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LAS DISTINTAS CARAS DE NAPOLEÓN BONAPARTE
El héroe y tirano FRANCIA París (AFP) Para Francia, Napoleón es una leyenda tan inmensa como embarazosa, en particular respecto a los países europeos que hoy son aliados de París y que dos siglos atrás fueron invadidos y sometidos. Su periodo histórico no genera la unanimidad de la Revolución Francesa, cuyo bicentenario se celebró con todo fasto en 1989.
La República sigue estando incómoda con Napoleón. Le debe tanto que no osa hablar al respecto. Es a la vez demasiado orgullosa y demasiado débil para hacerlo , analiza Steven Englund, historiador estadounidense radicado en Francia y autor de una biografía reciente.
El historiador Maurice Agulhon ya había evocado el problema insoluble planteado para las instituciones francesas actuales por el hombre que consolidó las adquisiciones de la Revolución, centralizó y fortaleció el país, lo dotó del Código Civil, del Banco de Francia, del Consejo de Estado y, sobre todo, de un poderío nunca recuperado posteriormente.
Jean Tulard, autor de unos cuarenta libros de historia, entre ellos el reciente Coronación del emperador Napoleón, afirma, por el contrario, que percibe como un inmenso suspiro de nostalgia nacional.
El equipo de fútbol de Francia brilla menos -ironiza- e inevitablemente nos volvemos hacia Napoleón, ya que Francia fue fuerte entonces, no sólo mediante las bayonetas sino también a través de los principios de la Revolución .
No obstante, celebrar a Napoleón, que puso a Europa bajo su bota desde Gibraltar hasta Varsovia, no aparece como un acto de tacto político en la actual Unión Europea. El suscitó en los países europeos que ocupó un amor a la patria exacerbado y sobre todo una desconfianza inédita hacia Francia, desconfianza que resurge hoy cada vez que un jefe de Estado francés actúa sin preocuparse por la opinión pública europea , sostiene Jourdan.
Por ahora no se han anunciado grandes festejos, con excepcion de la Sociedad Napoleonica.
GRAN BRETAÑA El vencido Los británicos consideran a Napoleón como una mezcla de dictador y de aventurero peligroso, cuya ambición de invadir Inglaterra fue impedida por las armas de dos grandes hombres, el almirante Nelson y Wellington.
El bicentenario esperado en Londres es el de la rotunda derrota infligida a los franceses (y a los españoles) en Trafalgar, el 21 de octubre de 1805. En general, los manuales escolares y los libros de historia británicos no evocan el papel de legislador y de organizador de Bonaparte, ni la vida cultura en tiempos del Imperio.
En cambio, señalan que el emperador fue el continuador de la Revolución Francesa. En los índices aparece la mayoría de las veces en el capítulo Guerras Napoleónicas . En cuanto a la persona de Napoleón, la tesis predominante es que el general corso no tenía ni fe ni ley, estaba cegado por su orgullo. El historiador Paul Johnson, que publicó en la colección Penguin Life una corta biografía de Napoleón, sostiene en ella que el Imperio preparó los totalitarismos del siglo XX.
ESLOVENIA Los agradecidos A diferencia de la mayoría de Europa, Eslovenia sigue honrando la memoria de Napoleón, que favoreció la emergencia del idioma y de la identidad de los eslovenos en lo que en esa época era Iliria.
Entre 1809, con el tratado de Schoenbrunn, y 1813, cuando Austria declaró la guerra a Francia, el país, que se encontraba en el centro de las provincias ilirias, obtuvo ventajas y se produjo un avance de la identidad nacional estimulada por los ideales revolucionarios, recuerdan los historiadores.
Pese a que se registraron algunas revueltas campesinas, los eslovenos, entonces súbditos de los Habsburgo, obtuvieron por vez primera la igualdad de derechos y su lengua se enseñó por primera vez en las escuelas en virtud de un decreto del gobernador, el general Auguste de Marmont.
HAITI El esclavista Para los haitianos, Napoleón es un cruel esclavista que traicionó los ideales de la Revolución Francesa al restablecer la esclavitud.
Fue él quien hizo detener por traición en 1802 al general Francois Toussaint Louverture, precursor de la independencia haitiana que había reunificado la isla para Francia sacando de allí a ingleses y españoles, para ser enviado a un calabozo glacial en Fort de Joux, cerca de Suiza, donde murió de pena y de privaciones , recuerda el historiador haitiano George Michel.
En 1802, Bonaparte envía a Haití -entonces Santo Domingo, una de las colonias más ricas de la época- la expedición más formidable y más lejana que Francia hubiera lanzado jamás. El verdadero objetivo es restablecer la esclavitud abolida por la Convención en 1794 y que será efectivamente restablecida en Martinica, Guyana y Guadalupe. Es el anuncio del restablecimiento de la esclavitud en julio de 1802 en Guadalupe, por el general Antoine Richepanse lo que desata la guerra de la independencia haitiana , dice el historiador.
La esclavitud fue recientemente declarada crimen contra la humanidad y Napoleón está asociado a este crimen contra la humanidad , concluye Michel.
BOLIVAR Bolívar, que se encontraba en París para la coronación, no fue inmune ante la historia del líder francés. No concibo que nadie sea partidario del Primer Cónsul (...) Admiro sus talentos militares pero cómo no veis que el único objeto de sus actos es apoderarse del poder? , dirá El Libertador , quien en ese entonces sólo tiene 21 años, en una de sus cartas. !Qué virtudes es preciso tener para poseer una inmensa autoridad sin abusar de ella! Puede tener interés ningún pueblo en confiarse a un solo hombre? Ah! estad convencidos, el reinado de Bonaparte será dentro de poco tiempo más duro que el de los tiranuelos a quienes ha destruido , advirtió en su momento el futuro héroe americano.
El héroe y tirano FRANCIA París (AFP) Para Francia, Napoleón es una leyenda tan inmensa como embarazosa, en particular respecto a los países europeos que hoy son aliados de París y que dos siglos atrás fueron invadidos y sometidos. Su periodo histórico no genera la unanimidad de la Revolución Francesa, cuyo bicentenario se celebró con todo fasto en 1989.
La República sigue estando incómoda con Napoleón. Le debe tanto que no osa hablar al respecto. Es a la vez demasiado orgullosa y demasiado débil para hacerlo , analiza Steven Englund, historiador estadounidense radicado en Francia y autor de una biografía reciente.
El historiador Maurice Agulhon ya había evocado el problema insoluble planteado para las instituciones francesas actuales por el hombre que consolidó las adquisiciones de la Revolución, centralizó y fortaleció el país, lo dotó del Código Civil, del Banco de Francia, del Consejo de Estado y, sobre todo, de un poderío nunca recuperado posteriormente.
Jean Tulard, autor de unos cuarenta libros de historia, entre ellos el reciente Coronación del emperador Napoleón, afirma, por el contrario, que percibe como un inmenso suspiro de nostalgia nacional.
El equipo de fútbol de Francia brilla menos -ironiza- e inevitablemente nos volvemos hacia Napoleón, ya que Francia fue fuerte entonces, no sólo mediante las bayonetas sino también a través de los principios de la Revolución .
No obstante, celebrar a Napoleón, que puso a Europa bajo su bota desde Gibraltar hasta Varsovia, no aparece como un acto de tacto político en la actual Unión Europea. El suscitó en los países europeos que ocupó un amor a la patria exacerbado y sobre todo una desconfianza inédita hacia Francia, desconfianza que resurge hoy cada vez que un jefe de Estado francés actúa sin preocuparse por la opinión pública europea , sostiene Jourdan.
Por ahora no se han anunciado grandes festejos, con excepcion de la Sociedad Napoleonica.
GRAN BRETAÑA El vencido Los británicos consideran a Napoleón como una mezcla de dictador y de aventurero peligroso, cuya ambición de invadir Inglaterra fue impedida por las armas de dos grandes hombres, el almirante Nelson y Wellington.
El bicentenario esperado en Londres es el de la rotunda derrota infligida a los franceses (y a los españoles) en Trafalgar, el 21 de octubre de 1805. En general, los manuales escolares y los libros de historia británicos no evocan el papel de legislador y de organizador de Bonaparte, ni la vida cultura en tiempos del Imperio.
En cambio, señalan que el emperador fue el continuador de la Revolución Francesa. En los índices aparece la mayoría de las veces en el capítulo Guerras Napoleónicas . En cuanto a la persona de Napoleón, la tesis predominante es que el general corso no tenía ni fe ni ley, estaba cegado por su orgullo. El historiador Paul Johnson, que publicó en la colección Penguin Life una corta biografía de Napoleón, sostiene en ella que el Imperio preparó los totalitarismos del siglo XX.
ESLOVENIA Los agradecidos A diferencia de la mayoría de Europa, Eslovenia sigue honrando la memoria de Napoleón, que favoreció la emergencia del idioma y de la identidad de los eslovenos en lo que en esa época era Iliria.
Entre 1809, con el tratado de Schoenbrunn, y 1813, cuando Austria declaró la guerra a Francia, el país, que se encontraba en el centro de las provincias ilirias, obtuvo ventajas y se produjo un avance de la identidad nacional estimulada por los ideales revolucionarios, recuerdan los historiadores.
Pese a que se registraron algunas revueltas campesinas, los eslovenos, entonces súbditos de los Habsburgo, obtuvieron por vez primera la igualdad de derechos y su lengua se enseñó por primera vez en las escuelas en virtud de un decreto del gobernador, el general Auguste de Marmont.
HAITI El esclavista Para los haitianos, Napoleón es un cruel esclavista que traicionó los ideales de la Revolución Francesa al restablecer la esclavitud.
Fue él quien hizo detener por traición en 1802 al general Francois Toussaint Louverture, precursor de la independencia haitiana que había reunificado la isla para Francia sacando de allí a ingleses y españoles, para ser enviado a un calabozo glacial en Fort de Joux, cerca de Suiza, donde murió de pena y de privaciones , recuerda el historiador haitiano George Michel.
En 1802, Bonaparte envía a Haití -entonces Santo Domingo, una de las colonias más ricas de la época- la expedición más formidable y más lejana que Francia hubiera lanzado jamás. El verdadero objetivo es restablecer la esclavitud abolida por la Convención en 1794 y que será efectivamente restablecida en Martinica, Guyana y Guadalupe. Es el anuncio del restablecimiento de la esclavitud en julio de 1802 en Guadalupe, por el general Antoine Richepanse lo que desata la guerra de la independencia haitiana , dice el historiador.
La esclavitud fue recientemente declarada crimen contra la humanidad y Napoleón está asociado a este crimen contra la humanidad , concluye Michel.
BOLIVAR Bolívar, que se encontraba en París para la coronación, no fue inmune ante la historia del líder francés. No concibo que nadie sea partidario del Primer Cónsul (...) Admiro sus talentos militares pero cómo no veis que el único objeto de sus actos es apoderarse del poder? , dirá El Libertador , quien en ese entonces sólo tiene 21 años, en una de sus cartas. !Qué virtudes es preciso tener para poseer una inmensa autoridad sin abusar de ella! Puede tener interés ningún pueblo en confiarse a un solo hombre? Ah! estad convencidos, el reinado de Bonaparte será dentro de poco tiempo más duro que el de los tiranuelos a quienes ha destruido , advirtió en su momento el futuro héroe americano.