Mauricio Rojas se convirtió en el nuevo ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en reemplazo de Alejandra Pérez.
Su nombramiento causó cierta sorpresa en el cambio de mando por su pasado, tuvo una breve militancia en el MIR y estuvo exiliado en Suecia tras el golpe militar de 1973. Con el paso de los años fue dejando de lado los pensamientos más socialistas para ir hacia un rumbo liberal.
Tras eso y en Chile, fue el encargado de redactar los discursos de Sebastián Piñera, rol que lo llevó al ministerio.
Bajo ese contexto La Tercera compartió un extracto de unos de sus libros, donde se muestra muy crítico con la izquierda chilena en el quiebre de la democracia en Chile.
No fue lo único, ya que dice duras palabras contra el Museo de La Memoria: "Más que un museo (...) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar (...) Es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tantos nos tocó tan dura y directamente", señala.
También apunta que se distancia de la derecha chilena y sus posturas tradicionales. "Yo no soy religioso, soy agnóstico y no tengo ningún problema con el matrimonio del mismo sexo. Es más, he vivido en otros países donde estos temas ya están superados y hoy son realidades. En la adopción de personas del mismo sexo y el aborto tengo visiones que obviamente a cualquier persona de derecha no le resultan cómodas".
Estos dichos no pasaron desapercibidos, en especial su postura con respecto al Museo de la Memoria. El poeta Rául Zurita hizo un llamado a no participar en ninguna instancia en que el ministro esté involucrado.
"Declaraciones que hieren lo más entrañable del pueblo de Chile, a sus desaparecidos, a sus fusilados, a sus torturados, a sus exiliados, hago un llamado a no participar en ninguna instancia en que este personaje esté involucrado, se va nuestra dignidad como artistas, como escritores, como intelectuales, como seres humanos en ello", escribió.
La respuesta del Museo
A través de sus redes sociales, el Museo de la Memoria le respondió al ministro, señalando que ellos nacieron de las recomendaciones entregadad en el informe Rettig para dar cuenta sobre las violaciones a los Derechos Humanos cometidas en la Dictadura.
Por su parte, Francisco Estévez, director ejecutivo, fue enfático en defender la labor de la institución. "Este Museo cumple con una responsabilidad pública, que debe ser apoyada por el gobierno, por el congreso y por el país en su conjunto; y es lo que estamos haciendo, cumpliendo el mandato de las Comisiones de Verdad para garantizar el "Nunca más".
Museo de la memoria = industria de la lástima de los deresho'h humano'h 
