Ya cilantritos, les daré unos aires de esperanza.
Chile se levantará, siempre lo hemos hecho y seguirá siendo así. Somos un país que está acostumbrado a cualquier tipo de catástrofes y siempre tiramos para adelante. Lo importante es que primero se vayan todas las ratas y luego prohibirles la entrada al país de forma permanente. Como lo segundo no pasará, con lo primero es suficiente. Lo principal es que quede la gente comprometida con mejorar nuestro gris sucucho.
Muchos saben que estuve viviendo 2 años en españistán. Estuve poco activo en el forazo porque dentro de las primeras cosas que me propuse al volver fue intentar cambiar las cosas desde dentro y a los 4 días de volver, asumí como presidente del comité de copropietarios de mi condominio. Mi lógica es que si no puedo ayudar a cambiar una comunidad de casi 200 departamentos (tenemos problemas administrativos inmensos), menos podré hacer algo para ayudar al país y nos ha tocado harta pega.
Lo que he notado es que hay compromiso real de cooperar, muchos copropietarios que jamás en la vida se interesaron por ayudar, ahora están apoyando activamente. De hecho, cuando recién comenzó la contingencia nacional, me llegó la noticia que estaban haciendo rondas nocturnas para protegernos entre nosotros (ahí aun no volvía a Chile).
Por otro lado, se puede observar en las calles que los mismos dueños de locales están cooperando entre sí para proteger sus negocios y este sentido de unidad realmente me da grandes esperanzas para que seamos un país aun mejor que antes. Recuerden que por mucho que hayan bandos separados, el odio es una fuerza que une personas, sólo tenemos que saber hacia dónde enfocarlo.
Luego de cualqueir tipo de crisis viene un periodo difícil, pero recuerden a Islandia, un país muy pequeño que en el 2009 decidió castigar a todos sus banqueros destruyendo enormemente su economía, pero a costa de sacrificio y esfuerzo (donde muchos estaban obligados a tener hasta 3 trabajos para que les alcance), lograron repuntar.
No se desmotiven muchachos, vendrán tiempos difíciles, pero saldremos adelante y no gracias a los políticos, sino gracias a nosotros mismos.
Yuyuniz Navas le prohibió a su hija ir a las marchas: “Son adolescentes que uno les paga la vida, no pagan comida ni techo y andan manifestándose…” 
