Para ello buscan radicalizar las protestas en el Perú y en América Latina a fin de generar cambios en la Constitución y en sus economías.
Y así lo han entendido los líderes políticos de la región
Para ello buscan radicalizar las protestas en el Perú y en América Latina a fin de generar cambios en la Constitución y en sus economías.
Y así lo han entendido los líderes políticos de la región.
Un ejemplo concreto de ello se pudo observar el pasado miércoles en la ciudad de La Paz, en donde cuatro funcionarios del gobierno cubano fueron arrestados por la policía boliviana acusados de organizar y financiar protestas contra el gobierno interino de la ex senadora Jeanine Áñez y a favor del retorno del expresidente Evo Morales.
Este hecho ya se confirmaba con lo indicado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) el 16 de octubre del 2019 en un comunicado oficial. Este documento rezaba “que las actuales corrientes de desestabilización de los sistemas políticos en Latinoamérica (Chile, Ecuador, Bolivia, Perú, etc) tienen su origen en la estrategia de las dictaduras bolivariana y cubana.
“Estas buscan nuevamente reposicionarse, no a través de un proceso de reinstitucionalización y redemocratización, sino a través de su vieja metodología de exportar polarización y malas prácticas, pero esencialmente financiar, apoyar y promover conflicto político y social” se lee en el comunicado C-081/19 firmado por la Secretaría General de la OEA.