Gracias al
libre mercado que el 38% detesta, es que existen negocios y emprendimientos que venden ropa para gente (extremadamente) gorda (que denominan con el eufemismo de
tallas especiales)
No es culpa de Cecilia Bolocco que ciertas personas no se adapten a las tallas que ésta manda a fabricar y vende. Para esa clase de personas, hay tres alternativas: 1) Bajar de peso, 2) Ahorrar plata para comprar [las prendas que vende C.B. no son precisamente baratas], o 3) Ir a otro proveedor que sí cumpla sus necesidades [ventaja del libre mercado]