En los últimos años apareció una plaga de flaites tipo punk y wns que trabajan en los semáforos con ganas de ir por la ruta. El asunto es que no pagan por nada, no son capaces de pagar un miserable camping, se ponen en las plazas o comercio a pedir plata para que los mismos ayseninos les financien el viaje. Dan muy mal aspecto, más considerando que Coyhaique debe ser de las pocas ciudades en Chile que no tiene ambulantes o gente pidiendo limosnas, bueno eso hasta que llega el verano, porque estos individuos llegan en manada para ese periodo estival.
