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"Han robado mis sueños y mi niñez": Greta Thunberg contra la inacción frente al cambio climático

Columna del guaton Valenzuela en La Tercera
https://www.latercera.com/la-tercer...e-greta/832605/amp/?__twitter_impression=true

¿Por qué Chile debe comprometerse a la par de países desarrollados que, actual e históricamente, han emitido muchas toneladas más de contaminantes a la atmósfera y cuya industrialización y desarrollo lograron a costa del futuro del resto de los habitantes del planeta?






“Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo”. Así empezaba la sueca Greta Thunberg su discurso en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, para luego quebrarse y evidenciar una mezcla de ira y desesperación en su mirada. Una puesta en escena memorable, para una figura que en menos de un año ha logrado concitar la atención mundial y convertirse, rápidamente, en el símbolo planetario de la lucha contra la llamada emergencia climática.

Su actuación en las Naciones Unidas es la antesala de su viaje a Chile para participar en la Conferencia de las Partes (COP25), y donde muchos aspiran a que los países acuerden ambiciosas metas de reducción de emisiones, para ponerle atajo al comienzo de la extinción masiva que augura la joven sueca. Greta viene a Chile y muchos desde ya se frotan las manos para recibirla y hacer propio su discurso anti-extractivista y que busca, en el fondo, cuestionar nuestro insostenible modelo de vida.

Hoy por hoy, oponerse a los postulados transmitidos por Greta Thunberg y a los acuerdos de París o de la ONU es un suicidio político. “Negacionista” dirán algunos, sumándose a la corriente totalitaria que busca imponer un solo modo de pensar y reaccionar en todo orden de cosas. “Inconsciente” dirán los más moderados, buscando cuestionar el derecho que tenemos de tener una visión alternativa de cómo interpretar ciertos datos y, principalmente, de cómo se están abordando las soluciones en muchos de estos casos.

El cambio climático existe y es una realidad, perceptible en nuestro entorno físico pero también una deducción objetiva a partir del análisis de los datos científicos disponibles sobre aumento de la temperatura global, la crecida de los océanos y el derretimiento de los hielos. Pero esta realidad no nos puede obligar a aceptar sin más las obligaciones que nos quiere imponer la jerarquía mundial, especialmente a los países en vías de desarrollo o derechamente subdesarrollados.

¿Por qué Chile debe comprometerse a la par de países desarrollados que, actual e históricamente, han emitido muchas toneladas más de contaminantes a la atmósfera y cuya industrialización y desarrollo lograron a costa del futuro del resto de los habitantes del planeta? ¿Por qué tenemos que renunciar a las bombillas plásticas, a las centrales a carbón, a la carne de vacuno o al gasto de energía propio de una nación que está a las puertas del desarrollo, para cambiarla por soluciones más limpias pero costosas para nuestras economías, y que postergan indefinidamente mejores condiciones de vida para muchos chilenos que no están ni cerca de vivir en las condiciones de sus pares europeos?

Soy afortunada, afirmó Greta. Efectivamente, ella tuvo la fortuna de nacer en Suecia, país que alcanzó velozmente el desarrollo a punta de energía hidroeléctrica, carbonífera y nuclear. Un país que llenó de ácido sus lagos; que contaminó el Océano Báltico a partir de sus desechos agrícolas y humanos; que ha arrasado sus bosques a partir de la explotación forestal de sus tierras. Una nación que, como pocas, exportaba sus desechos más tóxicos y los llevaba a lugares tan lejanos como Chile, para depositarlos en las costas de Arica, condenando a poblaciones enteras -especialmente a niños- a enfermedades producto del tóxico sueco de exportación. Ese el país de Greta, que hoy se pone a la vanguardia del progresismo ambientalista.

“¿Cómo se atreven?”, exclamó Greta enfurecida al emplazar a los líderes mundiales para que reaccionen frente a lo que ella denomina emergencia climática. ‘¿Cómo te atreves?’, le deberíamos responder muchos de nosotros, habitantes de países tercermundistas que no tenemos mayor responsabilidad en la crisis que su país y otras naciones industrializadas ocasionaron ni tenemos deber moral alguno de asumir tanta responsabilidad en las soluciones.

No, Greta, nosotros no hemos robado tus sueños ni tu infancia con palabras vacías. Esos fueron tus padres quienes te han utilizado para vender libros y que hoy hábilmente utilizan tu inocencia para vivir de esta noble causa. También los robaron los líderes de tu país, quienes no tuvieron una Greta que les dijera las verdades a la cara y que no fueron emplazados, para forzarlos a resarcir los daños de cientos de niños chilenos intoxicados por el plomo sueco.

Por eso, cuando venga a Chile, que se cuide Greta de los nuevos veganos y anti-extractivistas de ocasión, que al igual que muchos compatriotas de ella, lucraron con la industrialización y el desarrollo y ahora ven en la causa medioambiental un nuevo instrumento de manipulación política. Que aproveche también, en nombre de Suecia, de pedir perdón por los daños ocasionados a los chilenos y asuma, patrióticamente, su mayor responsabilidad en la cuota de la crisis climática que heredamos el resto de los habitantes de la tierra. Ese sí que sería un verdadero show de Greta.
Bastante buena e imparcial la columna, ahhh
 
Columna del guaton Valenzuela en La Tercera
https://www.latercera.com/la-tercer...e-greta/832605/amp/?__twitter_impression=true

¿Por qué Chile debe comprometerse a la par de países desarrollados que, actual e históricamente, han emitido muchas toneladas más de contaminantes a la atmósfera y cuya industrialización y desarrollo lograron a costa del futuro del resto de los habitantes del planeta?






“Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo”. Así empezaba la sueca Greta Thunberg su discurso en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, para luego quebrarse y evidenciar una mezcla de ira y desesperación en su mirada. Una puesta en escena memorable, para una figura que en menos de un año ha logrado concitar la atención mundial y convertirse, rápidamente, en el símbolo planetario de la lucha contra la llamada emergencia climática.

Su actuación en las Naciones Unidas es la antesala de su viaje a Chile para participar en la Conferencia de las Partes (COP25), y donde muchos aspiran a que los países acuerden ambiciosas metas de reducción de emisiones, para ponerle atajo al comienzo de la extinción masiva que augura la joven sueca. Greta viene a Chile y muchos desde ya se frotan las manos para recibirla y hacer propio su discurso anti-extractivista y que busca, en el fondo, cuestionar nuestro insostenible modelo de vida.

Hoy por hoy, oponerse a los postulados transmitidos por Greta Thunberg y a los acuerdos de París o de la ONU es un suicidio político. “Negacionista” dirán algunos, sumándose a la corriente totalitaria que busca imponer un solo modo de pensar y reaccionar en todo orden de cosas. “Inconsciente” dirán los más moderados, buscando cuestionar el derecho que tenemos de tener una visión alternativa de cómo interpretar ciertos datos y, principalmente, de cómo se están abordando las soluciones en muchos de estos casos.

El cambio climático existe y es una realidad, perceptible en nuestro entorno físico pero también una deducción objetiva a partir del análisis de los datos científicos disponibles sobre aumento de la temperatura global, la crecida de los océanos y el derretimiento de los hielos. Pero esta realidad no nos puede obligar a aceptar sin más las obligaciones que nos quiere imponer la jerarquía mundial, especialmente a los países en vías de desarrollo o derechamente subdesarrollados.

¿Por qué Chile debe comprometerse a la par de países desarrollados que, actual e históricamente, han emitido muchas toneladas más de contaminantes a la atmósfera y cuya industrialización y desarrollo lograron a costa del futuro del resto de los habitantes del planeta? ¿Por qué tenemos que renunciar a las bombillas plásticas, a las centrales a carbón, a la carne de vacuno o al gasto de energía propio de una nación que está a las puertas del desarrollo, para cambiarla por soluciones más limpias pero costosas para nuestras economías, y que postergan indefinidamente mejores condiciones de vida para muchos chilenos que no están ni cerca de vivir en las condiciones de sus pares europeos?

Soy afortunada, afirmó Greta. Efectivamente, ella tuvo la fortuna de nacer en Suecia, país que alcanzó velozmente el desarrollo a punta de energía hidroeléctrica, carbonífera y nuclear. Un país que llenó de ácido sus lagos; que contaminó el Océano Báltico a partir de sus desechos agrícolas y humanos; que ha arrasado sus bosques a partir de la explotación forestal de sus tierras. Una nación que, como pocas, exportaba sus desechos más tóxicos y los llevaba a lugares tan lejanos como Chile, para depositarlos en las costas de Arica, condenando a poblaciones enteras -especialmente a niños- a enfermedades producto del tóxico sueco de exportación. Ese el país de Greta, que hoy se pone a la vanguardia del progresismo ambientalista.

“¿Cómo se atreven?”, exclamó Greta enfurecida al emplazar a los líderes mundiales para que reaccionen frente a lo que ella denomina emergencia climática. ‘¿Cómo te atreves?’, le deberíamos responder muchos de nosotros, habitantes de países tercermundistas que no tenemos mayor responsabilidad en la crisis que su país y otras naciones industrializadas ocasionaron ni tenemos deber moral alguno de asumir tanta responsabilidad en las soluciones.

No, Greta, nosotros no hemos robado tus sueños ni tu infancia con palabras vacías. Esos fueron tus padres quienes te han utilizado para vender libros y que hoy hábilmente utilizan tu inocencia para vivir de esta noble causa. También los robaron los líderes de tu país, quienes no tuvieron una Greta que les dijera las verdades a la cara y que no fueron emplazados, para forzarlos a resarcir los daños de cientos de niños chilenos intoxicados por el plomo sueco.

Por eso, cuando venga a Chile, que se cuide Greta de los nuevos veganos y anti-extractivistas de ocasión, que al igual que muchos compatriotas de ella, lucraron con la industrialización y el desarrollo y ahora ven en la causa medioambiental un nuevo instrumento de manipulación política. Que aproveche también, en nombre de Suecia, de pedir perdón por los daños ocasionados a los chilenos y asuma, patrióticamente, su mayor responsabilidad en la cuota de la crisis climática que heredamos el resto de los habitantes de la tierra. Ese sí que sería un verdadero show de Greta.
Oye la columna culiao mala.

Hay si ellos lo hicieron por que yo no :grito:
 
No es difícil imaginase cómo se aplicarían las medidas para disminuír la producción de CO2: IMPUESTOS Y ALZAS DE PRECIOS. Ah, pero de seguro que eres uno de los que juras que son las empresas "capitalistas y explotadoras" las que van a pagar los costos si es que algún weon con pelotas, más bien oportunista, decide hacer algo contra el CO2. Apuesto que en lo primero que nos van a cagar es subiéndonos aún más las cuentas de la luz, el agua, la bencina, y por ende la comida, la micro, el metro, etc. Métase esto bien en la cabeza: SIEMPRE PAGARÁN LOS BOLAS TRISTES.

Éste es un buen ejemplo del cambio de paradigma necesario. Efectivamente, la producción sin CO2 aumentará los costos, y por ende los precios de todos los bienes y servicios, por lo tanto habrá que aprender a entender al mercado en esas nuevas condiciones. Hasta ahora, el "desarrollo económico" se ha medido en términos de acumulación de riqueza, pero bajo el nuevo escenario es probable que se modifique radicalmente a una medida que incluso limite esta acumulación, en favor de la conservación del medioambiente.

Haciendo conjeturas bien simplistas, se podría pensar en un encarecimiento de la vida en grandes ciudades, considerando que dependen de muchos servicios y todos aumentarían su costo. Podría volverse más rentable vivir en pueblos más pequeños, donde las distancias sean más cortas y las viviendas más baratas, aunque con menor variedad de servicios. Asimismo, convendría comer menos carne y menos alimentos procesados, en favor de frutas, verduras, legumbres, cereales y hortalizas capaces de producirse de forma local. Pero así también es probable que sea rentable volver a fabricar ropa, artículos electrónicos y otros bienes que hoy se importan. En fin, varias posibilidades y escenarios, donde lo único que no consideré fueron las crisis que habrá que enfrentar antes de que algo de esto ocurra.
 
pensé que la titere tenia como 13:yaoming:

hacerse usuario de antronio creyendo que es un lugar de sana convivencia y safespace como tuiter:qloco:

:jajahisteria: Verdad que la élite no sueña con volver este sucucho el safespace personal. Porque a la primera que les tiran mierda tal como a ellos les gusta tirar, comienzan a echarte del foro, difamar de las formas más ridículas, etc

:pero:



Ayyy soyeros fuera de mi forooooo :grito:

:troll:
 
:idolo:decir que eres de izquierda, celebrarle los peos a una aria occidental privilegiada del primer mundo...

3:+:bowen:
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Enviado desde mi SM-A505G mediante Tapatalk
 
:jajahisteria: Verdad que la élite no sueña con volver este sucucho el safespace personal. Porque a la primera que les tiran mierda tal como a ellos les gusta tirar, comienzan a echarte del foro, difamar de las formas más ridículas, etc

:pero:



Ayyy soyeros fuera de mi forooooo :grito:

:troll:
Me ofendes con tu odio, me siento vulnerado y te bloquearé:grito:

Tirar mierda y ofenderse es típico zurdo tipo fonola:troll:

Lastima que tengas que volver a visitar el foro que más odias para que no te tengas que sentir tan sholito:sm:







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