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El 46% de los ucranianos lamenta la desaparición de la URSS, según el estudio realizado por el Grupo Reiting en diciembre del 2010.oye davixon ponte una polera del che guevara y parate en cualquier plaza publica en ucrania , polonia, estonia o la republica checa
veremos que va pasarte
El 46% de los ucranianos lamenta la desaparición de la URSS, según el estudio realizado por el Grupo Reiting en diciembre del 2010.
El 36% no lo lamentan. El 18% no responden a la pregunta. Logicamente, los jóvenes son los que menos echan de menos la URSS. Solo el 19% de los jóvenes son nostálgicos (claro, los jóvenes no vivieron la URSS, solo conocen la propaganda antisoviética). En cambio, el 69% de los mayores encuestados sienten nostalgia por la URSS.
También hay diferencias geográficas:
La nostalgia es más fuerte en el Donbass (65%), el Sur (58%) y el Este del país (55%), en cambio es mucho menor en el oeste del país (18%).
Es algo más fuerte entre mujeres (49%) que entre los hombres (42%). También es más fuerte en los centros urbanos que en los rurales (48% frente al 40%).
Afecta más a las minorías rusas de Ucrania que a la población ucraniana (69% entre rusos, 43% entre ucranianos).
En cuanto a las lenguas, los que tienen el ruso como lengua materna son más nostálgicos (57%), frente a los que tienen el ucraniano (37%). También son muy nostálgicos los que son bilingües y tienen el ruso y el ucraniano como lengua materna (49%).
La encuesta fue realizada por el grupo Reiting (Ucrania) entre el 11 y el 18 de diciembre del 2010. 2000 personas fueron entrevistadas.
¿Añorando el socialismo?
Por: Roldán Tomás Suárez *
13 años después de iniciado el proceso de privatizaciones en Polonia, cuando prácticamente todas las antiguas empresas públicas han pasado a manos privadas ¿qué opinan los polacos sobre los resultados?, ante la pregunta “¿La privatización ha tenido un efecto positivo o negativo sobre la economía?”, el 87% de los encuestados respondió “negativo”.
Recientemente uno de los periódicos de mayor circulación en Polonia (“Gazeta Wyborcza”, 05-06-02), publicó los resultados de una encuesta cuyo propósito era explorar qué opinaban los habitantes de ese país acerca de las bondades que había traído para su economía el proceso de privatización de las empresas del Estado, iniciado en 1989.
Recordemos que ese año Polonia empezó a transitar un camino político que la llevó, finalmente, a abandonar el régimen socialista -que la había gobernado ininterrumpidamente durante 45 años- para iniciar la construcción de una sociedad ajustada a los cánones del mundo capitalista. En aquel entonces la privatización de las empresas del Estado se planteó como la forma más expedita de pasar rápidamente de un sistema en el que el Estado monopolizaba todas las actividades económicas, a un sistema de libre mercado donde un conjunto de agentes económicos competiría por satisfacer al consumidor con sus productos. Dicha competencia debía ser el principal motor de la productividad, y por tanto, del mejoramiento de la calidad y de los precios de los bienes de consumo. De hecho, ante el mal estado en el que se encontraba la economía polaca en aquel momento, la privatización era presentada como la vía ideal tanto para revitalizar dicha economía, como para generar ingresos adicionales al erario público. Estos últimos le permitirían al Estado cumplir con el cúmulo de compromisos que le imponía el extensísimo sistema de protección social heredado del socialismo.
Pues bien, 13 años después de iniciado ese proceso, cuando prácticamente todas las antiguas empresas públicas han pasado a manos privadas -por lo general extranjeras, en el caso de empresas grandes- ¿qué opinan los polacos sobre los resultados? ¿Se han cumplido sus expectativas? Veamos.
Según la mencionada encuesta, ante la pregunta “¿La privatización ha tenido un efecto positivo o negativo sobre la economía?”, el 87% de los encuestados respondió “negativo” y sólo el 7% dijo que “positivo”. Ante la pregunta: “¿Cuál de estas expresiones describe mejor la privatización?”, el 74% respondió “robo” o “remate”, mientras que sólo el 18% escogió la palabra “venta”. Ante la pregunta “¿Se han privatizado demasiadas empresas del Estado o muy pocas?”, el 78% respondió “demasiadas” y sólo el 3% dijo que “muy pocas”. Finalmente, ante la pregunta “¿Debería el Estado re-comprar las empresas que fueron privatizadas, incluyendo aquellas que se encuentran hoy al borde de la quiebra?”, el 69% respondió “sí”, y sólo el 18% dijo “no”.
“Gazeta Wyborcza” resume con visible pesar estos resultados: “13 años después de haberse iniciado la re-estructuración de la economía nacional, al 75% de los polacos la privatización les suena a robo o remate”.
Pero estos resultados podrían tener un significado mucho más profundo. Recordemos que la privatización no puede ser considerada, simplemente, como un aspecto más de las transformaciones ocurridas en Polonia desde 1989. La privatización toca la esencia misma de ese proceso, a saber, la creación de una economía capitalista. De modo que el rechazo al proceso de privatización -más aún, la voluntad de revertirlo- parece apuntar, en el fondo, hacia un rechazo a la totalidad del proceso de transformación sufrido por ese país.
Ante esto, la pregunta que inmediatamente se impone es: ¿Estarán arrepintiéndose los polacos de haber abandonado el régimen socialista?
Ciertamente la tendencia de opinión antes descrita no es un fenómeno aislado. Poco se menciona que las dos últimas elecciones en Polonia (las presidenciales y las parlamentarias) fueron ganadas por amplio margen por el partido Alianza de Izquierda Democrática, que se reconoce abiertamente como sucesor del extinto partido comunista polaco.
A la vez, los partidos que nacieron en el seno de “Solidaridad” han sufrido una pérdida notable de popularidad en los últimos años -llegando, incluso, algunos de ellos, a desaparecer casi por completo de la escena política. Como resultado de esto, el 75% del Parlamento polaco se encuentra actualmente en manos de partidos que se manifiestan en contra de la privatización de la economía. Vale la pena mencionar, también, que el propio Lech Walesa, líder legendario de “Solidaridad” y símbolo viviente de la caída del socialismo, recibió menos del 10% de los votos en las pasadas elecciones presidenciales.
Por otra parte, las tendencias de opinión que acabamos de resumir encuentran perfecta justificación en la realidad socio-económica actual de Polonia. Las promesas económicas de la privatización se cumplieron, si acaso, sólo en un pequeño grado.
Ciertamente hubo una mejoría en la calidad de los productos y servicios. Sin embargo, muchos de estos productos ahora ya no son accesibles para una buena parte de la población. Tal mejoría, además, no fue precisamente de los productos polacos. La mayor parte de éstos, simplemente, desapareció al no poder resistir la competencia con los productos extranjeros. Esto, obviamente, produjo una avalancha de cierres de fábricas, despidos y elevados índices de desempleo. Incluso la industria pesada y la minería -otrora pilares de la economía polaca- fueron colocados al borde de la quiebra.
Finalmente, el aparato público de protección social ha sido desmantelado casi en su totalidad, por lo que un número creciente de habitantes no dispone de un adecuado acceso a la salud, a la educación, a la vivienda o a una jubilación digna.
Este complicado cuadro social se resume de manera más global y objetiva en el comportamiento del indicador macroeconómico conocido como el “coeficiente de Gini”. Dicho coeficiente fue diseñado para medir el grado de inequidad en la distribución de la riqueza en una sociedad. Su mínimo valor teórico (0) corresponde a una situación en que la riqueza de la sociedad se distribuye en partes iguales entre todos sus miembros. Por el contrario, su valor máximo (1) se daría en el caso de que un solo individuo se apropiase de toda la riqueza de la sociedad. A lo largo del siglo XX, sólo algunos países —en su mayoría socialistas, incluyendo a Polonia— lograron bajar el coeficiente de Gini a valores cercanos a 0,2. Pues bien, de acuerdo con diversas fuentes (revísese http://www.wider.unu.edu/wiid/data/POL.htm ), desde principios de los 90 esta variable ha presentado un sostenido crecimiento en Polonia. De hecho, actualmente roza el 0,4, superando el promedio de los países europeos (0,3) y acercándose peligrosamente a los niveles de inequidad propios del Tercer Mundo.
Todo esto, según creo, apunta hacia cuatro cuestiones de gran importancia. La primera es muy simple: quizás el socialismo que se construyó en Europa del Este, con todas sus insuficiencias, no era tan malo como lo pintaban (aunque los polacos, quizás, estén descubriéndolo demasiado tarde). La segunda es la siguiente: ¿hasta qué punto es lícito utilizar el desmoronamiento del bloque socialista como prueba de que el capitalismo satisface las aspiraciones humanas mejor que cualquier otro tipo de sociedad? El tercer asunto es este: ¿cuántas más “experiencias” como la de Polonia o la de Argentina necesitaremos para convencernos de los nefastos efectos de una privatización desenfrenada que aniquila los bienes públicos de una sociedad? Y, finalmente, el tema más difícil e insondable, casi abismal: los polacos, al menos, aún tienen algo que añorar... ¿Qué añoraremos los latinoamericanos?
* Publicado en- EcoPortal.net
¿DECÍAS?
¿DECÍAS?
El tema es de genocidio comunista.
como siempre cagando fuerta tiesto.
Quien cagó fuera del tiesto fue tu hermano, David Vera, quien no se entera que en los países de la antigua URSS, buena parte de la población extraña y añora el socialismo.
En Rusia incluso se estima la figura de Stalin.
Quien cagó fuera del tiesto fue tu hermano, David Vera, quien no se entera que en los países de la antigua URSS, buena parte de la población extraña y añora el socialismo.
En Rusia incluso se estima la figura de Stalin.
Así?, entonces explicame, por qué si hay tanta gente en Rusia que añora el comunismo, casi nadie vota al partido comunista de Rusia, ahora que sí hay democracia?.
Y explicame entonces estas noticias, a que se deben, suceden en un mundo paralelo?:
República Checa: http://www.lagranepoca.com/articles/2007/05/20/643.html
http://www.publico.es/internacional/364151/el-gobierno-checo-pretende-ilegalizar-el-partido-comunista
Rusia: http://www.eluniversal.com.mx/internacional/55887.html
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=501152
Ucrania: http://www.20minutos.es/noticia/177867/l/
Polonia: http://www.45-rpm.net/?p=759
Rumania: http://www.libertaddigital.com/mundo/rumania-condena-oficialmente-el-comunismo-por-ilegitimo-y-criminal-1276295095/
Lituania: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7460000/7460573.stm
Letonia: http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=1693&blog=
Hungria: http://noticias.terra.com.ar/internacionales/hungria-penara-a-los-que-nieguen-crimenes-del-regimen-comunista,b4493857fa919210VgnVCM10000098f154d0RCRD.html
Bulgaria:
En los ex-países soviéticos el comunismo tiene muy mala fama ya que tuvieron que mamarselo por decenas de años, así que deja de mentir e inventar webadas ya que no tienes idea de lo que sucede allá.
En q juicio piensas q matar por hambre artificial más de 6.000.000 pueda ser aprobado por el mismo pueblo trangredido ?
Te recuerdo q en ucrania el parlamento reconocio y reprocho tales actos de exterminio en masa al igual q en muchos paises de Europa esta prohibido por ley cualquier símbolo comunista.
Gracias a Dios y toda persona q lucho contra la tirania del comunismo en no instaurarse en el mundo.
¿Vos conoces esos países, ignorante?
Me llega a dar risa como estos mamertos hablan de países que en su vida conocerán en base a la porquería que les enseñaron en primero medio.
¡Primero medio!
Vuelvo a reiterar, en la gran mayoría de los países de la extinta URSS, los ciudadanos añoran la época socialista, lo cual no es sinónimo a decir que se vote por el PC pues una cosa no lleva a la otra.
Se añora como funcionaba todo en aquel entonces, NO SE AÑORA QUE VUELVAN AL PODER, LOS MISMOS SINVERGÜENZAS QUE DESDE EL PC, BOICOTEARON TODO.
Son cosas distintas.
Es cosa de informarse un poco en el tema, leer las encuestas, que no son actuales, desde hace años que se sabía que la mayoría de las personas apoyó al proyecto soviético.
Lo cual incluso es lógico, ya que la transición al capitalismo generó más subdesarrollo, pobreza e inequidades que hasta entonces ERAN DESCONOCIDAS.
Al menos leo noticias y me informo de lo que sucede allá, no como tú que ni siquiera has salido de tú casa y que más encima jura que en esos países el comunismo es lo más popular que existe. El comunismo sólo sigue siendo popular en países bananeros (sudamerica y africa)
¿La mayoría de las personas apoyó el proyecto soviético?, pero si nisiquiera les preguntaron si lo querían o no, simplemente se lo impusieron por la fuerza...
Por favor gallinazo, te has retratado a la perfección.
Que haya una casta de mafiosos políticos que lo único que hacen es recordar el dramático pasado para borrar sus culpas es UNA COSA, pero de ahí, a decir que la población aborrece el socialismo, ES UNA ESTUPIDEZ.
La gente sabe que vivía mejor durante la era socialista que ahora. Una chica rusa tenía altas posibilidades de cumplir sus sueños como profesional, hoy no, Y TE DOY ESE DATO COMO EJEMPLO.
Lo de "más popular" te lo has inventado tú, así como te has creído que por buscarte un par de links me podrás de responder.
Por cierto, ¿a vos te preguntaron si querías neoliberalismo?
La gente es la que vota a su casta de mafiosos políticos, y precisamente son esos políticos los que toman la iniciativa de censurar al comunismo, por ende, indirectamente se trata de la gran mayoría de la población que es representada por esos políticos.
También resulta curioso que ese fenómeno anticomunista sólo se de en los países de Europa Oriental y no en la Europa Occidental, ¿será porque ellos tuvieron que vivirlo?.