Kititta
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III Parte: Fuera de la Ouija
Como dije antes no quiero latear el post con tanto texto. Les dejaré los link de los post que vaya escribiendo abajo para que puedan acceder más rápido a las otras partes.
Quedaron super asustados con la wea que les había pasado la última vez, además mi abuela más se asustaba con esas presencias en la casa. Así que decidieron buscar a alguien que bendijera la casa. Mi tía tenía a una conocida que era evangélica, era la polola de un amigo suyo. Así que ella fue a la casa a orar y pedir que lo que había en la casa se fuera.
La mina dijo lo típico, que esa era la casa de Dios, que ellos no tenían poder ahí. Estos estaban ahí y decidieron hacer la ouija para ver que le respondía a esta cabra, ella puso la biblia abierta en la mesa y dijo que con la palabra de Dios no pasaría nada malo. Lo cuático es que la ouija empezó a deletrear letra por letra de todo lo que estaba escrito en esas hojas de la biblia Salmo 91 hasta que terminó un párrafo completo, dice mi viejo que la mina nunca más fue a la casa.
- Esta es una wea que le pasó a mi abuelo, recuerdan que les conté que tenía un carretón y hacía fletes o vendía cosas? Bueno esto le pasó a la yegua que tenía, era una yegua joven, negra. En la noche mi abuelo sintío a la yegua relinchar y pegar patadas a una cerca de madera.
Salió a mirar que tenía y la yegua estaba como loca, transpirando y acorralada en la pared.
Mi abuelo miró y había un potrillo, negro como la madre. Mi abuelo quedó pa la cagá porque no habia ni cachao cuando le habían preñado al animal ni la vio con guata tampoco. Fue a avisarle a mi abuela y cuando los dos volvieron ya no había nada. Y la yegua seguía transpirando y asustada. La yegua no tenía rastros de haber parido.
- Antes de que mis abuelos se fueran a vivír a la casa que todos conocemos, estuvieron arrendando una pieza en una pensión.
Mi abuela estaba ordenando la ropa, y su ventana daba al patio común. Desde ahí vio al viejo que vivía en el piso de abajo, tirado en una silla y durmiendo de guata al sol, curao a toda raja y con las patas abiertas. Mi abuela se enojó al ver al viejo cochino durmiendo toda la tarde en día de semana. En la tarde llegó mi abuelo y le dijo: .- No sabí na´ lo que pasó ayer, se murió el Mexicano (así le decían al viejo). Y mi abuela dijo: - No, te equivocaste si recién lo ví afuera, estuvo durmiendo toda la tarde. Miró por la ventana y no estaba ni la silla del viejo. Mi abuela casi se caga. El viejo andaba penando.
- El vecino de mis abuelos también tenía un carretón, pero era más "pudiente" y tenía caballos. Una noche mis tios y mis abuelos escucharon a los caballos correr en alacalle, no los veían pero los sentían pasar. Y en esa época no había calles pavimentadas, sino adoquines, esas weas suenan muy fuerte cuando los caballos pasan. Era tanto el boche que al otro día mi abuelo fue a preguntar qué había pasado y el vecino le aseguro que sus caballos estaban atrás y no habían salido. El mismo cuento se repitió varias noches y sólo en la casa de mis abuelos se escuchaban los caballos afuera yendo desde la calle hacía el final de la calle.
Mi abuelo siempre pensó que al final de la cuadra había un entierro. Pero nunca fueron a cavar por si encontraban algo.
(para los que no saben un entierro es un lugar donde puede haber plata, un cuerpo, o alguna brujería)
- Una vecina de mi abuela había fallecido recientemente, era una vieja bien conocida en el sector. La estaban velando en su casa.
Mi abuela estaba durmiendo y se despertó a media noche viendo que a los pies de su cama había una persona de blanco como media dormida que la miraba como dormía. Mi abuela ya estaba curá de espanto, según ella no le tuvo miedo, reconoció a su comadre y le dijo que se fuera, la echó varias veces hasta que desapareció y siguió durmiendo. Se despertó nuevamente y la vecina estaba al lado suyo agarrándole el brazo, cuenta mi viejo que mi abuela sintió como un hielo en el brazo, y echó de nuevo a la señora, pero a cada rato la despertaba, no le decía nada, pero la miraba, no la dejó dormir en toda la noche, cada vez que abría los ojos la señora estaba ahí.
Bueno, pasó bastante tiempo desde que habían comenzado a usar la ouija, según mi viejo las weas se calmaron un poco. Mi viejo conoció a mi mamá en el liceo y después se tuvo que ir al servicio militar en Dictadura, lo mandaron a la chucha, primero a Punta Arenas, después a Puerto Williams y la isla Lennox.
Ya he contado parte de las weas que le pasaron allá, pero me centraré en las que más recuerda mi viejo.
- Cuenta que como era pendejo a él y a otros pelaos los mandaron a cuidar una parcela, haciendo turnos en la noche.
La wea es que siempre entraban y salian camiones. Ellos tenían prohibido entrar a la parcela, eran varios kilómetros más adentro, pero siempre escuchaban gritos y boches. Una vez unos amigo suyos aprovecharon que no habían entrado camiones y fueron a cachar si se veía algo porque escuchaban risas, los weones llegaron más asustados que la chucha y no quisieron hablar.
La wea es que después contaron que estaba lleno de basura y huesos humanos (según ellos), y aún así se escuchaban conversaciones y risas en el hoyo donde estaban.
- Estaba en Puerto Williams, había llegado recién y lo mandaron a hacer ronda, era de día y tenía que custodiar con fusil un recinto que estaba en altura, lo protegía una reja alta y tenía unas piedras grandes en la subida onda para que cueste llegar arriba. Mi viejo recorría la reja, obviamente no iba a haber nadie, era casi un peladero y más encima a la chucha. Pero desde arriba divisó a un cabro con uniforme que trataba de subir las rocas y le extendía la mano, mi viejo no cacho si lo saludaba desde abajo o le extendía la mano para que lo ayudara.
Se extrañó, y quedó pensando que chucha hacer, si estaba en un recinto cerrado, además era pendejo aún. Empezó a caminar para avisarle a alguien que había visto gente abajo, y casi llegando a la garita se encontró con una bolsa negra, se acercó y era como un bulto, algo a lo mejor un perro acostado y fue cachando que era una persona que estaba negra, asi como pintada, en posición fetal afuera de una bodega, cacho que no se movía.
Mi viejo salió arrancando y fue a avisar a algún superior lo que había visto. El milico lo miró y le dijo:- weón te están penando. Hace dos meses habían dos cabros cuidando la armería y se prendió fuego, los dos murieron quemados. Estuvieron dos días afuera tapados con una lona esperando a que vinieran a buscarlos para entregárselos a los familiares.
- Otra wea que le pasó es que después de hacer la ronda, a media noche se fue a acostar. Habían camarotes de tres niveles y estaban a un metro aprox. de distancia uno del otro. Mi viejo se acostó, cagao de frio y se tapó con una frazada gruesa. Se estaba quedando dormido cuando siente que te tiran completamente la frazada, que era pesada, y queda colgando al camarote de abajo, mi viejo mira y abajo no había nadie durmiendo y al del frente estaba raja durmiendo hacia otro lado. También le pasó que veía gente paseándose por el pasillo cuando no había nadie más en el lugar, ni nadie tenía permiso de andar weando si no era su turno, y el turno era a la mierda en un sendero.
Encontramos una foto del lugar, estos eran los camarotes
Me quedan muchas cosas en el tintero, bastantes historias cuáticas, como cuando mis viejos se casaron y se fueron a vivir a esa casa, y años más tarde cuando muere mi abuela. Creo que este tema dará para una cuarta o quinta parte.
Primera Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-f...i-abuelos-y-bisabuelos.1250812/#post-22976540
Segunda Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-familia-de-mi-viejo-parte-ii-“sesión-de-espiritismo”.1251087/#post-22983976
Cuarta Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-familia-de-mi-viejo-parte-iv-ya-no-esta-sólo-en-la-casa.1258094/
Como dije antes no quiero latear el post con tanto texto. Les dejaré los link de los post que vaya escribiendo abajo para que puedan acceder más rápido a las otras partes.
Quedaron super asustados con la wea que les había pasado la última vez, además mi abuela más se asustaba con esas presencias en la casa. Así que decidieron buscar a alguien que bendijera la casa. Mi tía tenía a una conocida que era evangélica, era la polola de un amigo suyo. Así que ella fue a la casa a orar y pedir que lo que había en la casa se fuera.
La mina dijo lo típico, que esa era la casa de Dios, que ellos no tenían poder ahí. Estos estaban ahí y decidieron hacer la ouija para ver que le respondía a esta cabra, ella puso la biblia abierta en la mesa y dijo que con la palabra de Dios no pasaría nada malo. Lo cuático es que la ouija empezó a deletrear letra por letra de todo lo que estaba escrito en esas hojas de la biblia Salmo 91 hasta que terminó un párrafo completo, dice mi viejo que la mina nunca más fue a la casa.
- Esta es una wea que le pasó a mi abuelo, recuerdan que les conté que tenía un carretón y hacía fletes o vendía cosas? Bueno esto le pasó a la yegua que tenía, era una yegua joven, negra. En la noche mi abuelo sintío a la yegua relinchar y pegar patadas a una cerca de madera.
Salió a mirar que tenía y la yegua estaba como loca, transpirando y acorralada en la pared.
Mi abuelo miró y había un potrillo, negro como la madre. Mi abuelo quedó pa la cagá porque no habia ni cachao cuando le habían preñado al animal ni la vio con guata tampoco. Fue a avisarle a mi abuela y cuando los dos volvieron ya no había nada. Y la yegua seguía transpirando y asustada. La yegua no tenía rastros de haber parido.
- Antes de que mis abuelos se fueran a vivír a la casa que todos conocemos, estuvieron arrendando una pieza en una pensión.
Mi abuela estaba ordenando la ropa, y su ventana daba al patio común. Desde ahí vio al viejo que vivía en el piso de abajo, tirado en una silla y durmiendo de guata al sol, curao a toda raja y con las patas abiertas. Mi abuela se enojó al ver al viejo cochino durmiendo toda la tarde en día de semana. En la tarde llegó mi abuelo y le dijo: .- No sabí na´ lo que pasó ayer, se murió el Mexicano (así le decían al viejo). Y mi abuela dijo: - No, te equivocaste si recién lo ví afuera, estuvo durmiendo toda la tarde. Miró por la ventana y no estaba ni la silla del viejo. Mi abuela casi se caga. El viejo andaba penando.
- El vecino de mis abuelos también tenía un carretón, pero era más "pudiente" y tenía caballos. Una noche mis tios y mis abuelos escucharon a los caballos correr en alacalle, no los veían pero los sentían pasar. Y en esa época no había calles pavimentadas, sino adoquines, esas weas suenan muy fuerte cuando los caballos pasan. Era tanto el boche que al otro día mi abuelo fue a preguntar qué había pasado y el vecino le aseguro que sus caballos estaban atrás y no habían salido. El mismo cuento se repitió varias noches y sólo en la casa de mis abuelos se escuchaban los caballos afuera yendo desde la calle hacía el final de la calle.
Mi abuelo siempre pensó que al final de la cuadra había un entierro. Pero nunca fueron a cavar por si encontraban algo.
(para los que no saben un entierro es un lugar donde puede haber plata, un cuerpo, o alguna brujería)
- Una vecina de mi abuela había fallecido recientemente, era una vieja bien conocida en el sector. La estaban velando en su casa.
Mi abuela estaba durmiendo y se despertó a media noche viendo que a los pies de su cama había una persona de blanco como media dormida que la miraba como dormía. Mi abuela ya estaba curá de espanto, según ella no le tuvo miedo, reconoció a su comadre y le dijo que se fuera, la echó varias veces hasta que desapareció y siguió durmiendo. Se despertó nuevamente y la vecina estaba al lado suyo agarrándole el brazo, cuenta mi viejo que mi abuela sintió como un hielo en el brazo, y echó de nuevo a la señora, pero a cada rato la despertaba, no le decía nada, pero la miraba, no la dejó dormir en toda la noche, cada vez que abría los ojos la señora estaba ahí.
Bueno, pasó bastante tiempo desde que habían comenzado a usar la ouija, según mi viejo las weas se calmaron un poco. Mi viejo conoció a mi mamá en el liceo y después se tuvo que ir al servicio militar en Dictadura, lo mandaron a la chucha, primero a Punta Arenas, después a Puerto Williams y la isla Lennox.
Ya he contado parte de las weas que le pasaron allá, pero me centraré en las que más recuerda mi viejo.
- Cuenta que como era pendejo a él y a otros pelaos los mandaron a cuidar una parcela, haciendo turnos en la noche.
La wea es que siempre entraban y salian camiones. Ellos tenían prohibido entrar a la parcela, eran varios kilómetros más adentro, pero siempre escuchaban gritos y boches. Una vez unos amigo suyos aprovecharon que no habían entrado camiones y fueron a cachar si se veía algo porque escuchaban risas, los weones llegaron más asustados que la chucha y no quisieron hablar.
La wea es que después contaron que estaba lleno de basura y huesos humanos (según ellos), y aún así se escuchaban conversaciones y risas en el hoyo donde estaban.
- Estaba en Puerto Williams, había llegado recién y lo mandaron a hacer ronda, era de día y tenía que custodiar con fusil un recinto que estaba en altura, lo protegía una reja alta y tenía unas piedras grandes en la subida onda para que cueste llegar arriba. Mi viejo recorría la reja, obviamente no iba a haber nadie, era casi un peladero y más encima a la chucha. Pero desde arriba divisó a un cabro con uniforme que trataba de subir las rocas y le extendía la mano, mi viejo no cacho si lo saludaba desde abajo o le extendía la mano para que lo ayudara.
Se extrañó, y quedó pensando que chucha hacer, si estaba en un recinto cerrado, además era pendejo aún. Empezó a caminar para avisarle a alguien que había visto gente abajo, y casi llegando a la garita se encontró con una bolsa negra, se acercó y era como un bulto, algo a lo mejor un perro acostado y fue cachando que era una persona que estaba negra, asi como pintada, en posición fetal afuera de una bodega, cacho que no se movía.
Mi viejo salió arrancando y fue a avisar a algún superior lo que había visto. El milico lo miró y le dijo:- weón te están penando. Hace dos meses habían dos cabros cuidando la armería y se prendió fuego, los dos murieron quemados. Estuvieron dos días afuera tapados con una lona esperando a que vinieran a buscarlos para entregárselos a los familiares.
- Otra wea que le pasó es que después de hacer la ronda, a media noche se fue a acostar. Habían camarotes de tres niveles y estaban a un metro aprox. de distancia uno del otro. Mi viejo se acostó, cagao de frio y se tapó con una frazada gruesa. Se estaba quedando dormido cuando siente que te tiran completamente la frazada, que era pesada, y queda colgando al camarote de abajo, mi viejo mira y abajo no había nadie durmiendo y al del frente estaba raja durmiendo hacia otro lado. También le pasó que veía gente paseándose por el pasillo cuando no había nadie más en el lugar, ni nadie tenía permiso de andar weando si no era su turno, y el turno era a la mierda en un sendero.
Encontramos una foto del lugar, estos eran los camarotes
Me quedan muchas cosas en el tintero, bastantes historias cuáticas, como cuando mis viejos se casaron y se fueron a vivir a esa casa, y años más tarde cuando muere mi abuela. Creo que este tema dará para una cuarta o quinta parte.
Primera Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-f...i-abuelos-y-bisabuelos.1250812/#post-22976540
Segunda Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-familia-de-mi-viejo-parte-ii-“sesión-de-espiritismo”.1251087/#post-22983976
Cuarta Parte:
http://www.antronio.cl/threads/la-familia-de-mi-viejo-parte-iv-ya-no-esta-sólo-en-la-casa.1258094/
Última edición:
soy una nena
. Estaré al pendiente de las próximas partes 
