Primero:
No es necesario ser psiquiatra (o psicólogo) para hacer hipnosis. Cualquiera lo puede hacer.
Y aunque fueras a uno, la hipnosis no es algo que "te hagan". Un corolario del hipnotismo y la hipnoterapia es que
TODA hipnosis es autohipnosis. Es más ritual que otra cosa, pero si tú no quieres entrar en estado prehipnótico para luego recibir sugestiones, no resultará, así de simple.
Tony Kamo, o cualquier otro hipnotista farandulero hace lo mismo a nivel espectáculo, las personas que "caen" bajo sus "poderes"
son preseleccionadas por él, en cuanto a sugestionabilidad e hipnotizabilidad (la primera muy fácil de leer en lenguaje no verbal y la segunda requiere testeo directo), se les hace lo que se llama una sugestión post-hipnótica (se "instala" el típico "cuando yo haga X cosa, tú reaccionarás de Y forma) y se someten al jueguito voluntariamente, ya sea por afinidad natural con el tema de "poder mental" y todo eso, por querer interpretar el papel y salir en la tele, tener cierto protagonismo, en definitiva, participar de alguna forma del espectáculo.
El mismo concepto se da en un contexto como el que temes tú, que sería el de hipnoterapia o hipnosis conversacional; debe haber voluntad y disposición, que parten de la confianza en el terapeuta.
Por otro lado, si tienes asperger ya estás en tu propio trance así que ni te preocupes.