El gran culpable de este “estallido social” es Sebastián Piñera, y les explicaré el porqué. Esto es algo que nadie ha dicho hasta ahora.
El fenómeno que hemos visto a partir de octubre denominado “estallido”, es consecuencia de un proceso largo y silencioso que tiene que ver con la penetración de la cultura penitenciaria en la sociedad chilena.
Este proceso, que se da naturalmente en países latinoamericanos, tuvo un importante impulso desde el año 2012 con la promulgación de la Ley 20.603, que reemplazaba las penas de cárcel por penas sustitutivas (libertad vigilada, remisión condicional, etc.). Gracias a esta Ley se hizo un “perdonazo” a un total de 15 mil reos de todo el país, los que pasaron a firmar quincenal o mensualmente. Si en esa época el universo de reos en los penales del país era de 55 mil, hoy esa cifra es de 42 mil.
Esto se planificó para no tener otro incendio de la Cárcel de San Miguel y así no tener otra responsabilidad política por muertes en las cárceles y reducir drásticamente los niveles de hacinamiento dentro de los penales. Ellos sabían que era más fácil descongestionar que construir más cárceles. De esa forma se baja la tasa de hacinamiento y se crean mejores condiciones para el manejo de los reos.
Sin embargo, nadie imaginó (no creo que haya sido una conspiración) las consecuencias que traería el dejar libres a esa enorme cantidad de reos. Seguramente habrán pensando que sería mejor dejar que se mezclaran con la sociedad, en vez de seguir aumentando la presión dentro de los recintos penitenciarios.
Seguramente a muchos de ustedes les sorprende la cantidad de delincuentes que aparecieron de un momento a otro. Este el el mayor “tiro por la culata” de la historia.
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk