siendo un chanta de aquellos admito que siempre me cautivó la personalidad de Alan García. Gran orador, demagogo, populista, contradictorio, astuto, profundamente peruano y con un indiscutible liderazgo. Era medio maricón sonriente, sobre todo con Chile, pero fiel a su estilo sacó adelante la demanda marítima y, a pesar de no haber ganado lo que quería, igual obtuvo una victoria simbólica para su país ya que les otorgaron derechos económicos en una zona de mar sin muchos recursos, pero igual algo ganó, aunque sea en el orgullo. El Perú tiene y tendrá por siempre un trauma con Chile, pues gracias a Alan pudieron "ganarnos algo". Fue una victoria mental.
Para quien no conozca Lima, cerca del centro, al otro lado del Rímac, está el cerro san cristóbal. Es un cerro lleno de tomas y casas desordenadas pero antaño no había casi nada. Pues bien, en vez de trabajar en su despacho en el Palacio de Gobierno con todas las comodidades de alguien a la altura de su cargo, Alan subía el Cerro San Cristobal y se metía en una mediagua con una vista panorámica de Lima a firmar decretos. Es como si Piñera fuera a firmar decretos a una casucha arriba del cerro de renca
es inolvidable cuando dejó la presidencia el 90. Con escándalo, a la peruana
Para los "amantes de la cultura" y quien le guste más saber sobre Alan Garcia recomiendo esta entrevista que le hizo Cesar Hildebrandt
Y digan lo que digan, perros culiaos
Viva El Perú