PROCHILE debiera ser potenciado derechamente en las zonas de mayor crecimiento económico y demográfico. La cuenca del Asia Pacífico es fundamental, la demanda por alimentos por ejemplo, crece vertiginosamente, y solo 12 oficinas (no me he actualizado en lo último) en aquella región, la mayoría de las oficinas están en EEUU y Europa occidental, cuando precisamente, Europa está hace una década en crisis y/o estancamiento, y EEUU mantiene un crecimiento muy débil. En conclusión, el potencial de compradores es inferior al que podríamos tener.