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Comunidades piden investigar botadero ilegal de desechos de Celulosa arauco

elkipui

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Una denuncia solicitando una investigación a la Superintendencia de Medio Ambiente realizaron comunidades lafquenches contra Arauco.

- Representados por la abogada Paula Villegas, la medida se debe a que la empresa, según denunciaron, estaría trasladando sin autorización residuos industriales desde su planta Nueva Aldea hasta Horcones, depositándolos en el lugar de manera ilegal.

Esta situación, según la abogada, es de la máxima gravedad, pues no tendría autorización para realizar dicha acción debido a que la resolución de calificación ambiental del proyecto MAPA sólo autoriza el depósito de residuos industriales ante eventualidades que pudieran surgir en otras plantas de la Celulosa Arauco.

De allí entonces que se solicita una investigación de manera que se abra un proceso sancionatorio contra la empresa.

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Plaguicidas y transgénicos asociados a cáncer y malformaciones en Argentina y Chile


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Por primera vez en Chile, profesionales de la salud que asistieron al seminario internacional “Plaguicidas Altamente Peligrosos y Transgénicos: Impactos en Chile y Argentina”, conocieron por colegas y especialistas trasandinos, las consecuencias del uso masivo de plaguicidas altamente peligrosos (PAP). El seminario, realizado el 29 de agosto de 2015 en Santiago de Chile, fue organizado por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas RAP-Chile y la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile. Allí se apreció el dilema de la salud, planteada como un derecho humano vulnerado por la indiferencia cómplice de autoridades marcadas por conflictos de interés. Los gobiernos de Argentina y Chile protegen los agronegocios y no la salud de las personas, haciendo oídos sordos a las denuncias y a la demanda de prohibición del glifosato (nombre comercial Rooundup), un herbicida utilizado ampliamente en América Latina y el mundo.

Estas demandas surgieron tras conocerse en marzo de este año, la decisión de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), integrante de la Organización Mundial de la Salud, de clasificar al glifosato como probable carcinógeno en humanos (grupo 2A).

Entre los casi 40 participantes del seminario –la mayoría mujeres- hubo médicos del Hospital de niños Roberto del Río (Sistema Salud Metropolitano Norte), un representante del Colegio Médico, así como profesionales de salud del CESFAM de Paine, comuna donde funciona una planta de granos de Monsanto; médicos y directivos de un SAPU y un CESFAM de Viña del Mar; médicos independientes, enfermeras, psicólogos, bioquímicos y nutricionistas. También participaron especialistas en enfoque de género y/o en salud pública; así como practicantes de terapias complementarias y estudiantes de materias relacionadas con el tema.

Los panelistas

En el seminario, expusieron sobre la situación en Argentina, el Dr. Medardo Avila, pediatra, coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, quien se desempeña en el Hospital de Clínicas de Córdoba y fue ex subsecretario de salud de esa provincia; y el ingeniero agrónomo Javier Souza, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, presidente de Pesticide Action Network PAN, y Coordinador regional de RAP-AL. La agrónoma cubana Nilda Pérez, experta en control biológico de plagas (Universidad Agraria de La Habana) compartió una ponencia, en tanto que la realidad chilena fue abordada por el Dr. Andrei Tchernitchin (Universidad de Chile) y la investigadora Liliana Zúñiga (Universidad Católica del Norte). Por RAP-Chile, intervinieron su coordinadora nacional, María Elena Rozas, y Lucía Sepúlveda, que también es vocera de la campaña “Yo No Quiero Transgénicos en Chile”. La jornada se realizó en Santiago de Chile, en el Hotel Cap Ducal, entre las 9 y las 19 horas.

Cáncer y transgénicos

El Dr. Medardo Ávila relató que en Argentina hay 24,5 millones de hectáreas de cultivos transgénicos (20 de soja y 4,5 de maíz), con 12 millones de personas afectados por el aumento sin precedentes de cánceres, abortos espontáneos, malformaciones congénitas o daños neurológicos. “Los dueños de los cultivos van a Buenos Aires a atenderse, se pueden defender”, dijo el pediatra, “pero los pobres del campo, sus niños y sus mujeres, los pequeños campesinos y los miembros de pueblos originarios, simplemente mueren”. El trabajo clínico con la población afectada en los hospitales de Córdoba, Rosario y Santa Fe es una fuente importante de datos. Información relevante ha sido recogida en trabajo en terreno en localidades como el pueblo de Monte Maíz (Córdoba), donde médicos y estudiantes encuestaron en forma inédita a la población pesquisando los casos de cáncer y malformaciones, y procesando los resultados en la Universidad de la Plata.

Agregó el Dr. Avila que cincuenta estudios de nueve países muestran un aumento de la tasa general de cualquier malformación cuando los padres han estado expuestos a plaguicidas. El médico también dio cuenta que la población afectada ha reaccionado, impidiendo que Monsanto concretara la construcción de una planta de procesamiento de granos en la localidad de Malvinas Argentinas, Córdoba. Precisamente en esta localidad comenzó la resistencia hace más de diez años, cuando las Madres del Barrio Ituizangó se organizaron ante las muertes de niños por cáncer, llegando incluso a tribunales en 2013.

Promesas no cumplidas

El ingeniero agrónomo Javier Souza, por su parte, señaló que las siembra de semillas transgénicas en Argentina proliferaron décadas atrás con la promesa de reducir los costos de producción, la cantidad de agrotóxicos utilizados y las emisiones de dióxido de carbono. Pero -denunció- lo que ocurrió fue exactamente lo contrario. Argentina es hoy un ejemplo claro de la baja sustentabilidad, falta de equidad, degradación ecológica y cultural asociadas a estos cultivos. Debido al uso reiterado de los mismos plaguicidas, se crearon condiciones de resistencia genética, lo que incrementó la utilización de herbicidas e insecticidas con el consiguiente impacto negativo en el ambiente y en la salud de trabajadores y trabajadoras y población expuesta.

En Argentina, el crecimiento de cultivos transgénicos ha significado la expansión de los monocultivos, la utilización de plaguicidas altamente peligrosos y el reemplazo de actividades agrarias tradicionales como la ganadería, la producción de maíz, hortalizas y frutas. También generó expansión de la frontera agrícola y deforestación. J. Souza citó datos oficiales sobre deforestación 2007 - 2013, que asciende a 1.893.128 hectáreas, lo que equivale a remplazar una hectárea de bosques cada dos minutos, por cultivos de soja. El mercado de agroquímicos creció de 120 millones de kilos en 1997 a 300 millones en el período 2009/2010.

Indicadores de daño en Chile

La investigadora Liliana Zúñiga, del laboratorio de Neurotoxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte compartió la metodología, objetivos y resultados de estudios realizados en la región de Coquimbo, sobre Biomarcadores de la exposición de temporeros a plaguicidas organofosforados, en especial clorpirifos. Explicó la importancia de contar con un indicador (un biomarcador) para medir, por ejemplo, el daño en el ADN (con el Ensayo del Cometa) o bien alteraciones fisiológicas de comportamiento tales como fallas de memoria, las que se pueden asociar a un daño o enfermedad. A partir del hecho de que la proteína de la sangre PON1 es capaz de eliminar los plaguicidas del cuerpo, la investigación evidenció que las personas que portaban el alelo Q de esa proteína, presentan una menor eficiencia para metabolizar el clorpirifos en comparación con quienes portan otra condición genética (el alelo R). Justamente quienes tienen la condición Q representan la mayoría de la población afectada. La investigación concluye proponiendo que se considere además los niveles de enzima (status PON1) como indicadores de susceptibilidad a la toxicidad de los insecticidas organofosforados. Se trata del único estudio de este tipo con trabajadores y trabajadoras agrícolas, que incluyó un centenar de personas entre afectados y grupo de control, en la comuna rural de Paihuano.

Un daño diferido: el “imprinting”

Sobre el “imprinting”, impacto generado durante la exposición prenatal o infantil temprana a agrotóxicos, metales pesados y otros agentes como las dioxinas, expuso el Dr. Andrei Tchernitchin, toxicólogo e investigador quien participó en representación del Colegio Médico de Chile y es presidente de su Comisión de Medio Ambiente.

El imprinting por exposición hormonal (ejemplo, el DDT que presenta actividad estrogénica) genera entre otros problemas, cambios en la programación celular y en la acción de las hormonas, así como patologías que se presentan en forma diferida, años después del nacimiento. El investigador concluyó que numerosas enfermedades de los adultos pueden tener su origen en la exposición perinatal a los agentes inductores del imprinting, muchos de ellos plaguicidas.

Por tanto medidas de prevención durante el período de vulnerabilidad pueden determinar “una mejoría sustantiva en las condiciones de salud para las futuras generaciones”.

El omitido daño crónico

María Elena Rozas, de RAP-Chile señaló que hasta hoy los organismos encargados del registro y regulación de los plaguicidas los clasifican con un antiguo criterio, es decir, únicamente por su efecto agudo, omitiendo el efecto crónico, que puede ir desde un cáncer hasta alteraciones de los sistemas inmunológico, nervioso y reproductivo, entre otros. Agregó que en Chile, Argentina y otros países de la región, los plaguicidas se venden con etiquetas sin frases de riesgo crónico lo que impide la prevención de graves enfermedades que se expresan en el mediano y largo plazo. Asimismo, destacó, que el criterio para fijar el Límite Máximo de Residuos en alimentos, LMR, viene del siglo XV y desconoce que hoy la población y los trabajadores están expuestos a múltiples plaguicidas, por lo que las dosis de los venenos no pueden calcularse aisladamente. Los daños a la salud y al ambiente se han incrementado por estos factores, a los que se suma el auge del sector agroexportador y otros problemas asociados.

Esta situación, que se repite en la mayoría de los países, llevó al reconocimiento de una nueva categoría emergente, los Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP) que son aquellos que representan riesgos agudos o crónicos particularmente elevados para la salud o el medio ambiente. También es clara la necesidad de establecer nuevos criterios e impulsar acuerdos internacionales para avanzar en la prohibición gradual de estos plaguicidas y apoyar alternativas. Agregó que representa un gran avance el reciente llamado a formar una “Alianza mundial para la prohibición gradual de los plaguicidas altamente peligrosos” realizado por gobiernos de la región africana más algunos países de América Latina, Asia, Europa del Este, junto a ONGs como PAN Internacional, RAP-AL, IPEN y la Confederación Internacional de Sindicatos de Trabajadores. Destacó que el objetivo es aumentar la conciencia de las autoridades gubernamentales y los organismos reguladores, los agricultores, las comunidades rurales, los pueblos indígenas, la industria privada, los consumidores, los trabajadores, los sindicatos, especialistas y servicios de salud acerca de los efectos nocivos de los plaguicidas altamente peligrosos y la disponibilidad de alternativas seguras a los plaguicidas, para proteger la salud y el ambiente.

Prohibición del glifosato

Lucía Sepúlveda, de RAP-Chile y YNQT, expuso acerca de Glifosato y los Transgénicos, cultivos que siempre utilizan plaguicidas peligrosos. Informó que además del Roundup de Monsanto, SAG autoriza en Chile 38 marcas con este principio activo, y de ellas 14 son productos fabricados por China. SAG y Aduanas se han negado a revelar la cantidad de glifosato que ingresa anualmente a Chile. Sólo se sabe de su uso en las 117.418 hectáreas existentes de cultivos de maíz (convencional y semilleros transgénicos), pero no hay cifras oficiales de su extendido uso en hortalizas y especies exóticas como pino y eucaliptus. Tampoco se publica la mortalidad por cáncer y malformaciones desagregada por comunas, lo que impide visualizar claramente las áreas más impactadas.

Para RAP-Chile la demanda de prohibición del glifosato y de los plaguicidas que matan a las abejas, implica una apuesta por una forma de producción diferente de nuestros alimentos, a partir del uso de semillas libres de plaguicidas, patentes y transgénicos. La propuesta no es sustituir un plaguicida por otro, sino optar por formas de producción agroecológica, respetuosas de la naturaleza y de la vida de todos los seres. Para ello llamó a apoyar las experiencias locales y sectoriales que se levantan en ese sentido y a construir una alianza socio-ambiental que incluya a profesionales de la salud, a consumidores, a campesinos y huerteros, ambientalista, estudiantes y chef que hagan realidad este nuevo paradigma.

Las tendencias en Cuba

La ingeniera agrónoma, Nilda Pérez, expuso sobre “Tendencias en el uso de plaguicidas y agentes de control biológico en Solanum tuberosum L., en Cuba”. Destacó que desde la década de 2000 hay una reducción de más del 75% del uso de plaguicidas en Cuba, pero en el caso de la papa se usan plaguicidas altamente peligrosos. En una evaluación realizada en la Universidad Agraria de La Habana sobre la tendencia del uso de plaguicidas y agentes de control biológico en el cultivo de la papa en el trienio 2011-2013, se identificó las regiones donde se cultiva la papa y los posibles ecosistemas estratégicos afectados en relación con el uso de plaguicidas químicos. De los 52 ingredientes activos aplicados, 16 tienen al menos un efecto negativo comprobado sobre la salud y/o ambiente; y entre los 15 que tienen posible efecto carcinógeno, destaca el mancozeb. Respecto a la cantidad de plaguicidas aplicados por tonelada de papa (kg ia/t), en el trienio en Artemisa creció 329 %, lo que significa que es 2.3 veces más alta que media nacional. Esa provincia se identificó como ecosistema vulnerable en relación con el uso de plaguicidas y prioritario para la aplicación de estrategias orientadas a la reducción de estos contaminantes y políticas preventivas en salud.

Los asistentes al seminario, que promovió un amplio e inédito debate sobre estos temas, mostraron su ánimo de continuar vinculados y quedaron convocados al tercer congreso de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, a realizarse en octubre próximo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.


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de paso poner ojo a este docu que lo vi no se donde en el foro :buenaonda:

 
de paso poner ojo a este docu que lo vi no se donde en el foro :buenaonda:



Muestra un negro futuro para la tierra, vale la pena verlo y tomar conciencia, aunque la gente no necesita tomar conciencia, los empresarios necesitarían tomarla
 
Muestra un negro futuro para la tierra, vale la pena verlo y tomar conciencia, aunque la gente no necesita tomar conciencia, los empresarios necesitarían tomarla

muy bueno ... me dio pena y rabia la wea ... aun asi contra Conglom-o ( we Own you ) , tamos cagaos , Angelinni , Matte ... Arauco y la CMPyC no hay nada que hacer , el lobby es inmenso y sumale que los mismos weones estan metidos en la pesca de arrastre y otros males mas ( subvencionan la mediana pesca y esta va a sus manos igual a precio de webo ) ...estamos hasta el pico .... dejo el otro igual ..ojala se den la pja de ver ambos :sm:

 
Vergonzoso actuar de consultora ambiental estadounidense a favor de CMPC – Forestal Mininco




La empresa consultora Rainforest Alliance no solamente le dio la certificación ambiental FSC a CMPC – Forestal Mininco, sino también, le dio un premio internacional por su “trayectoria sustentable”, a una de las empresas con mayor cuestionamiento en materia ambiental y en derechos humanos.



Premio otorgado por Rainforest Alliance a Forestal Mininco CMPC en Museo de Historia Natural de Nueva York Estados Unidos

Rainforest Alliance, con sede principal en Estados Unidos y subsede en Bolivia (Santa Cruz), fue la quien le dio la certificación ambiental FCS a la empresa Forestal Mininco, contra todo principio, sin atender los graves daños socio ambientales que han causado las plantaciones de monocultivos de pinos y eucaliptus, la contaminación de sus plantas de celulosa, ni los conflictos sobre tenencias de tierras con comunidades Mapuche, que involucran lugares sagrados del Pueblo Mapuche al interior de sus predios, además de las violaciones a los derechos humanos vinculados a esta empresa, abriéndose así mercados internacionales para mayor lucro a costa de la depredación.

No conforme con esto, Rainforest Alliance, con domicilio principal en 65 Millet, Richmond, Estados Unidos, otorgó a Forestal Mininco el Premio a la Trayectoria Sustentable 2015, que según esta entidad: “Es un reconocimiento entregado por el compromiso demostrado con las prácticas empresariales responsable”, el que fue recibido por Francisco Ruiz-Tagle Edwards, gerente general de la empresa, quien manifestó en la ocasión que “en Forestal Mininco el ser sustentable es una política, que se desprende del espíritu corporativo de Empresas CMPC que nos impulsa diariamente a hacer las cosas bien. Ser reconocidos con este premio nos alegra y es un estímulo para todos los miembros de la empresa y nos posiciona además como referentes del rubro a nivel mundial”.

Si bien la ceremonia se realizó en mayo del 2015 en el Museo de Historia Natural de Nueva York Estados Unidos, el premio con posterioridad ha sido ampliamente difundido hasta el día de hoy a través de diversos espacios del mercado y redes internacionales medio ambientales, con el claro propósito de contribuir a una imagen amigable de la empresa.

CMPC – Forestal Mininco, es una de las empresas más cuestionadas en Chile. Desde su rol en la dictadura militar que involucra a ejecutivos de la Planta CMPC de Laja con detenidos y ejecutados políticos, hasta los graves conflictos de tierras con comunidades del Pueblo Mapuche que ha involucrado el asesinato de un joven Mapuche, Alex Lemún, en noviembre del 2002, la muerte de Zenón Díaz Necul en mayo 2005 y la aplicación aberrante de leyes fácticas, como la antiterrorista en contra de numerosas personas Mapuche, contribuyendo a intensificar la criminalización y militarización de numerosas comunidades Mapuche que reclaman tierras ancestrales en el Bio Bio y Araucanía.

Se estima que el Pueblo Mapuche en Chile, con una población de un millón quinientas mil personas no tiene más de 600.000 hectáreas, sin embargo dos grupos económicos en el centro sur concentran casi dos millones de hectáreas en plantaciones forestales. El grupo Matte, de Mininco – CMPC, controlan más de setecientas mil hectáreas de plantaciones y Angelini, de Forestal Arauco – Celco, un millón doscientas mil, cuyo modelo industrial ha causado graves daños a los territorios y sus ecosistemas, a quienes se les atribuye los altos índices de empobrecimiento, desplazamiento población campesina – agrícola y la sequía.

Otro de los graves problemas que han proliferado a causa de las actividades de estas empresas, es el desplazamiento del bosque nativo; el uso indiscriminado de plaguicidas y contaminación de ecosistemas; acorralamiento de comunidades rurales por los monocultivos; destrucción de caminos rurales y polución por el tránsito de la maquinaria pesada, principalmente en tiempos de cosecha; pérdida de flora y fauna y de plantas medicinales y alimenticias; trasgresión de lugares sagrados, peligros de plagas como la avispa taladradora; y la perdida de suelos a causa de la tala rasa.

Finalmente, uno de los hechos que también ha preocupado a poblaciones locales, son los niveles de contaminación de sus plantas de celulosa, donde además, como ocurre con la planta en la comuna de Renaico, ha tenido sendas denuncias por contaminación de las aguas.



Forestal Mininco y conflictos territoriales



Algunos de los terrenos en disputa y que han salido a la luz pública como parte de las reclamaciones históricas, son: el Fundo Rukañanco de 300 hectáreas; y la posada de 200 hectáreas en Contulmo; Lleu Lleu de 78 hectáreas. En Tirúa: Tirúa. Fundo “Cerro Negro”; Fundo Tirúa Sur de 300 hectáreas; Fundo El Cardal de 1.600 hás.; Predio Forestal Mininco – choque de 400,00 hás.; En Collipulli Fyundo Rucañanco de 1.090 hectáreas; En Purén, el rincón de 590 hectáreas; En Victoria el Ulmo y el Arco de 200 hectáreas cada uno; En Traiguen el Santa Ana de 440 hectáreas; En Lumaco el PichiCautín; En Temuco el Litre de 106 hectáreas; En Nueva Imperial el San Alberto, entre varios otros más concentrados mayoritariamente en el Bio Bio y la Araucanía.

A estos antecedentes, se agregan múltiples otros que se han venido registrando en los últimos años y que varios de ellos fueron incorporados en los antecedentes que constató y a su vez omitió la consultora Rainforest Alliance la que, contradiciendo valores y principios FSC, le otorgó el sello FSC con estándar internacional ambiental a la empresa Mininco en su patrimonio forestal sobre una superficie total de 656,738.2.- Hectáreas de plantaciones de Pinus radiata; Eucalyptus nitens; Eucalyptus globulus, existiendo en dicha extensión diversos terrenos que son reclamados por comunidades.

Por su parte, la propia empresa consultora certificadora de FSC, Rainforest Alliance, registró espacios considerados sagrados para el Pueblo Mapuche al interior de terrenos en poder de la empresa Forestal Mininco, cuya superficie se estima en cerca de 300 hectáreas y algunas de las señaladas como “sitios de importancia para los indígenas y las comunidades”, son:

Lil y Elkatuwe Puchacay, Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo histórico ceremonial. Eltun Puchacay, Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo funerario. Es un cementerio familiar. Predio Puchacay Lote 1.

Futa Mawiza Lolenco, Complejo religioso espiritual y ceremonial. Es un gran bosque nativo. Predio Lolenco III.

Menoko Las Hermanas. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Es un humedal y una fuente de agua. Predio Las Hermanas y Otros.

Menoko Napañir. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Es un humedal y una fuente de agua.

Guillatuwe/Paliwe Napañir. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Predio Napañir.

Trayenko Elicura. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio Elicura.

Trayenko/Kelen Kelen La Esperanza. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio La Esperanza y Otros.

Tren Tren Lanalhue. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son cerros o cimas. Predio Lanalhue.

Tren Tren Buenavista. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son cerros o cimas.

Trawunwe Buenavista. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial y sociopolítico. Son cimas o promontorios. Predio Buenavista 1.

Eltun Puchacay, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo funerario. Predio Puchacay.

Menoko El Chequén, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo ceremonial. Predio El Chequén.

Trayenko San Ernesto, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio San Ernesto.

Malal Menoko San Narciso I, sitio de significación cultural Mapuche, tipo “fortín” con un carácter eminentemente defensivo (fortificación) y un “Menoko” de tipo ceremenial; es un humedal y fuente de agua. Predio San Narciso I.

Trayenko Las Praderas, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio Las Praderas.

Además de los indicados por la consultora indicada, existen varios otros lugares ceremoniales de uso ancestral, de enorme importancia para las energías y las fuerzas territoriales que se ubican al interior de predios de su dominio. Por ejemplo está el caso de Klen Klen, es un salto de agua, en medio de un campo ceremonial de invocación al espíritu de las aguas y del bosque que está al interior de un predio Forestal, rodenandose de Pinos y con graves deterioros a su entorno en la zona del Nahuelbuta, comuna de Chol Chol. Lo mismo ocurre con un Kuel en el Alto Bio Bio, lugar con forma de loma, piramidal, que se identifica como espacio de concentración energética en las proximidades de Santa Bárbara.

Cabe mencionar que la protección a los espacios sagrados de las comunidades, no solo está contemplado en la propia Ley indígena, sino además, en normas y tratados internacionales de derechos indígenas que son obligatorias al estado chileno, como el Convenio 169 de la OIT y la declaración dela ONU sobre derechos de los Pueblos Indígenas.



Consultoras ambientales empresariales y el descredito del sello FSC

la empresa consultora Rainforest Alliance, que trabaja coludidamente con la Empresa Forestal Mininco (Forestal Mininco comenzó a trabajar por primera vez con RA en 2009, cuando comenzó su proceso de obtener la certificación del Forest Stewardship Council®(FSC®), que le fue otorgada tres años después), hoy, además, es evaluadora de la empresa “Semillas Imperial” una empresa destinada al “mejoramiento genético del eucaliptus”, que es una fusión de las empresas pro bosque y bosques cautín, quienes vienen estableciendo huertos para semilleros clonales donde producen semillas, como señalan “de alto valor genético que permiten aumentar la productividad de sus plantaciones tanto en volumen como en toneladas de celulosa por hectárea”.

Estas empresas consultoras de FSC continúan evaluando a empresas severamente cuestionadas en materia de Derechos Humanos y medio ambiente, con actos que se trasladan a otras latitudes como ocurre con Alto Paraná (Forestal Arauco) en Misiones, norte de Argentina, donde la empresa ha sido duramente cuestionada por graves conflictos con población local, por situaciones de contaminación, violencia de guardias privados a población indígena e impactos por sequía.

La misión oficial del Consejo FSC (Forest Stewardship Council – FSC) es, según profesan: “Promover el manejo ambientalmente apropiado, socialmente benéfico y económicamente viable de los bosques del mundo”. Agregan: “Las personas u organismos interesados en el consumo sostenible de madera, papel u otros derivados forestales pueden buscar obtener una certificación FSC de sus productos. La certificación FSC es también utilizada para demostrar un manejo sostenible de los bosques”.

A nivel internacional, FSC tienen entre sus socios a ONGs ambientales como WWF y Greenpeace, empresas como TetraPak y Mondi PLC y organizaciones sociales como la National Aboriginal Forestry Association de Canadá, así como propietarios y administradores de bosques, empresas procesadoras, y también partidarios y miembros individuales, según difunde la propia organización a nivel internacional.

A nivel local, FSC se regula por tres estamentos: social, ambiental y económico, quienes “adaptan” e implementan las directrices y principios de este consejo internacional en los respetivos países.

Los procedimientos para que actividades económicas accedan a certificaciones se hacen a través de instancias consultoras externas, alguna de las cuales han dado sellos FSC en medio de severas críticas sociales.

La certificación FSC exige que los operadores y proveedores forestales adhieran a sus 10 principios y criterios de manejo forestal, que incluye el respeto a los derechos de los Pueblos Indígenas.

Dicha certificación se ha convertido en un estándar en los últimos años para la regulación del mercado internacional y si bien, su acceso es voluntario, en la práctica para fines de exportación es prácticamente un requisito. A modo de ejemplo, es exigido en países de la Unión Europea, cuestión que obligó a las empresas chilenas del rubro forestal a acceder a sus procedimientos ya que contaban con un impresentable sello con promoción estatal: Certfor


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Vergonzoso actuar de consultora ambiental estadounidense a favor de CMPC – Forestal Mininco




La empresa consultora Rainforest Alliance no solamente le dio la certificación ambiental FSC a CMPC – Forestal Mininco, sino también, le dio un premio internacional por su “trayectoria sustentable”, a una de las empresas con mayor cuestionamiento en materia ambiental y en derechos humanos.



Premio otorgado por Rainforest Alliance a Forestal Mininco CMPC en Museo de Historia Natural de Nueva York Estados Unidos

Rainforest Alliance, con sede principal en Estados Unidos y subsede en Bolivia (Santa Cruz), fue la quien le dio la certificación ambiental FCS a la empresa Forestal Mininco, contra todo principio, sin atender los graves daños socio ambientales que han causado las plantaciones de monocultivos de pinos y eucaliptus, la contaminación de sus plantas de celulosa, ni los conflictos sobre tenencias de tierras con comunidades Mapuche, que involucran lugares sagrados del Pueblo Mapuche al interior de sus predios, además de las violaciones a los derechos humanos vinculados a esta empresa, abriéndose así mercados internacionales para mayor lucro a costa de la depredación.

No conforme con esto, Rainforest Alliance, con domicilio principal en 65 Millet, Richmond, Estados Unidos, otorgó a Forestal Mininco el Premio a la Trayectoria Sustentable 2015, que según esta entidad: “Es un reconocimiento entregado por el compromiso demostrado con las prácticas empresariales responsable”, el que fue recibido por Francisco Ruiz-Tagle Edwards, gerente general de la empresa, quien manifestó en la ocasión que “en Forestal Mininco el ser sustentable es una política, que se desprende del espíritu corporativo de Empresas CMPC que nos impulsa diariamente a hacer las cosas bien. Ser reconocidos con este premio nos alegra y es un estímulo para todos los miembros de la empresa y nos posiciona además como referentes del rubro a nivel mundial”.

Si bien la ceremonia se realizó en mayo del 2015 en el Museo de Historia Natural de Nueva York Estados Unidos, el premio con posterioridad ha sido ampliamente difundido hasta el día de hoy a través de diversos espacios del mercado y redes internacionales medio ambientales, con el claro propósito de contribuir a una imagen amigable de la empresa.

CMPC – Forestal Mininco, es una de las empresas más cuestionadas en Chile. Desde su rol en la dictadura militar que involucra a ejecutivos de la Planta CMPC de Laja con detenidos y ejecutados políticos, hasta los graves conflictos de tierras con comunidades del Pueblo Mapuche que ha involucrado el asesinato de un joven Mapuche, Alex Lemún, en noviembre del 2002, la muerte de Zenón Díaz Necul en mayo 2005 y la aplicación aberrante de leyes fácticas, como la antiterrorista en contra de numerosas personas Mapuche, contribuyendo a intensificar la criminalización y militarización de numerosas comunidades Mapuche que reclaman tierras ancestrales en el Bio Bio y Araucanía.

Se estima que el Pueblo Mapuche en Chile, con una población de un millón quinientas mil personas no tiene más de 600.000 hectáreas, sin embargo dos grupos económicos en el centro sur concentran casi dos millones de hectáreas en plantaciones forestales. El grupo Matte, de Mininco – CMPC, controlan más de setecientas mil hectáreas de plantaciones y Angelini, de Forestal Arauco – Celco, un millón doscientas mil, cuyo modelo industrial ha causado graves daños a los territorios y sus ecosistemas, a quienes se les atribuye los altos índices de empobrecimiento, desplazamiento población campesina – agrícola y la sequía.

Otro de los graves problemas que han proliferado a causa de las actividades de estas empresas, es el desplazamiento del bosque nativo; el uso indiscriminado de plaguicidas y contaminación de ecosistemas; acorralamiento de comunidades rurales por los monocultivos; destrucción de caminos rurales y polución por el tránsito de la maquinaria pesada, principalmente en tiempos de cosecha; pérdida de flora y fauna y de plantas medicinales y alimenticias; trasgresión de lugares sagrados, peligros de plagas como la avispa taladradora; y la perdida de suelos a causa de la tala rasa.

Finalmente, uno de los hechos que también ha preocupado a poblaciones locales, son los niveles de contaminación de sus plantas de celulosa, donde además, como ocurre con la planta en la comuna de Renaico, ha tenido sendas denuncias por contaminación de las aguas.



Forestal Mininco y conflictos territoriales



Algunos de los terrenos en disputa y que han salido a la luz pública como parte de las reclamaciones históricas, son: el Fundo Rukañanco de 300 hectáreas; y la posada de 200 hectáreas en Contulmo; Lleu Lleu de 78 hectáreas. En Tirúa: Tirúa. Fundo “Cerro Negro”; Fundo Tirúa Sur de 300 hectáreas; Fundo El Cardal de 1.600 hás.; Predio Forestal Mininco – choque de 400,00 hás.; En Collipulli Fyundo Rucañanco de 1.090 hectáreas; En Purén, el rincón de 590 hectáreas; En Victoria el Ulmo y el Arco de 200 hectáreas cada uno; En Traiguen el Santa Ana de 440 hectáreas; En Lumaco el PichiCautín; En Temuco el Litre de 106 hectáreas; En Nueva Imperial el San Alberto, entre varios otros más concentrados mayoritariamente en el Bio Bio y la Araucanía.

A estos antecedentes, se agregan múltiples otros que se han venido registrando en los últimos años y que varios de ellos fueron incorporados en los antecedentes que constató y a su vez omitió la consultora Rainforest Alliance la que, contradiciendo valores y principios FSC, le otorgó el sello FSC con estándar internacional ambiental a la empresa Mininco en su patrimonio forestal sobre una superficie total de 656,738.2.- Hectáreas de plantaciones de Pinus radiata; Eucalyptus nitens; Eucalyptus globulus, existiendo en dicha extensión diversos terrenos que son reclamados por comunidades.

Por su parte, la propia empresa consultora certificadora de FSC, Rainforest Alliance, registró espacios considerados sagrados para el Pueblo Mapuche al interior de terrenos en poder de la empresa Forestal Mininco, cuya superficie se estima en cerca de 300 hectáreas y algunas de las señaladas como “sitios de importancia para los indígenas y las comunidades”, son:

Lil y Elkatuwe Puchacay, Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo histórico ceremonial. Eltun Puchacay, Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo funerario. Es un cementerio familiar. Predio Puchacay Lote 1.

Futa Mawiza Lolenco, Complejo religioso espiritual y ceremonial. Es un gran bosque nativo. Predio Lolenco III.

Menoko Las Hermanas. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Es un humedal y una fuente de agua. Predio Las Hermanas y Otros.

Menoko Napañir. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Es un humedal y una fuente de agua.

Guillatuwe/Paliwe Napañir. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial. Predio Napañir.

Trayenko Elicura. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio Elicura.

Trayenko/Kelen Kelen La Esperanza. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio La Esperanza y Otros.

Tren Tren Lanalhue. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son cerros o cimas. Predio Lanalhue.

Tren Tren Buenavista. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son cerros o cimas.

Trawunwe Buenavista. Sitio de significancia cultural mapuche, de tipo ceremonial y sociopolítico. Son cimas o promontorios. Predio Buenavista 1.

Eltun Puchacay, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo funerario. Predio Puchacay.

Menoko El Chequén, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo ceremonial. Predio El Chequén.

Trayenko San Ernesto, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio San Ernesto.

Malal Menoko San Narciso I, sitio de significación cultural Mapuche, tipo “fortín” con un carácter eminentemente defensivo (fortificación) y un “Menoko” de tipo ceremenial; es un humedal y fuente de agua. Predio San Narciso I.

Trayenko Las Praderas, Sitio de significación cultural Mapuche, de tipo religioso ceremonial. Son saltos de agua o cascadas. Predio Las Praderas.

Además de los indicados por la consultora indicada, existen varios otros lugares ceremoniales de uso ancestral, de enorme importancia para las energías y las fuerzas territoriales que se ubican al interior de predios de su dominio. Por ejemplo está el caso de Klen Klen, es un salto de agua, en medio de un campo ceremonial de invocación al espíritu de las aguas y del bosque que está al interior de un predio Forestal, rodenandose de Pinos y con graves deterioros a su entorno en la zona del Nahuelbuta, comuna de Chol Chol. Lo mismo ocurre con un Kuel en el Alto Bio Bio, lugar con forma de loma, piramidal, que se identifica como espacio de concentración energética en las proximidades de Santa Bárbara.

Cabe mencionar que la protección a los espacios sagrados de las comunidades, no solo está contemplado en la propia Ley indígena, sino además, en normas y tratados internacionales de derechos indígenas que son obligatorias al estado chileno, como el Convenio 169 de la OIT y la declaración dela ONU sobre derechos de los Pueblos Indígenas.



Consultoras ambientales empresariales y el descredito del sello FSC

la empresa consultora Rainforest Alliance, que trabaja coludidamente con la Empresa Forestal Mininco (Forestal Mininco comenzó a trabajar por primera vez con RA en 2009, cuando comenzó su proceso de obtener la certificación del Forest Stewardship Council®(FSC®), que le fue otorgada tres años después), hoy, además, es evaluadora de la empresa “Semillas Imperial” una empresa destinada al “mejoramiento genético del eucaliptus”, que es una fusión de las empresas pro bosque y bosques cautín, quienes vienen estableciendo huertos para semilleros clonales donde producen semillas, como señalan “de alto valor genético que permiten aumentar la productividad de sus plantaciones tanto en volumen como en toneladas de celulosa por hectárea”.

Estas empresas consultoras de FSC continúan evaluando a empresas severamente cuestionadas en materia de Derechos Humanos y medio ambiente, con actos que se trasladan a otras latitudes como ocurre con Alto Paraná (Forestal Arauco) en Misiones, norte de Argentina, donde la empresa ha sido duramente cuestionada por graves conflictos con población local, por situaciones de contaminación, violencia de guardias privados a población indígena e impactos por sequía.

La misión oficial del Consejo FSC (Forest Stewardship Council – FSC) es, según profesan: “Promover el manejo ambientalmente apropiado, socialmente benéfico y económicamente viable de los bosques del mundo”. Agregan: “Las personas u organismos interesados en el consumo sostenible de madera, papel u otros derivados forestales pueden buscar obtener una certificación FSC de sus productos. La certificación FSC es también utilizada para demostrar un manejo sostenible de los bosques”.

A nivel internacional, FSC tienen entre sus socios a ONGs ambientales como WWF y Greenpeace, empresas como TetraPak y Mondi PLC y organizaciones sociales como la National Aboriginal Forestry Association de Canadá, así como propietarios y administradores de bosques, empresas procesadoras, y también partidarios y miembros individuales, según difunde la propia organización a nivel internacional.

A nivel local, FSC se regula por tres estamentos: social, ambiental y económico, quienes “adaptan” e implementan las directrices y principios de este consejo internacional en los respetivos países.

Los procedimientos para que actividades económicas accedan a certificaciones se hacen a través de instancias consultoras externas, alguna de las cuales han dado sellos FSC en medio de severas críticas sociales.

La certificación FSC exige que los operadores y proveedores forestales adhieran a sus 10 principios y criterios de manejo forestal, que incluye el respeto a los derechos de los Pueblos Indígenas.

Dicha certificación se ha convertido en un estándar en los últimos años para la regulación del mercado internacional y si bien, su acceso es voluntario, en la práctica para fines de exportación es prácticamente un requisito. A modo de ejemplo, es exigido en países de la Unión Europea, cuestión que obligó a las empresas chilenas del rubro forestal a acceder a sus procedimientos ya que contaban con un impresentable sello con promoción estatal: Certfor


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