Puta... Mi consejo para todo antroniano que quiera emprender, si, se puede, y si, conviene, pero...
No todo el mundo puede emprender, hay que tener estómago para eso, hay que aprender a soportar mucha mierda, hay que tener la piel dura, por qué cuando estés planificando tu negocio te vas a encontrar con mil sacos de weas que en su puta vida han vendido un chocman pero van a querer darte consejos de como hacerlo, y se van a enojar si no les dices que si a todo, te vas a encontrar con mil amigos, familiares y parientes que van a querer que les regales lo que vendes u ofreces, se van a ofender a la primera señal de que te está resultando, y se las darán de analistas financieros dándote instrucciones de lo que debes hacer... Así que en ese sentido... Mejor es hablar poco y concentrarte en tu emprendimiento, pero que en las primeras fases consumirá todo tu tiempo y energía.
Ahora como empresario proveedor de servicios a empresas, te puedo decir que la gran mayoría de pymes caga al año o año y medio siempre por lo mismo, errores de gestión, es lejos el peor veneno para un emprendimiento, así que antes de pensar de que será tu emprendimiento, haga algunos cursos en línea sobre administración de empresas, cuando ya tengas claro eso, busca algo que por lo menos entiendas y empieza, trata de alejarte lo antes posible de los rangos más bajos del mercado, ahí la competencia es sangrienta, por lo general en esos rangos los "emprendedores" viven más que desesperados, así que están dispuestos a vender a precios que están mucho más bajos que los costos simplemente por desesperación y por no saber calcular los costos de sus productos y servicios, Haste siempre la misma pregunta, "si yo fuese el cliente, por qué tendría que comprar esta wea y no la de la competencia", y ahí entenderás la necesidad de crear un diferenciador con tu competencia, puede ser precio, calidad, equilibrio precio/calidad, buen servicio, garantía, postventa, lo que sea, pero algo debes tener...
A, y lo más importante, sin importar que tan saco de weas sea el cliente, siempre al pie del mail el nunca bien ponderado:
Saludos cordiales.