Estaba en Puerto Williams, había llegado recién y lo mandaron a hacer ronda, era de día y tenía que custodiar con fusil un recinto que estaba en altura, lo protegía una reja alta y tenía unas piedras grandes en la subida onda para que cueste llegar arriba. Mi viejo recorría la reja, obviamente no iba a haber nadie, era casi un peladero y más encima a la chucha. Pero desde arriba divisó a un cabro con uniforme que trataba de subir las rocas y le extendía la mano, mi viejo no cacho si lo saludaba desde abajo o le extendía la mano para que lo ayudara.
Se extrañó, y quedó pensando que chucha hacer, si estaba en un recinto cerrado, además era pendejo aún. Empezó a caminar para avisarle a alguien que había visto gente abajo, y casi llegando a la garita se encontró con una bolsa negra, se acercó y era como un bulto, algo a lo mejor un perro acostado y fue cachando que era una persona que estaba negra, asi como pintada, en posición fetal afuera de una bodega, cacho que no se movía.
Mi viejo salió arrancando y fue a avisar a algún superior lo que había visto. El milico lo miró y le dijo:- weón te están penando. Hace dos meses habían dos cabros cuidando la armería y se prendió fuego, los dos murieron quemados. Estuvieron dos días afuera tapados con una lona esperando a que vinieran a buscarlos para entregárselos a los familiares.