pandacongafas
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Poon Lim era un chino que trabajaba de mayordomo en un barco británico durante la segunda guerra mundial, el cual viajaba desde Ciudad del Cabo hasta Surinam. Los alemanes interceptaron el barco a unos 1200 km al este de la Amazonia, y un par de torpedos hundieron al barco en dos minutos. Lim fue el único hombre de los 53 de abordo que sobrevivió al ataque. El llevaría a cabo el récord al hombre que más ha sobrevivido en una balsa en el mar como náufrago. Nació en Hainan, en el archipiélago más grande del Mar del Sur de China. Fue a la escuela, no como la mayoría de los niños de su edad, gracias al dinero que mandaban sus hermanos, que trabajaban en fábricas.
A los 16, su padre, creyendo que la vida sería mejor en cualquier sitio y lejos del miedo de que se alistara a Lim en la lucha contra los japoneses, envió a su hijo junto a uno de sus hermanos en un barco de pasajeros británico, trabajando como grumete.
El barco en el que se incorporó Lim, el Ben Lomond, estaba armado pero se movía lentamente, y navegaba en soledad en su ruta desde Ciudad del Cabo hasta Surinam. El barco alemán U-172 lo interceptó el 23 de noviembre, y bombardeó el barco con dos torpedos. Mientras el barco se hundía, Poon Lim agarró un chaleco salvavidas y saltó por la borda antes de que las calderas del barco explotaran. Después de aproximadamente dos horas en el agua, encontró un cuadrado de madera de unos dos metros y medio cuadrados y se encaramó en ella.
La balsa tenía varios botes de galletas, una garrafa de 40 litros de agua, algo de chocolate, una bolsa de terrones de azúcar, algunas bengalas, dos botes de humo y una linterna. Al principio Poon Lim se mantuvo con vida bebiendo el agua y comiendo de la comida de la balsa, pero luego recurrió a la pesca y al agua de la lluvia, que recogía con la lona de su chaleco salvavidas.
El no nadaba muy bien y a veces se ataba una cuerda en su muñeca, la cual ataba al barco, por si caía al océano. Él cogió el cable de la linterna para hacer un anzuelo, y utilizó una cuerda de cáñamo para hacer el sedal. El también clavó clavos a lo largo de la balsa de madera y los dobló en forma de ganchos para pescar a peces más grandes. Cuando capturaba peces, él los habría con un cuchillo que había creado de una lata de galletas, que había afilado y secado con el cáñamo de la balsa. Una vez, una gran tormenta le sobrevino y se llevó todas las provisiones que tenía. Poon, que apenas se mantenía con vida, cazó un pájaro y se bebió su sangre para sobrevivir.
Cuando veía tiburones, no nadaba. En vez de eso, él intentaba pescarlos. Utilizó los restos del pájaro que había cazado como cebo. El primer tiburón que mordió el anzuelo no medía más de un metro. El tiburón agarró el cebo y tiró del sedal con mucha fuerza, pero con anterioridad, Poon había trenzado la cuerda del sedal, así que tenía más espesor y resistencia. También había envuelto sus manos en una lona para poder pescar a la bestia.
El tiburón le atacó una vez lo había conseguido montar en la balsa, así que él empleó la garrafa de agua, que estaba llena de agua de mar por la mitad como arma. Después de someter al tiburón, Poon Lim lo cortó y lo abrió. Entonces se bebió la sangre de su hígado. No había llovido durante días, y no tenía agua. La sangre calmó su sed. Él cortó varios filetes y los secó al sol, un manjar de Hainan. Poon también tenía que lidiar con las quemaduras del sol, el mar de mares, y la agonía de ver a algunos barcos pasar a lo lejos. Al principio, un cargador pasó no muy lejos de donde estaba, sin verlo, luego también contempló una patrulla de aviones de los Estados Unidos pasar cerca.
Poon pensaba que no le rescataron por ser chino. También sabía que era típico que los barcos alemanes dejaban náufragos que emboscaban a los enemigos. Un barco-U alemán vio al pobre Poon, pero no le rescató. Poon contó los días haciendo nudos en una cuerda, pero después de pasar tanto tiempo en el mar decidió que no tenía sentido contar los días, y empezó a contar las lunas llenas. Sin embargo, después de 133 días en el mar tres pescadores brasileños descubrieron la balsa.
Había perdido 9kg y se pasó cuatro semanas en un hospital, pero se recuperó plenamente. Hasta el día de hoy nadie ha estado tanto tiempo en una balsa en el mar. Es todo un récord… como dijo Poon en su testamento antes de morir, “espero que nadie tenga que romperlo.” El rey Jorge VI le galardonó con la Medalla del Imperio Británico, y la marina real incorporó su relato en los manuales de supervivencia. Después de la guerra, Poon Lim decidió emigrar a los Estados Unidos, pero la cuota para los inmigrantes chinos se había sobrepasado.
Sin embargo, debido a su fama y a la ayuda del senador Warren Magnuson, recibió un trato especial y se ganó la ciudadanía de los Estados Unidos. ¿Qué te ha parecido su historia? Realmente se armó de coraje para mantenerse con vida
Fuente: www.thevintagenews.com
A los 16, su padre, creyendo que la vida sería mejor en cualquier sitio y lejos del miedo de que se alistara a Lim en la lucha contra los japoneses, envió a su hijo junto a uno de sus hermanos en un barco de pasajeros británico, trabajando como grumete.
El barco en el que se incorporó Lim, el Ben Lomond, estaba armado pero se movía lentamente, y navegaba en soledad en su ruta desde Ciudad del Cabo hasta Surinam. El barco alemán U-172 lo interceptó el 23 de noviembre, y bombardeó el barco con dos torpedos. Mientras el barco se hundía, Poon Lim agarró un chaleco salvavidas y saltó por la borda antes de que las calderas del barco explotaran. Después de aproximadamente dos horas en el agua, encontró un cuadrado de madera de unos dos metros y medio cuadrados y se encaramó en ella.
La balsa tenía varios botes de galletas, una garrafa de 40 litros de agua, algo de chocolate, una bolsa de terrones de azúcar, algunas bengalas, dos botes de humo y una linterna. Al principio Poon Lim se mantuvo con vida bebiendo el agua y comiendo de la comida de la balsa, pero luego recurrió a la pesca y al agua de la lluvia, que recogía con la lona de su chaleco salvavidas.
El no nadaba muy bien y a veces se ataba una cuerda en su muñeca, la cual ataba al barco, por si caía al océano. Él cogió el cable de la linterna para hacer un anzuelo, y utilizó una cuerda de cáñamo para hacer el sedal. El también clavó clavos a lo largo de la balsa de madera y los dobló en forma de ganchos para pescar a peces más grandes. Cuando capturaba peces, él los habría con un cuchillo que había creado de una lata de galletas, que había afilado y secado con el cáñamo de la balsa. Una vez, una gran tormenta le sobrevino y se llevó todas las provisiones que tenía. Poon, que apenas se mantenía con vida, cazó un pájaro y se bebió su sangre para sobrevivir.
Cuando veía tiburones, no nadaba. En vez de eso, él intentaba pescarlos. Utilizó los restos del pájaro que había cazado como cebo. El primer tiburón que mordió el anzuelo no medía más de un metro. El tiburón agarró el cebo y tiró del sedal con mucha fuerza, pero con anterioridad, Poon había trenzado la cuerda del sedal, así que tenía más espesor y resistencia. También había envuelto sus manos en una lona para poder pescar a la bestia.
El tiburón le atacó una vez lo había conseguido montar en la balsa, así que él empleó la garrafa de agua, que estaba llena de agua de mar por la mitad como arma. Después de someter al tiburón, Poon Lim lo cortó y lo abrió. Entonces se bebió la sangre de su hígado. No había llovido durante días, y no tenía agua. La sangre calmó su sed. Él cortó varios filetes y los secó al sol, un manjar de Hainan. Poon también tenía que lidiar con las quemaduras del sol, el mar de mares, y la agonía de ver a algunos barcos pasar a lo lejos. Al principio, un cargador pasó no muy lejos de donde estaba, sin verlo, luego también contempló una patrulla de aviones de los Estados Unidos pasar cerca.
Poon pensaba que no le rescataron por ser chino. También sabía que era típico que los barcos alemanes dejaban náufragos que emboscaban a los enemigos. Un barco-U alemán vio al pobre Poon, pero no le rescató. Poon contó los días haciendo nudos en una cuerda, pero después de pasar tanto tiempo en el mar decidió que no tenía sentido contar los días, y empezó a contar las lunas llenas. Sin embargo, después de 133 días en el mar tres pescadores brasileños descubrieron la balsa.
Había perdido 9kg y se pasó cuatro semanas en un hospital, pero se recuperó plenamente. Hasta el día de hoy nadie ha estado tanto tiempo en una balsa en el mar. Es todo un récord… como dijo Poon en su testamento antes de morir, “espero que nadie tenga que romperlo.” El rey Jorge VI le galardonó con la Medalla del Imperio Británico, y la marina real incorporó su relato en los manuales de supervivencia. Después de la guerra, Poon Lim decidió emigrar a los Estados Unidos, pero la cuota para los inmigrantes chinos se había sobrepasado.
Sin embargo, debido a su fama y a la ayuda del senador Warren Magnuson, recibió un trato especial y se ganó la ciudadanía de los Estados Unidos. ¿Qué te ha parecido su historia? Realmente se armó de coraje para mantenerse con vida
Fuente: www.thevintagenews.com