Jenniffer
Abr 16, 2013 @ 09:09:39
Soy la pareja de Enrique Orellana, absuelto en noviembre por violación y abuso de sus tres hijas y ahora declarado culpable en un segundo juicio. La alienación abominable, cruel y criminal que ha hecho la madre de sus tres hijas en contra del padre, acrecentadas por las psicólogas del CAVAS, no tiene nombre. Esta mujer que hoy da declaraciones en los medios de manera burda y falsa, es un monstruo, narcisa patológica con un amplio prontuario psiquiátrico, que no le importó instrumentalizar a sus propias hijas para castigar al padre por su abandono. Apelaremos y anularemos el juicio y espero que este se convierta en un caso emblemático, de como un padre o madre despechada puede llegar a hacer semejante vejamen con sus propios hijos. La acusación de esta mujer, Yamile Caba Quezada, se inició cuando sus hijas comenzaron las visitas a mi casa y las dos niñas más chicas querían quedarse a vivir con nosotros, esto ha sido un calvario de casi tres años, con amenazas, hostigamiento y persecución por parte de esta insana mujer en nuestra casa, en nuestro trabajo y por las redes sociales. Todo esto quedo de manifiesto en el primer juicio donde Enrique fue absuelto. El tribunal que lo declaró culpable ahora estaba absolutamente coludido con la Fiscalía. De hecho, ella sabía perfectamente que ganaría en esta instancia por eso se presentó el último día con una serie de gente, cosa que no ocurrió en el juicio anterior, donde no se asomó ningún día después de que declaró. La justicia de este país no da garantías de nada ¿cómo puede haber tanta diferencia entre el criterio de un tribunal y otro? La respuesta es simple, la gente bajo juramento o promesa miente y declara cosas totalmente diferentes en los juicios, lo que está registrado en las grabaciones de ambos juicios. La legislación chilena no permite escuchar los audios cuando hay juicio de repetición y en esta oportunidad la fiscalía llevó a los testigos pauteados, para que no dijeran lo mismo que les jugó en contra en el anterior juicio y sólo, presentó a la gente que le convenía. ¿Es eso justicia? Llegaremos hasta las últimas consecuencias y trabajaremos para que se legisle contra este crimen que está carcomiendo a nuestros hijos y a nuestra sociedad y debe parar. Yo soy divorciada, tengo tres hijos. Desde hace tres años Enrique ha sido el padre de ellos, mis hijos lo adoran y están pasando un tremendo trauma ahora ya que no saben porque su papá Enrique no está. Yo soy responsable por el bienestar de mis hijos y no pretendo revelarles una crueldad de este tipo porque su madurez emocional no está preparada para asimilar algo de esta naturaleza, a diferencia de esa mujer que habla a los cuatro vientos del abuso de sus hijas, estigmatizándolas más aún. Ella ha aparecido públicamente, presentándose hoy como líder en la causa del abuso infantil y hasta mostrándose dispuesta para ser candidata a la Presidencia (Dios nos libre). Con ello, cada persona que la vea con sus hijas creerá que ellas fueron sexualmente violentadas por su padre. Qué madre a la que realmente le han abusado a sus hijas, después de haber logrado condenar al padre aparece en televisión, dejándolas expuestas para que hoy puedan ser reconocidas por todos. ¿Quién vela por el bienestar de esas niñas? ¿Alguien ha visto en qué condiciones nutricionales están? ¡Obesas!,…que es lo que las hacía víctimas de bullying en los colegios a los que iban. ¿Van hoy al colegio? ¿Qué informes se han remitido sobre el estado de ellas? ¿Ha habido informes externos a los del CAVAS, que sólo quiere buscar indicios de que fueron violadas para confirmar sus temerarias y dañinas tesis? ¿Alguna autoridad ha seguido a la madre en las redes sociales, las que no ha dejado de utilizar desde el primer día en vez de estar acunando y conteniendo a sus hijas, supuestamente abusadas? Otro antecedente de los miles que han existido en este juicio injusto: Yamile Caba ha inventado que su suegro había abusado de Enrique y que era un mal hombre. Pero ese mismo suegro fue el destinatario de un largo y emotivo discurso por parte de ella en su funeral, en que hablaba del “gran padre que había sido y como sus niñas lo iban a extrañar”. Tan convencida estaba de ello que lo difundió en su Facebook. Así de bizarra y morbosa es esta mujer que por despecho tiene a Enrique en la cárcel acusado de un horripilante delito que no cometió y ella lo sabe. Enrique era el marido y padre perfecto; dicho por Yamile en los dos juicios, y se transformó en un monstro desde el día que decidió reiniciar su vida con otra pareja. A lo menos la denunciante muestra un comportamiento errático y muy alejado del dolor que una madre tendría si sus hijas hubiesen sido abusadas, no por cualquier persona sino por el padre y marido perfecto a quien ella amó. Todo esto de verdad es horroroso, incomprensible y despiadado no sólo porque se está jugando con la vida de un hombre inocente y bueno, sino que esta mujer ha dañado de manera irreversible e irrecuperable a sus tres hijas y no tendrá ningún castigo. El perito del Servicio Médico Legal “doctor” Enrique Roncone, que hizo el peritaje sexológico, no es forense y sólo tenía tres meses trabajando en el instituto cuando hizo los exámenes y ya no trabaja ahí. No siguió los procedimientos definidos por el servicio al efectuar los exámenes y lo dijo descaradamente en el primer juicio. Dedicó sólo siete minutos a examinar a cada niña y llegó a una conclusión errada, el es “ginecólogo”, no es proctólogo, no es pediatra y ese resultado negligente fue la piedra angular sobre la que se montó todo el discurso del abuso y violación de las niñas por parte de las eruditas e infalibles peritos del SML y las excelsas psicólogas del CAVAS, las niñas han repetido lo que la madre y la tia les han dicho y cada versión que dan tiene elementos distintos y burdos.
El Señor Roncone, no compartió con ningún otro experto sus hallazgos. No lo elevó a ningún superior, para llamar la atención de los hechos graves que supuestamente había descubierto, eso lo dijo el primer juicio, el segundo juicio dijo que las fotos las había visto con otro médico. Lo más gravoso es que tiene una relación cercana con la tía de las niñas, hermana de la denunciante, y que estuvo ese día en el instituto cuando les hicieron los peritajes a las niñas. En el primer juicio, Roncone declaró conocer a esta mujer, Sheila Caba. Dijo que era neuróloga y que había sido su alumna en la universidad por varios años. En este segundo juicio, este médico, que se supone responde a la ética de quienes ejercen su profesión, negó rotundamente conocerla. ¿Por qué? Seguramente para protegerse por la responsabilidad que le cabe en esta aberración cometida contra Enrique. Prefiere seguir mintiendo antes que reconocer su error y condenar a una persona inocente de por vida por algo que no hizo ¿Andará este señor Roncone con su conciencia tranquila por lo que hizo? Por su parte, Sheila Caba en el primer juicio efectuó un relato del supuesto abuso, que fue definido como inverosímil por parte del tribunal, en este segundo juicio presentó una licencia psiquiátrica fraudulenta que indicaba que no podía declarar ya que estaba con crisis de pánico y depresión. Pero, ojo, porque la misma licencia decía, curiosamente, que podía seguir trabajando. El tribunal rechazó un día “la licencia” y definió que debía presentarse a declarar, al día siguiente llamó increpando al tribunal y diciendo que había viajado a Santiago para que su psiquiatra de cabecera le diera una licencia mas “contundente” para no asistir al juicio, y el tribunal acepto esta situación increíblemente. ¿Qué pasó? Tanto la abuela de las niñas como la tía (hermana mayor de la ex esposa de Enrique, Araceli Caba), efectuaron años atrás las mismas denuncias en contra de sus respectivas parejas, situaciones que están acreditadas por los relatos de ella misma, de Yamile y de nuestros testigos, la diferencia con Enrique es que el padre de esta mujer y el cuñado, volvieron a sus casas, amilanados por la situación de denuncias falsas y por el temor de ir a la cárcel, porque estas mujeres resuelven asi sus problemas de abandono . En esta oportunidad hemos presenciado el escalofriante pero altamente efectivo entrenamiento que ha hecho una “madre” de sus tres hijas de cómo se resuelve el abandono de la pareja, USANDO A LOS HIJOS y auspiciados por el Ministerio Publico y la “justicia”. Hay una serie de antecedentes escabrosos y turbios que el primer tribunal tuvo la inteligencia y la competencia de valorar y ver, cosa que no ocurrió en este segundo juicio, absolutamente viciado y arreglado, mientras un magistrado dormía (tengo fotos), el otro jamás miraba a nadie pues estaba metido en su laptop, abstraído de todo, viendo internet seguro. El fiscal a cargo Patricio Macaya, fue trasladado por el fiscal nacional de un caso en los tribunales de Colina por efectuar escuchas telefónicas ilegales, Ciper Chile:
http://ciperchile.cl/2011/09/26/las-tretas-de-las-policias-para-“pinchar”-telefonos-sin-autorizacion-judicial/ y en vez de suspenderlo por lo grave de su comportamiento, lo puso como fiscal jefe de la centro norte, su falta de ética y probidad quedo una vez mas comprobada ya que en este caso, cuando ya se había cerrado el plazo legal de investigación, siguió haciendo averiguaciones que son absolutamente ilegales. Es importante decir que las fotos que tomó Roncone (en el primer juicio no supo identificar cuál era cuál, cosa que no ocurrió en el segundo juicio ya que iba preparado y pauteado) se enviaron a una experta mundial en medicina forense y abusos sexuales, Joyce Adams Ver
http://www.fhcfresno.org/index.php?id=33 quien confirmó que las niñas no tenían daño alguno, lo que fue indicado al propio fiscal quien le escribió a EEUU ( le pidió a alguien que le escribiera el mail porque este hombre con suerte habla español). Pero a este tribunal no le importó el peritaje de esta experta y simplemente lo desestimó. Este caso es de libro y muestra la corrupción del sistema y de cómo se hace vista gorda a situaciones que no tienen sentido común y que vulneran los derechos de cualquier persona. A todos los padres y madres en situación de divorcio o separación favor tengan extremo cuidado, desafortunadamente sólo sabemos con quién nos casamos, cuando nos separamos. Una vez separados, tengan cuidado con estar solos con los niños. Lamentablemente, Enrique no tenía cámaras en su departamento, ni en mi casa, donde se supone que ocurrieron las atrocidades de que se le acusa. Si no hubiese habido cámaras en el casino, Pablo Mackenna quizás estaría preso todavía. Hoy, Enrique está preso. Preso con convictos que han reconocido haber cometido delitos graves. Pero él es inocente y lo peor es estar privado de libertad, quizás por cuánto tiempo, siendo inocente, sufriendo por del desequilibrio mental de una mujer que ha llegado a límites extremos por su despecho y su deseo de venganza. Enrique es víctima, como lo son también esas niñas, que jamás debieron haberse visto expuestas a este monstruoso, retorcido y morboso invento de su madre. Los niños no deberían pasar por esto, es un crimen y es nuestra responsabilidad hacer algo al respecto. Pido a la justicia que opere con sentido común, vea la verdad y no siga adelante con una de las injusticias más grandes que podría estarse cometiendo contra un hombre bueno a inocente. ¡Salvemos a Enrique!
Jenniffer Hormazabal
Psicóloga