NEUMONÍA ASIÁTICA
Un compuesto del regaliz, eficaz frente al virus del SRAS
MARÍA SÁNCHEZ-MONGE
La glicirrizina, un componente natural del regaliz, es el antiviral que mejor puede ayudar a combatir el virus del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS). Esta es la conclusión de un estudio que publica hoy 'The Lancet'. Un equipo de investigadores alemanes tomó varias muestras del patógeno, obtenidas de pacientes de neumonía asiática, y evaluó la respuesta a cinco fármacos diferentes, entre ellos la ribavirina (empleada sin éxito contra esta infección). La glicirrizina, que ya ha sido utilizada para el tratamiento del VIH y la infección por el virus de la hepatitis C, fue el fármaco que mejor impidió la replicación del coronavirus causante del SRAS. En opinión de los científicos, dado que hasta la fecha no se ha encontrado ningún tratamiento específico para esta patología, debería investigarse a fondo la eficacia del componente de la raíz del regaliz.
Esta sustancia causa efectos adversos con muy poca frecuencia y se puede utilizar de forma segura en dosis altas sin que aumente su toxicidad. En cambio, se ha demostrado que la ribavirina, que ha sido empleada en muchos enfermos de SRAS en combinación con antiinflamatorios esteroideos, provoca numerosos problemas en quienes sufren esta patología.
El hallazgo de esta terapia eficaz se produce en un momento en el que parece que la neumonía asiática empieza a estar bajo control. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que está remitiendo y ayer retiró la prohibición de viajar a determinadas partes de China, aunque no a Beijing. No obstante, no descarta que se produzcan nuevas oleadas de casos. De hecho, aún no está claro si la dolencia tiene un carácter estacional. En palabras del microbiólogo Tomás Pumarola, del Hospital Clínic de Barcelona, «entre los meses de octubre y enero se sabrá si vuelve a aparecer».
Otra de las incógnitas es por qué afecta menos a los niños. Un equipo de científicos de Hong Kong ha publicado esta semana en Pediatric Critical Care Medicine un análisis de los efectos del virus en menores de 12 años. El estudio aporta buenas noticias para los chavales, ya que corrobora que apenas sufren los síntomas propios de la neumonía asiática y se recuperan mejor que los adultos. Son sus familiares y cuidadores los que tienen un mayor riesgo.
Los investigadores identificaron a 21 niños, que vivían en el mismo estado y procedían de 17 familias distintas, que probablemente padecían SRAS. Todos ellos fueron tratados y sobrevivieron, pero tres de sus parientes murieron.
Para Pumarola, el escaso impacto del patógeno en los niños «llama la atención» porque «con la gripe pasa lo contrario», ya que los críos «son los principales afectados y transmisores». Todavía no se sabe por qué se producen estas diferencias en función de la edad. Los investigadores no descartan que la razón por la que los pequeños infectados se recuperaron antes fue que previamente estaban sanos. En este sentido, puede ser que a los adultos les afectase más porque, además de SRAS, padecían otras patologías.
