El asunto va más allá. La nueva ley de inclusión propende a insertar a estos chicos especiales, gradualmente, en escuelas regulares. Eso obliga a que profesores y toda la fauna de una escuela sea capaz de atenderlos es sus capacidades especiales y eso aún no pasa. Los profesores, formados en universidades, no tienen una especialidad para tratar con esto y claramente requieren de especialización mayor, sin dejar de contar con el apoyo de los equipos PIE.
Ojo, la ayuda especial en aula es para algunas asignaturas (matemática, lenguaje, ciencias e historia). Además, se espera que en los próximos años los autistas, down y un sin fin de funcionamientos distintos o discapacidades se vean incluídos en un sistema "democrático y progresista". Hoy en día, sí es posible tener a cualquiera de estos chicos en la escuela. Lamentablemente, estos chicos son número y platita para los directores, a quienes les interesa una raja lo que aprenden y cómo aprenden los mojones, sólo ven lucas, lucas y lucas (al igual es con estudiantes priritarios y preferentes).
Por el momento, llegan y llegan estudiantes especiales a escuelas municipales y no todos son bien atendidos, debido a las deficiencias y carencias del sistema, que, por lo demás, está mal hecho.
Insisto, escuelas especiales para estudiantes especiales; escuelas normales para flaites y vulnerables de todo tipo.