Alemania no financia nada, sólo salva a sus bancos, que son los que le han prestado a los bancos de los países periféricos del Mediterráneo (España, Italia, Portugal y Grecia, sobre todo Grecia).
Lo que hay que entender es que en Alemania está buena parte del problema de toda la zona del Euro. Dos razones fundamentan este enunciado.
Primero, las reformas de Schröeder de carácter neoliberal buscaron hacer algo que nosotros ya nos conocemos por repetición y experiencia: flexibilizar el mercado laboral, reducir las prestaciones y la seguridad social. Como resultado en Alemania las brechas sociales se han incrementado durante la última década, y, la masa salarial como porcentaje del PIB ha disminuido importantemente, por lo que por obviedad se infiere que la masa de ganancias de capital han aumentado vertiginosamente. Las reformas de Schröeder llevaron a que la economía alemana se especializara en dos áreas fundamentales, la industria de exportación y la banca, ambos sectores son los que hoy dominan en Alemania. La industria de exportación vive de venderle sus productos a los vecinos del euros (especialmente españoles, griegos, portugueses e italianos), y a su vez, la banca vive de prestarle a sus colegas en el sur Mediterráneo (Ibíd. casos anteriormente señalados).
Segundo, la construcción misma de la Unión Europea, y el Euro como su moneda, tuvo mucho de influencia ortodoxa neoliberal en su parto. De hecho todo lo que significó el pacto de Maastrich, las limitaciones en el gasto público, en la deuda pública, la construcción de un único banco Central con la capacidad para emitir una moneda, le significaron a las economías -especialmente a las más periféricas- enormes consecuencias. Vayamos a uno de los puntos más relevantes, la construcción del euro, ésta, como moneda europea que corre para todos los miembros de la Unión (contando unas excepciones) perjudica enormemente a los productores menos competitivos, pues el euro es una moneda enormemente valorizada que le hace la competencia de tú a tú al dólar, y por tanto, los países con las industrias exportadoras más deficientes cayeron durante la última década en una estructural tendencia de déficit en cuenta corriente, ante lo cual debieron acudir a la balanza financiera para poder suplir dichas pérdidas, y he ahí donde entró la banca alemana, esta se enriqueció bastante prestándole dinero a los griegos, a los españoles y a los portugueses. Claro, no hablamos de que se le haya prestado dinero a los ciudadanos, sino que a los banqueros que eran quienes lo necesitaban para sus respectivos negocios. El problema se hizo notar cuando ya no había guita para financiar la deuda, que como se puede notar es de origen fundamentalmente privado (la deuda pública de España, por ejemplo era de las más bajas en Europa), y producto de las crisis y del estallido de la burbuja inmobiliaria en casos como el español, se corría el riesgo del default, lo cual va totalmente en contra de los intereses de la banca española.
Si, el Banco Central europeo actuase como un banco central de cualquier país actuaría conforme a dos mecanismos: i) política monetaria expansiva, ii) compra de la deuda pública de los países con déficit. Esto es lo que no ha hecho el BCE, el cual más que Banco Central, es un lobby de los banqueros -particularmente alemanes-, y lo que sí ha hecho es prestarle dinero a los bancos privados, a tasas de interés bastante baja, para que estos a su vez le presten dinero a los Estados, lo que ha conllevado a que se juegue especulativamente con sus bonos y su prima de riesgo.
Por eso es tan poco popular la figura del rescate en los países con crisis, como Grecia, porque el rescate no es más que la inyección de dinero en el sector financiero, y la imposición de medidas políticas y sociales altamente impopulares -además de ineficaces en lo económico pues enfrían aún más la demanda- , y por eso mismo no hay nada de despilfarro ni mucho menos. Precisamente los PIGS son dentro de la UE-15, los países que menos gasto social per cápita tenían.
Lo que hoy hace Merkel en Alemania cuando se niega a que el BCE actúe como cualquier BCE en el mundo, es velar por los intereses de sus banqueros, y en contra de los intereses de las sociedades. Pues bajar los tipos de interés, comprar deuda pública provocaría una considerable merma en las ganancias de los banqueros.
Como contrapartida en Estados Unidos, California es un Estado con recurrentes déficit fiscales y con una enorme deuda, pero, contrario a lo que pasa en la UE, el Estado -o mejor dicho el Banco Central- se pone con el dinero, y así se ha hecho siempre cuando un Estado entra en déficit, la Reserva Federal actúa y socorre a su Estado, de manera que no se ponga en riesgo la seguridad del dólar. En Estados Unidos a pesar de que California tenga y exponga peores índices que Grecia, el dólar no se ha cuestionado, en Europa el euro sí se ha cuestionado. En Estados Unidos a pesar de que California exponga peores índices que Grecia, el desempleo no ha escalado a niveles de los que existen hoy en Grecia o España.
De hecho, no olvidar que cuando las 13 colonias se independizaron de Inglaterra, el proyecto como nación unida aún no era totalmente claro. Pero decidieron unirse para evitar que sus deudas fueran motivo de acoso, pues unidos podrían afrontar de mejor forma a los acreedores internacionales (por ejemplo, Francia), y de ahí gran parte de la explicación del porque en Estados Unidos los Estados están unidos y no hay 13 o 50 países diferentes.
Finalmente, es completamente injusto lo que hoy se hace con Grecia, sobre todo por parte de Alemania. Cuando los alemanes tenían la deuda externa hasta el cogote, luego de la WWII, se les condonó, y Grecia era uno de los países con quienes ellos tenían deuda. Si se tomó esa medida fue para evitar que otra vez la penuria social en Alemania terminara provocando el surgimiento de líderes como Hitler, justo lo que hoy no se hace en Grecia, donde movimientos fascistas o filo nazi (como Amanecer Dorado) han emergido preocupantemente.