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Protestas a nivel nacional no paran, #chiledespertó , Piñera con la pera.

Estado
No está abierto para más respuestas.
11 Aceptar la realidad que el Socialismo nunca ha funcionado y nunca funcionará :lol2: y ahora antes que se me olvide (o me vuelvan a banear xD)

QUERIDO DIARIO:

HAN PASADO 24 DÍAS DESDE QUE EMPEZAMOS A HACER MIERDA LA CIUDAD APARTE QUE SEBASTIAN PIÑERA SIGUE SIENDO EL PRESIDENTE DE CHILE, AHORA NUESTRO AMIGO EVO MORALES DEJÓ EL PODER DE NUESTROS HERMANOS BOLIVIANOS LO CUAL NOS DEJÓ MUY TRISTES, PERO ESTOY CONFIADO QUE EL PRÓXIMO VIERNES, DESPUÉS DE REPETIR EL MISMO CICLO DE DESTROZOS QUE NOS HACE GANAR CADA VEZ MÁS ADEPTOS, PORQUE CLARAMENTE A LA GENTE NO LE MOLESTA QUE DESTRUYAMOS SUS FUENTES DE TRABAJO, PUES ES POR UN BIEN MAYOR SERÁ ESE DÍA CLAVE DONDE FINALMENTE LLEGARÁ LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE QUE TRAERÁ EL PARAÍSO EN LA TIERRA A NUESTRO PAÍS, COMO PASÓ EN VENEZUELA.


:idolo: Troles de calidad :lol3:
 
La constitucion que propone el gobierno es otra wea sin pies ni cabeza..

¿Como pretende que el congreso, la wea más desprestigiada de Chile, lleno de weones como florcita motuda o urrutia o letelier o flores meta las manos?

Es que acaso todavía no cacha este enano culiao que la gente salió a manifestarse contra la clase política entera? Que nadie confía en el congreso? Desde que llegó la democracia nos han cagado con leyes a la medida de algunos. Han vivido como reyes esos chuchas de su madre.

Propongo que los actuales alcaldes de todas las comunas de Chile se dediquen a hacer una asamblea constituyente.

Los alcaldes son lo más cercano del mundo Político a la vida real. Y hay alcaldes de todos los partidos. Todo Chile representado por gente un poco más real que senadores y diputados callamperos.
Cipadrito lo he leído en varios post, tengo la impresión que puedes analizar esto independiente de tu postura, quizás bajar un poco las revoluciones. Los absolutismos generan falsas dicotomias, tenemos políticos que no hacen bien su pega, si es cosa de ver cómo trabajaron los primeros tres o cuatro días del estallido social, pero son legítimos en sus cargos y legitimados por un número importante de cipadritos, si nos ponemos en que nadie es legítimo puta la verdad mejor anarquisemonos y agarremos palos con clavos y a defendernos como podamos.
Aquí algunos nuevos puntos de vista.
Preguntar si Chile necesita una Asamblea Constituyente (AC) no es la pregunta correcta. Las que debiéramos intentar contestar, en materia constitucional, son otras mucho más relevantes. Pero algunos insisten en poner el foco en la falsa dicotomía que enfrenta a la AC con la institucionalidad vigente siendo la primera, nos dicen, el único mecanismo legítimo.

Y hay riesgo de que este eslogan se imponga. Ello porque los intelectuales de izquierda ya han sido exitosos en convencer a muchos de la incapacidad de la actual Constitución para plantearse como un acuerdo compartido y eficaz. Esos mismos intelectuales han sido, tal vez sin quererlo, peligrosamente responsables al subir las expectativas respecto de lo que puede esperarse de un texto constitucional. Y finalmente, muchos de ellos -afortunadamente no todos- suscriben la necesidad de una AC.

Pero en esta última jugada hay una trampa: sus partidarios la presentan como un ejercicio deliberativo sin contratiempos en el que todos concurriríamos pacíficamente a expresarnos en libertad. Esa, como tantas otras en la historia, es una utopía de la izquierda pues la AC no solo es incapaz de alcanzar ese estándar, sino que también, como veremos, no es un mecanismo tan diferente al vigente.

Hasta la fecha la mayoría de quienes han propuesto una AC están de acuerdo en el primer paso: un plebiscito preguntando a la ciudadanía si la aprueba o rechaza. Los cuestionamientos a esta opción son numerosos y contundentes, pero dejémoslos pasar, esta vez, para analizar los pasos que seguirían a una eventual aprobación, los que hasta la fecha están en las sombras.

La primera pregunta es ¿bajo qué sistema electoral se eligen los integrantes de la Asamblea Constituyente: mayoritario o proporcional?; número de distritos y de escaños, etcétera. Considerando la dificultad que siempre existe para determinarlo, la respuesta más fácil que podrían dar los promotores de este cambio sería ocupar el recién aprobado. Pero dado que la Asamblea Constituyente es unicameral, ¿cuál de los dos debiera utilizarse? ¿El que elige a 155 diputados o el que escoge a 50 senadores? Y, más importante que ello, si el sistema electoral es idéntico: ¿por qué no dejar que sea el mismo Congreso entonces el que haga las reformas? No tiene sentido deslegitimar de plano al Congreso si, finalmente, quienes serán elegidos para una Asamblea Constituyente son los mismos que lo serían en una elección parlamentaria o, al menos, son elegidos con el mismo sistema.

La pregunta siguiente es: ¿qué sucede con el país durante el funcionamiento de la Asamblea Constituyente? Una alternativa es que no exista Congreso y la Asamblea Constituyente tenga un plazo para proponer un texto. Esta es la fórmula de la Constitución de 1925. También la fórmula colombiana de 1991. Pero ello no es sostenible si el país no atraviesa por una crisis institucional. ¿Qué gobierno estaría dispuesto a postergar la aprobación de las leyes que propone en su programa a la espera de que la AC decida la nueva Constitución? Además tal mecanismo, al dejar al Ejecutivo sin contrapeso político alguno, es caldo de populismos.

Otra opción es que el Congreso siga funcionando en paralelo a la AC. Es decir, en un órgano reside la potestad legislativa y en otro distinto, la constituyente. Ante todo, es interesante preguntarse dónde querrán estar nuestros actuales legisladores. Si es, como intuyo, en la constituyente, no hay mucha diferencia que las reformas las haga el Congreso regularmente elegido. Pero más profundo que ello es la evidente duplicidad entre dos cuerpos deliberativos igualmente representativos. Si ambos tienen igual representación popular y ambos tienen iguales atribuciones para modificar la Constitución, ¿por qué duplicarlos? ¿No es más sensato que sea el propio Congreso el que haga entonces la reforma, si así lo estima?

En definitiva, sin respuestas a estos asuntos iniciales, el reclamo por una Asamblea Constituyente es un eslogan superficial y tramposo.

Solo para un integrarlo a la reflexión que cada uno pueda hacer. Saludos
 
@Mega ano seco nadie quiere la asamblea prostituyente ctm los puros comunistas.
La actual constitucion llevo a chile donde esta, requiere modificar un montón de cosas que en los ultimos 30 años movieron a beneficio de las empresas izquierda y derecha.
Pero nada comunista, nada de constituyentes y muchos menos hacer una constitucion a la pinta de los comus.


Pdta .Como quedo tu pera con Evo perales?
 
Así es la democracia, puede haber cosas que no nos gustan pero debemos aceptarlas hasta que tengamos mayoría para cambiarlas. En todo caso confio en las fuerzas conservadoras y tradicionalistas que podrán hacer un contrapeso.


Esto es necesario. En el sentido "lineal" en que íbamos masticando a regañadientes toda la mierda que nos metían, las corrientes conservadoras eran invisibilizadas. Incluso vimos disparates que ahora, en esta cruda realidad desatada por los agentes del mal, logramos comprender eran un sinsentido, y sin embargo en algún momento hasta las consideramos, sin meditar en lo que las animaba. Este proceso está reuniendo lo disperso, y hay un gran ruido de fondo conformado por una gran cantidad de población que, si bien "no se mete", apoyará la necesidad del orden, el trabajo y el progreso, y esa es la inmensa mayoría, y lo hará ya desde las urnas o simplemente no participando; denunciando, completamente indiferentes a los lloriqueos que ya están saturando a todos. Es bueno saber quién es quién. Además está la posibilidad de operarnos del PC y FA, todo en un contexto de inesperada caída del régimen de Maduro, sumada a la renuncia de Ego Perales, el cual en estos momentos corre riesgo hasta de ser ajusticiado. Se fue a meter a un lugar donde cuenta con una defensa básica, contra la cual el ejército de Bolivia, por muy callampero que sea, tiene las de ganar.

Nosotros debemos defender la República y la Democracia. Hay que eliminar todo partido que siga directrices extranjeras. Hay que sanar el alma de Chile, y restablecer su espíritu.
 
Última edición:


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tu agenda no sirve, pajaron

Mi agenda :qloco:, si wn yo obligo a todo el espectro de la derecha a ser unos inútiles de mierda y tambien soy parte de los comunistas extraterrestres que planificó en las sombas de mordor el golpe de estado a sebastian libertador piraña:paranoico:, fachos qlos la cagan para ser aweonaos :lol3:
 
No me opongo al cambio constitucional, siempre y cuando se haga de forma ordenada y con supervision de especialistas, por lo pronto preferiría que se cambiara el parlamento y se llamara a un nuevo congreso constituyente completo, ojala unicameral con parlamentarios reducidos. Lo peligroso sería que se hiciera en cabildos random llenos de Bertas y Lalos cuasi analfabetos, donde la izquierda dirigiría el proceso o peor aun una asamblea constituyente plenipotenciaria que podria pasarse por la raja todo el ordenamiento juridico.
Le pone un piso mínimo de 10% para ser considerado y rebaja grotesca de sueldo,
la wea no es privilegio, es un servicio a la nación.
Con eso, si me dice salta, yo le pregunto hasta donde :sisi3:.
 
Por pega no he tenido tiempo de postear en este tema, pero sepan mis queridos cimpadritos que siempre en la noche y antes de dormir me leo las últimas 50 páginas de este thread para así quedar al día sobre qué piensan respecto de esta crisis nacional los usuarios del forazo, el último bastión de cordura y libre expresión de este país. A cada uno de ustedes los felicito por la calidad de los posts donde derrochan inteligencia y lucidez con suaves y refinados toques de tolueno.

A propósito de que escribí esto en el tema de la caída del cabeza de pico:

Comenzó la deblaque bolivariana, ctm :clapclap:

Lo maravilloso es que todos los zurdos culiaos que conozco están llorando en silencio por la caída del compañero Evo y para tratar de pasar piola están centrándose en el gringo culiao loco de Reñaca. Estoy en un grupo de Whatsapp y hay unos wns que festinan cada vez que los subversivos destruyen nuestro país pero ahora que les comento que cagó su presidente Morales se hacen los locos. Llevan como 4214214312 mensajes burlándose y diciendo que prácticamente el triunfo es de ellos, pero cuando les dije que cagó el MAS (Movimiento al Socialismo) no me respondieron, se hicieron los wns. :risa:

Cayó un aliado importantísimo de Venezuela, perdieron un crucial peón chavista-bolivariano en el contexto geopolítico regional, y los soyeros para tratar de hacer que no sintieron el golpe se hacen los wns, o bien, se centran en un puro loco culiao que disparó en Reñaca.

En mi casa contraté una cuenta de Megaplay/Like (servicio de IPTV) por lo que tengo acceso a los canales bolivianos y he visto desde primera fuente el levantamiento que está ocurriendo allá. Es impresionante cómo están arrancando las ratas... a cada rato llegan informaciones de que renunciaron alcaldes, ministros y todo tipo de autoridades cercanas a Evo. ¿Y los canales gubernamentales? Están caidos, señores, no transmiten porque dicen que va a ir la gente a prenderles fuego. Lo increíble es que mientras la tv chilena sigue transmitiendo la misma wea (represhión, dereshoh humanoh y el loco de reñaca), la televisión boliviana transmitió en vivo la señal de Telesur donde Nicolás Maduro da prácticamente una declaración de guerra por la caída de su compañero cabeza de pico. Estamos presenciando momentos históricos únicos, esto es historia pura.

Lo mejor de todo es que la cagaron las minas que salen en la tele boliviana. Hay un canal que se llama ATB y la presentadora del noticiario es preciosa, en otro canal tambien la wna es exquisita a más no poder, mientras que en el canal Bolivisión la mina del tiempo tiene un culo digno de estrella porno. Cuando se acabe toda esta wea hay que irse de putas a Santa Cruz de la Sierra. No cachaba que mi celu tenía opción de hacer GIF y contemplad:

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:clapclap: Bolivianas de calidad

Dedico este post a quien en forma visionaria nos señaló la peligrosidad de Alvaro García Linera para la seguridad nacional de nuestro país. En la hora de su caída vaya este post como sincero homenaje a mi extinto compadre y amigo personal :idolo: @kabal @ratacabezona. El tiempo te dio la razón

Quiero agregar este video:



¿Discúlpenme pero si esto no es una declaración de guerra y antecedente irrefutable de la injerencia e intervencionismo venezolano en asuntos internos de otros países qué es entonces?

Parece webeo pero creo que será cierto eso de que la próxima semana será clave. Desde mañana ciertos sectores izquierdistas locales irán con todo contra Piñera creyendo que pueden hacer el mismo levantamiento general en Bolivia que sacó a Morales, junto con que ellos saben que tienen que actuar rápido y enérgicamente porque están conscientes de que se les acaba el tiempo. Mientras tanto, y en la otra vereda, ciertos sectores creerán que este será el momento de tomar la retaguardia aprovechando que la izquierda internacional ya no estará centrada en Chile sino también en Bolivia. Basta cachar que el exalmirante de la armada Eugenio González y otros uniformados están retwitteando y llenando de likes la declaración de las fuerzas armadas boliviana donde le piden a Evo que renuncie.

Se viene un paro nacional, los violentistas creen que podrán sacar a Piñera de la misma forma que sacaron a Evo Morales, los pendejos quieren cobrar por el soyero que tristemente perdió sus ojos por wn (ni a mi peor enemigo le deseo esa wea), los chalecos amarillos se están armando, la izquierda internacional está en alerta máxima por la situación en Bolivia y sumémosle que ciertos sectores de nuestras las FF.AA quieren puro actuar de la misma forma que los militares bolivianos.... en suma, la próxima semana será clave.

Por cierto, por más que sea de un pensamiento conservador creo que es necesario que la mierda de presidente anuncie ciertas medidas simbólicas para bajar la espiral de violencia. No podemos seguir así. Me agrada la idea del plebiscito y congreso constituyente.
 
Última edición:
https://interferencia.cl/articulos/pinera-debe-renunciar

Piñera debe renunciar
10/11/2019 - 04:45

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Cuatro razones por las cuales el mandatario debería abandonar -por el bien de Chile y por la vía institucional vigente- el palacio de La Moneda.

En un sistema híper presidencialista como el que tiene nuestro país, la sola idea de que un mandatario democráticamente electo con la amplia mayoría de los votos de aquellos que acudieron a las urnas -como fue el caso de Sebastián Piñera en diciembre de 2017- tenga que abdicar, genera los peores fantasmas políticos, tanto en la izquierda como en la derecha.

Esto, porque la mayoría de los enfrentamientos políticos en la historia de Chile que han tocado la figura presidencial han terminado en un baño de sangre o en graves trastornos sociales: Balmaceda en 1891, Arturo Alessandri en 1924, Salvador Allende en 1973, por nombrar los casos más connotados.

Pero en pleno siglo 21, con una democracia relativamente consolidada, si bien bastante imperfecta, las chilenas y los chilenos no deberíamos tener temor a la salida de un Presidente si ésta se genera a través de mecanismos institucionales establecidos. Cuando el presidente de derecha del gobierno español Mariano Rajoy fue depuesto en un voto parlamentario por el líder del PSOE Pedro Sánchez, nadie habló del fin de la democracia en ese país. Lo mismo cuando el conservador Helmut Kohl “derrocó” al socialdemócrata Helmut Schmidt en Alemania en 1983.

Desde luego, el sistema parlamentario europeo tiene mecanismos bien establecidos para que las ‘caídas’ de los gobiernos no sean traumáticas, cosa que no sucede en nuestro sistema político. La caída de un Presidente, en Chile, es como la caída de un monarca antes de la Revolución Francesa: un hecho traumático que, muchas veces, sume a una nación en el caos e incluso la guerra civil.

Pero no hay que dramatizar tanto. El levantamiento social en Chile ha sido mayoritariamente alegre -basta con observar como en estos días los manifestantes a lo largo de Chile les piden a los automovilistas bailar para hacerlos pasar por la muchedumbre- pese a los intentos de La Moneda y de los medios de comunicación tradicionales de mostrar una cara violenta, y minoritaria, de las masivas movilizaciones.

Esto no quiere decir que no existan delincuentes que se aprovechan de la situación. Después de todo, los portonazos repentinamente dejaron de ocurrir. Pero de ahí a criminalizar el clamor de millones de chilenas y chilenos en contra de un modelo económico que los tiene ahogados en deudas para acceder a servicios básicos, hay un salto cuántico.

A estas alturas, la mayoría de los chilenos -independientes de sus preferencias ideológicas- ha llegado a la conclusión que el gran obstáculo para una salida al estallido social que se cristalizó el 18 de octubre es el propio Sebastián Piñera, quien ha simbolizado en su persona todo lo que se quiere cambiar. Las opiniones y las razones para ello difieren, pero la conclusión es la misma.

A continuación cuatro razones por las cuales Piñera debería dar un paso al costado.

1.- Por las graves violaciones a los derechos humanos. Lo sucedido en las últimas semanas no se trata de ‘excesos’ de la fuerza policial y militar. Todo indica que se han producido violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como Chile no conocía desde fines de la década de los 80, en plena dictadura de Augusto Pinochet. Numerosos organismos internacionales han mostrado una seria preocupación por un nivel de represión que coloca a Chile por encima del conflicto palestino-israelí en heridas como la de más de 200 jóvenes manifestantes que han perdido sus ojos por los perdigones de Carabineros.

De hecho, en solo tres semanas la cantidad de heridos oculares chilenos graves equivale al 70% del total mundial en casi tres décadas de heridos por armas no letales, si se toman los datos de una investigación de 2017 publicada en journal BMJ . Un récord muy triste para un país que hasta hace unas semanas se vanagloriaba por sus buenas posiciones en ránkings económicos y de competitividad.

Hasta ahora, Piñera y sus ministros no han tenido ningún gesto de humanidad hacia estas víctimas. Más bien al contrario: en sus discursos han sugerido que estas chilenas y chilenos gravemente heridos en estas semanas, no son inocentes, es decir, se trataría de delincuentes y no de manifestantes, ofreciendo un respaldo irresponsable a Carabineros, que no ha sabido hasta hoy estar a la altura de las circunstancias.

Además la arista judicial está recién abriéndose, habiendo ya querellas por crímenes de lesa humanidad contra Piñera, sus ministros y carabineros y militares bajo su mando. De tal modo, dar con la verdad de los hechos y sancionar a los responsables, con el presidente en ejercicio como el principal responsable político (y tal vez penal) del fenómeno judicial que empieza, en un régimen hiperpresidencialista, es un despropósito que puede afectar seriamente la impartición de Justicia, y -cómo no- la paz social.

2.- Por el derrumbe económico. Para un Gobierno y sector político que ha hecho del crecimiento económico un mantra superior del desarrollo, la insistencia de La Moneda en alargar la crisis para no dar su brazo a torcer, está generando un serio daño a la actividad económica, con caídas estrepitosas en los indicadores de exportaciones, consumo e inversión, lo que llevó a nuevas bajas en las expectativas de crecimiento, sin descartar entrar en recesión en algún momento.

Mientras La Moneda y los medios tradicionales insisten en que los saqueos paralizan la actividad económica, sobre todo de las pymes. Pero la realidad -tal como INTERFERENCIA ha podido constatar en reporteos en Maipú, Puente Alto, Pedro Aguirre Cerda, Santiago, Conchalí, Las Condes, Viña del Mar, Valparaíso y Concepción- es más matizada. Los saqueos a locales pymes han sido mínimos -a diferencia de las cadenas de grandes marcas que, efectivamente, han sufrido fuertes ataques- y lo que más los afecta es la continua guerra que Piñera le ha declarado al movimiento social, lo cual asusta a muchos ciudadanos y los mantiene alejados de comercio y restoranes. No hay que olvidar que más del 50% del Producto Interno Bruto del país proviene del consumo.

Y, que conste, el argumento económico fue el más esgrimido por el propio Piñera y amplios sectores de la derecha chilena para pedir un cambio de régimen... en Venezuela.

Por el contrario, la renuncia del presidente dentro del marco institucional podría tener efectos positivos para la economía, pues hasta ahora la principal crítica ciudadana es hacia los abusos y los excesos del sistema económico, pero no ha cristalizado hacia posturas necesariamente radicales, lo que puede cambiar con la permanencia de Piñera en el poder.

3.- Por pudor y decencia. Para nadie es un misterio que Piñera forjó su carrera financiera y política jugando al límite. Basta con recordar el Banco de Talca, el PiñeraGate, los sobornos y el uso de información privilegiada mientras era accionista de LAN Chile, o Exalmar. Nada de eso impidió que fuera electo en 2010 y en 2017.

Y esto año se supo que durante más de tres décadas Piñera no había pagado las contribuciones de una de sus propiedades de veraneo en el sur del país; que sus hijos Sebastián y Cristóbal se fueron de viaje de negocios a China con su padre y que Hopin, uno de sus emprendimientos, obtuvo millonarios contratos con agencias del Estado; que su hija Cecilia, dueña de una herencia de unos US$ 150 millones, postuló y obtuvo a un bono de 200 mil pesos en la Universidad de Chile, donde ejerce como docente en la Facultad de Medicina; y que Magdalena obtuvo hace dos meses que Carabineros custodiara su casa mientras estaba de vacaciones fuera del país.

Hasta ahora, los ciudadanos perdonaban estos pecados, a cambio de la esperanza de que Piñera generara mejores condiciones de vida para los chilenos. Pero como como los tiempos mejores y los arriba los corazones no llegaron, los pecadillos de Piñera se convirtieron en delitos a ojo de muchos.

¿Qué autoridad moral tiene un Presidente de la República que, a lo largo de toda su vida, ha beneficiado a su familia y a sí mismo, mientras exige sacrificios a 17 millones de chilenas y chilenos?

¿Cómo el mandatario se puede indignar con los vándalos que destruyen algunas negocios si él mismo ha sido un vándalo en el sistema financiero chileno?

4.- Por una posible incapacidad mental. A estas alturas, hay mucha gente que duda acerca de la estabilidad emocional del Presidente de la República.

Ciertamente, hay cosas que corresponden a un simple aprovechamiento político. Ejemplo de ello es cuando celebró el hecho de que 1,2 millones de personas se manifestaran el 25 de octubre en contra de su gobierno. Tratando de darle un aire festivo, auxiliado por opinólogos que trataron la mayor convocatoria en la historia de Chile como un Lollapalooza recargado, Piñera trató que ese evento fuera visto como un llamado de atención a todo el mundo, y no como lo que fue: una protesta en contra suya.

Pero, cada una de sus acciones han demostrado que está completamente desconectado de la realidad del país -más allá de la caricatura que hizo de sí mismo cuando fue a comer pizza al inicio de la crisis- y, lo que puede ser más grave, de su sentido personal de la realidad.

Un ejemplo claro fue cuando afirmó en una reciente entrevista a la cadena británica BBC que él también había estado en las manifestaciones. Desde luego, ningún medio chileno le contrapreguntó acerca de ello (INTERFERENCIA tampoco, ya que cuenta con acceso restringido a La Moneda). Pero hay que detenerse en esto que parece ser un detalle. ¿En serio el presidente Piñera cree que ha estado en las manifestaciones? ¿Está sufriendo de alucinaciones, o se refiere a que ha visto informes de estas protestas?

No se trata de preguntas retóricas, porque todo indica, que de manera creciente y acelerada, el presidente está perdiendo -tal vez por estrés- todo contacto con la realidad social.

Los efectos de esta posible incapacidad son evidentes en materia de gobernabilidad.

Invariablemente sus anuncios en materia social y de seguridad, no han logrado aplacar la ira de los ciudadanos, ni han sucitado el respaldo de su sector. Esto, en un contexto en que cada decisión más o menos razonable ha llegado varios días tarde y ha sido ineficaz por lo mismo; el congelamiento del pasaje del Metro, la defenestración de Chadwick y los ministros más polémicos, el fin de los estados de emergencia, entre otras, como puede llegar a ser instruir a Carabineros -finalmente- que deje de cegar ciudadanos.

Tampoco ha habido mayor efecto en cuanto sus decisiones políticas, pues -por ejemplo- el cambio de gabinete fue tan solo una especie de promoción del piñerismo juvenil en reemplazo de fusibles que debieron saltar hace rato (su primo Andrés Chadwick, en enero, tras la muerte de Camilo Catrillanca). No hubo, de tal modo, sangre fresca para iniciar una segunda etapa de la crisis, y se nota en la falta de perspectiva para encontrar un diagnóstico acertado -definitivamente no sirve la idea de que estamos en esto, porque los chilenos estamos presos de nuestro propio éxito- y soluciones consistentes con ese diagnóstico.

Así, nadie comprende -por ejemplo- por qué llamó al Consejo de Seguridad Nacional, un evento ampuloso, pero sin ninguna trascendencia. En la misma línea, tampoco se comprenden bien las insinuaciones que hace acerca de que Chile estaría siendo atacado por potencias extranjeras. Ambos aspavientos finalmente lo dejan cada más cerca de las palabras de su esposa, Cecilia Morel, cuando vio alienígenas en los causantes de los desórdenes de este estallido social.

1+1+1+1= La renuncia

Y eso lleva a preguntarse: ¿Existen mecanismos legítimos e institucionales para sacar de circulación a un mandatario que ha perdido todo cable a tierra?

Sí existen, y hay que usarlos. En nuestra opinión, largamente debatida y discutida -y sin tener unanimidad absoluta- hemos llegado a la conclusión que como medio de prensa es nuestra responsabilidad pedirle al presidente Sebastián Piñera que renuncie a su cargo, que asuma el vicepresidente y que se convoquen a elecciones anticipadas.

Esto permitirá al país sumirse en una reflexión política necesaria y profunda, respecto de lo que quiere para los próximos años y décadas. No hay que temerle a esa reflexión ciudadana, pues Chile tiene la madurez suficiente y la experiencia histórica como para -al fin- reivindicar propositiva y sabiamente la soberanía popular, y dotarse de las vías institucionales, políticas, económicas y sociales del cambio que se necesita urgentemente.

¿Golpe de Estado blando? No, para nada. Lo que se pide es usar los mecanismos normales e institucionales para salir del pantano creado por el propio mandatario y por un régimen hiperpresidencialista que se lo permite. De lo contrario, sí caeremos en un caos total
 
https://interferencia.cl/articulos/pinera-debe-renunciar

Piñera debe renunciar
10/11/2019 - 04:45

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Cuatro razones por las cuales el mandatario debería abandonar -por el bien de Chile y por la vía institucional vigente- el palacio de La Moneda.

En un sistema híper presidencialista como el que tiene nuestro país, la sola idea de que un mandatario democráticamente electo con la amplia mayoría de los votos de aquellos que acudieron a las urnas -como fue el caso de Sebastián Piñera en diciembre de 2017- tenga que abdicar, genera los peores fantasmas políticos, tanto en la izquierda como en la derecha.

Esto, porque la mayoría de los enfrentamientos políticos en la historia de Chile que han tocado la figura presidencial han terminado en un baño de sangre o en graves trastornos sociales: Balmaceda en 1891, Arturo Alessandri en 1924, Salvador Allende en 1973, por nombrar los casos más connotados.

Pero en pleno siglo 21, con una democracia relativamente consolidada, si bien bastante imperfecta, las chilenas y los chilenos no deberíamos tener temor a la salida de un Presidente si ésta se genera a través de mecanismos institucionales establecidos. Cuando el presidente de derecha del gobierno español Mariano Rajoy fue depuesto en un voto parlamentario por el líder del PSOE Pedro Sánchez, nadie habló del fin de la democracia en ese país. Lo mismo cuando el conservador Helmut Kohl “derrocó” al socialdemócrata Helmut Schmidt en Alemania en 1983.

Desde luego, el sistema parlamentario europeo tiene mecanismos bien establecidos para que las ‘caídas’ de los gobiernos no sean traumáticas, cosa que no sucede en nuestro sistema político. La caída de un Presidente, en Chile, es como la caída de un monarca antes de la Revolución Francesa: un hecho traumático que, muchas veces, sume a una nación en el caos e incluso la guerra civil.

Pero no hay que dramatizar tanto. El levantamiento social en Chile ha sido mayoritariamente alegre -basta con observar como en estos días los manifestantes a lo largo de Chile les piden a los automovilistas bailar para hacerlos pasar por la muchedumbre- pese a los intentos de La Moneda y de los medios de comunicación tradicionales de mostrar una cara violenta, y minoritaria, de las masivas movilizaciones.

Esto no quiere decir que no existan delincuentes que se aprovechan de la situación. Después de todo, los portonazos repentinamente dejaron de ocurrir. Pero de ahí a criminalizar el clamor de millones de chilenas y chilenos en contra de un modelo económico que los tiene ahogados en deudas para acceder a servicios básicos, hay un salto cuántico.

A estas alturas, la mayoría de los chilenos -independientes de sus preferencias ideológicas- ha llegado a la conclusión que el gran obstáculo para una salida al estallido social que se cristalizó el 18 de octubre es el propio Sebastián Piñera, quien ha simbolizado en su persona todo lo que se quiere cambiar. Las opiniones y las razones para ello difieren, pero la conclusión es la misma.

A continuación cuatro razones por las cuales Piñera debería dar un paso al costado.

1.- Por las graves violaciones a los derechos humanos. Lo sucedido en las últimas semanas no se trata de ‘excesos’ de la fuerza policial y militar. Todo indica que se han producido violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como Chile no conocía desde fines de la década de los 80, en plena dictadura de Augusto Pinochet. Numerosos organismos internacionales han mostrado una seria preocupación por un nivel de represión que coloca a Chile por encima del conflicto palestino-israelí en heridas como la de más de 200 jóvenes manifestantes que han perdido sus ojos por los perdigones de Carabineros.

De hecho, en solo tres semanas la cantidad de heridos oculares chilenos graves equivale al 70% del total mundial en casi tres décadas de heridos por armas no letales, si se toman los datos de una investigación de 2017 publicada en journal BMJ . Un récord muy triste para un país que hasta hace unas semanas se vanagloriaba por sus buenas posiciones en ránkings económicos y de competitividad.

Hasta ahora, Piñera y sus ministros no han tenido ningún gesto de humanidad hacia estas víctimas. Más bien al contrario: en sus discursos han sugerido que estas chilenas y chilenos gravemente heridos en estas semanas, no son inocentes, es decir, se trataría de delincuentes y no de manifestantes, ofreciendo un respaldo irresponsable a Carabineros, que no ha sabido hasta hoy estar a la altura de las circunstancias.

Además la arista judicial está recién abriéndose, habiendo ya querellas por crímenes de lesa humanidad contra Piñera, sus ministros y carabineros y militares bajo su mando. De tal modo, dar con la verdad de los hechos y sancionar a los responsables, con el presidente en ejercicio como el principal responsable político (y tal vez penal) del fenómeno judicial que empieza, en un régimen hiperpresidencialista, es un despropósito que puede afectar seriamente la impartición de Justicia, y -cómo no- la paz social.

2.- Por el derrumbe económico. Para un Gobierno y sector político que ha hecho del crecimiento económico un mantra superior del desarrollo, la insistencia de La Moneda en alargar la crisis para no dar su brazo a torcer, está generando un serio daño a la actividad económica, con caídas estrepitosas en los indicadores de exportaciones, consumo e inversión, lo que llevó a nuevas bajas en las expectativas de crecimiento, sin descartar entrar en recesión en algún momento.

Mientras La Moneda y los medios tradicionales insisten en que los saqueos paralizan la actividad económica, sobre todo de las pymes. Pero la realidad -tal como INTERFERENCIA ha podido constatar en reporteos en Maipú, Puente Alto, Pedro Aguirre Cerda, Santiago, Conchalí, Las Condes, Viña del Mar, Valparaíso y Concepción- es más matizada. Los saqueos a locales pymes han sido mínimos -a diferencia de las cadenas de grandes marcas que, efectivamente, han sufrido fuertes ataques- y lo que más los afecta es la continua guerra que Piñera le ha declarado al movimiento social, lo cual asusta a muchos ciudadanos y los mantiene alejados de comercio y restoranes. No hay que olvidar que más del 50% del Producto Interno Bruto del país proviene del consumo.

Y, que conste, el argumento económico fue el más esgrimido por el propio Piñera y amplios sectores de la derecha chilena para pedir un cambio de régimen... en Venezuela.

Por el contrario, la renuncia del presidente dentro del marco institucional podría tener efectos positivos para la economía, pues hasta ahora la principal crítica ciudadana es hacia los abusos y los excesos del sistema económico, pero no ha cristalizado hacia posturas necesariamente radicales, lo que puede cambiar con la permanencia de Piñera en el poder.

3.- Por pudor y decencia. Para nadie es un misterio que Piñera forjó su carrera financiera y política jugando al límite. Basta con recordar el Banco de Talca, el PiñeraGate, los sobornos y el uso de información privilegiada mientras era accionista de LAN Chile, o Exalmar. Nada de eso impidió que fuera electo en 2010 y en 2017.

Y esto año se supo que durante más de tres décadas Piñera no había pagado las contribuciones de una de sus propiedades de veraneo en el sur del país; que sus hijos Sebastián y Cristóbal se fueron de viaje de negocios a China con su padre y que Hopin, uno de sus emprendimientos, obtuvo millonarios contratos con agencias del Estado; que su hija Cecilia, dueña de una herencia de unos US$ 150 millones, postuló y obtuvo a un bono de 200 mil pesos en la Universidad de Chile, donde ejerce como docente en la Facultad de Medicina; y que Magdalena obtuvo hace dos meses que Carabineros custodiara su casa mientras estaba de vacaciones fuera del país.

Hasta ahora, los ciudadanos perdonaban estos pecados, a cambio de la esperanza de que Piñera generara mejores condiciones de vida para los chilenos. Pero como como los tiempos mejores y los arriba los corazones no llegaron, los pecadillos de Piñera se convirtieron en delitos a ojo de muchos.

¿Qué autoridad moral tiene un Presidente de la República que, a lo largo de toda su vida, ha beneficiado a su familia y a sí mismo, mientras exige sacrificios a 17 millones de chilenas y chilenos?

¿Cómo el mandatario se puede indignar con los vándalos que destruyen algunas negocios si él mismo ha sido un vándalo en el sistema financiero chileno?

4.- Por una posible incapacidad mental. A estas alturas, hay mucha gente que duda acerca de la estabilidad emocional del Presidente de la República.

Ciertamente, hay cosas que corresponden a un simple aprovechamiento político. Ejemplo de ello es cuando celebró el hecho de que 1,2 millones de personas se manifestaran el 25 de octubre en contra de su gobierno. Tratando de darle un aire festivo, auxiliado por opinólogos que trataron la mayor convocatoria en la historia de Chile como un Lollapalooza recargado, Piñera trató que ese evento fuera visto como un llamado de atención a todo el mundo, y no como lo que fue: una protesta en contra suya.

Pero, cada una de sus acciones han demostrado que está completamente desconectado de la realidad del país -más allá de la caricatura que hizo de sí mismo cuando fue a comer pizza al inicio de la crisis- y, lo que puede ser más grave, de su sentido personal de la realidad.

Un ejemplo claro fue cuando afirmó en una reciente entrevista a la cadena británica BBC que él también había estado en las manifestaciones. Desde luego, ningún medio chileno le contrapreguntó acerca de ello (INTERFERENCIA tampoco, ya que cuenta con acceso restringido a La Moneda). Pero hay que detenerse en esto que parece ser un detalle. ¿En serio el presidente Piñera cree que ha estado en las manifestaciones? ¿Está sufriendo de alucinaciones, o se refiere a que ha visto informes de estas protestas?

No se trata de preguntas retóricas, porque todo indica, que de manera creciente y acelerada, el presidente está perdiendo -tal vez por estrés- todo contacto con la realidad social.

Los efectos de esta posible incapacidad son evidentes en materia de gobernabilidad.

Invariablemente sus anuncios en materia social y de seguridad, no han logrado aplacar la ira de los ciudadanos, ni han sucitado el respaldo de su sector. Esto, en un contexto en que cada decisión más o menos razonable ha llegado varios días tarde y ha sido ineficaz por lo mismo; el congelamiento del pasaje del Metro, la defenestración de Chadwick y los ministros más polémicos, el fin de los estados de emergencia, entre otras, como puede llegar a ser instruir a Carabineros -finalmente- que deje de cegar ciudadanos.

Tampoco ha habido mayor efecto en cuanto sus decisiones políticas, pues -por ejemplo- el cambio de gabinete fue tan solo una especie de promoción del piñerismo juvenil en reemplazo de fusibles que debieron saltar hace rato (su primo Andrés Chadwick, en enero, tras la muerte de Camilo Catrillanca). No hubo, de tal modo, sangre fresca para iniciar una segunda etapa de la crisis, y se nota en la falta de perspectiva para encontrar un diagnóstico acertado -definitivamente no sirve la idea de que estamos en esto, porque los chilenos estamos presos de nuestro propio éxito- y soluciones consistentes con ese diagnóstico.

Así, nadie comprende -por ejemplo- por qué llamó al Consejo de Seguridad Nacional, un evento ampuloso, pero sin ninguna trascendencia. En la misma línea, tampoco se comprenden bien las insinuaciones que hace acerca de que Chile estaría siendo atacado por potencias extranjeras. Ambos aspavientos finalmente lo dejan cada más cerca de las palabras de su esposa, Cecilia Morel, cuando vio alienígenas en los causantes de los desórdenes de este estallido social.

1+1+1+1= La renuncia

Y eso lleva a preguntarse: ¿Existen mecanismos legítimos e institucionales para sacar de circulación a un mandatario que ha perdido todo cable a tierra?

Sí existen, y hay que usarlos. En nuestra opinión, largamente debatida y discutida -y sin tener unanimidad absoluta- hemos llegado a la conclusión que como medio de prensa es nuestra responsabilidad pedirle al presidente Sebastián Piñera que renuncie a su cargo, que asuma el vicepresidente y que se convoquen a elecciones anticipadas.

Esto permitirá al país sumirse en una reflexión política necesaria y profunda, respecto de lo que quiere para los próximos años y décadas. No hay que temerle a esa reflexión ciudadana, pues Chile tiene la madurez suficiente y la experiencia histórica como para -al fin- reivindicar propositiva y sabiamente la soberanía popular, y dotarse de las vías institucionales, políticas, económicas y sociales del cambio que se necesita urgentemente.

¿Golpe de Estado blando? No, para nada. Lo que se pide es usar los mecanismos normales e institucionales para salir del pantano creado por el propio mandatario y por un régimen hiperpresidencialista que se lo permite. De lo contrario, sí caeremos en un caos total
Ufff, de los 4 puntos, todos emocionales sin argumentos sólidos, comenzando con la tortura sistematica, cosa que ni el iddhh ha podido notificar, el punto 2 ¿Que crisis económica? Más que el desempleo por el vandalismo, puro humo, el punto 3 y 4 más humo sin fundamento técnico todo subjetivo y lo que pasa en tu cabeza.

Entretenido pero absurdo. Podrías acortarlo más para que te lean y aportar el tolueno necesario. Si no mejor hacete otro clon.
 
''La izquierda y el anarquismo se esmera tanto en destruir para luego ''construir algo mejor'', pero no se puede construir algo mejor si todo esta destruido''.
Impresionante como el populismo le lava las mentes a las personas, por eso la elite real economica los ve como ganado
 
Estado
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