El Conjuro se enfrenta a una demanda multimillonaria
El precio de la popularidad.
Los grandes estudios cinematográficos siempre recibieron demandas de aquí y allá y es por eso que tienen grandes equipos de abogados para resolver estas cuestiones. Sin embargo, parecería que se está volviendo una práctica más común en estos días o, tal vez, más pública.
La gente de Warner Bros. se enfrenta a una demanda por 900 millones de dólares por su franquicia El Conjuro (The Conjuring). La denuncia viene de parte de Gerald Brittle, autor del libro The Demonologists, libro sobre Lorraine y Ed Warren, los protagonistas de las películas. Brittle está demandando al estudio, al director, James Wan, a New Line Productions y a más involucrados, sosteniendo que tiene la exclusividad legal para contar la historia de los Warren.
Aparentemente, según Brittle, se firmó un acuerdo en 1978 que le daba esta exclusividad, y Lorraine Warren rompió dicho acuerdo cuando le permitió acceso a los archivos de su investigación a la gente de Warner. Lo que también acusa el actor es que su enorme equipo de abogados seguramente sabía sobre ese acuerdo, pero lo ignoraron completamente.
Las cosas se complicaron aún más cuando el abogado de Brittle envió una carta antes del estreno de El Conjuro 2 (The Conjuring 2, 2016), que fue rechazada por Warner, argumentando que no se trata de una adaptación de The Demonologist, sino de hechos históricos. Esto anularía todas las quejas de Brittle, salvo porque él mismo afirma que no es así, sino que es todo una ficción creada por los Warren.
¿Cómo terminará todo esto?
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