LA RULETA RUSA DEL VIH
Desde el año 1996, con la aparición de la triterapia (trío de medicamentos que controlan el VIH), cambió la historia. La enfermedad se volvió solo crónica y no mortal y los jóvenes dejaron de tenerle miedo. “Yo llegué a tener dos pacientes que, al diagnosticarlos, no lo soportaron (uno de ellos casado) y se suicidaron. Los jóvenes no vivieron ese negro periodo y no sé si calificarlo como bueno o malo”, reflexiona Afani.
En Arica, algunos jóvenes homosexuales, ciudad donde se concentra el mayor número de personas que viven con VIH (60%), no solo le han perdido el temor a la enfermedad, sino que incluso la buscan como una forma de vivir la adrenalina.
Javier, con 17 años, se hizo miembro de Gaychat.cl, un sitio donde personas homosexuales (nunca se sabe la edad) pueden conversar, contactarse e incluso definir encuentros casuales para tener sexo. Fue aquí donde conoció lo que llaman la ruleta rusa del VIH. “Es un grupo de jóvenes que deciden juntarse en una casa y solo uno de ellos está notificado como portador del virus. Todos tienen esta información, pero no saben quién de ellos tiene VIH. Ese día todos tienen relaciones con todos”, relata Scarleth Fernández, activista Trans del Centro por el Desarrollo Integral de la Salud y la Educación Sexual (CDICES) de Arica, quien conoció a Javier cuando ya había practicado varias veces la ruleta. “No tienen miedo. La carga valórica que tiene el VIH hoy es muy distinta. Basta que en el chat pongas BareBack (sin condón) y serás requerido por muchos más cabros”, cuenta la dirigente, quien prácticamente puede dar clases de los distintos tipos de roles y prácticas sexuales que han adquirido hoy las nuevas generaciones.