forystronky
Hincha Huevas
- Registrado
- 2004/10/21
- Mensajes
- 0
El descubrimiento del MILENIO!!!
24 de abril 2003 Se completa la secuencia del genoma humano.
24 de abril 2003 Se completa la secuencia del genoma humano.
Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Nota: This feature currently requires accessing the site using the built-in Safari browser.
En el minuto 26` arranca Caszely y es derribado en el área penal de Austria, acción que el árbitro del encuentro, Cardellino de Uruguay cobra como penal, ante la euforia de la hinchada chilena.
El mismo Caszely se coloca en posición de patear (NdR: El designado a patear el penal era Gustavo Moscoso quien cedió la oportunidad tras la insistencia del delantero) y toma carrera, no se respira, nadie pestañea, y… todos gritan gooooool (antes de que remate) y de repente ven a Caszely con la cabeza gacha, y recién con un silencio sepulcral la hinchada tanto en Chile como en España comprende lo sucedido y es que el penal fue lanzado fuera.
Había caído un balde de agua fría a la selección chilena, y más sobre Carlos Caszely, que quedó destrozado y con su motivación por el suelo, el resto de dicho partido se vio a la selección nacional intentar burlar la defensa del seleccionado austríaco, pero fue infructuoso y Chile cae por la cuenta mínima.
Como parte la tradición chaquetera de Chile, la carrera de este brillante jugador apodado el “Rey del metro cuadrado” fue truncada por aquel funesto penal, olvidando que hasta los grandes jugadores de fútbol equivocan un penal.
Gladys Marín, dirigenta del Partido Comunista, fallece el domingo 6 de marzo de 2005 a la una de la mañana en su casa de Lo Cañas, en la comuna de La Florida, Santiago, tal como ella misma lo pidiese. El Gobierno de Chile declaró dos días de Duelo Oficial. A sus funerales asistieron políticos de todas las tendencias, entre ellos el Presidente Ricardo Lagos Escobar.
El 22 de enero DE 1998 llega a Cuba en una visita histórica, en la cual se reunió con el presidente Fidel Castro y logró una apertura para los católicos.
Una de las fotos más recordadas y controvertidas de la visita del Papa a Chile es la que retrata a Juan Pablo II junto general Augusto Pinochet en el balcón de La Moneda, frente a una multitud de gente que los esperaba en la Plaza de la Constitución. El hecho no simpatizó nada al círculo cercano al Pontífice, que tuvo que escuchar durante un buen tiempo cómo muchos medios europeos acusaban al Papa de legitimar el régimen represivo chileno.
Pero la aparición de Juan Pablo II con Pinochet fue el resultado de un plan astuta y cuidadosamente planeado por un altísimo colaborador del ex mandatario chileno.
Todo comenzó unos meses antes de ese 2 de abril de 1987. En medio de un desayuno, el alto asesor pinochetista comenzó a analizar con el general la mejor manera de aprovechar la visita del Papa. El objetivo era capitalizar la imagen positiva que un encuentro con Juan Pablo II daría al régimen, especialmente en el exterior.
Asesor y gobernante afinaron entonces el plan: había que lograr que el Pontífice se asomara junto a Pinochet por uno de los balcones de la Moneda que miran hacia la plaza de la Constitución, donde los esperaría una multitud de seguidores del régimen.
Junto al colaborador, y días antes del encuentro, Pinochet ensayaría -paso a paso- la estrategia para llevar al Papa hacia la ventana. Había, sin embargo, que llenar la plaza de gente. Para lograrlo, el asesor del ex mandatario acudió a la Intendencia de la Región Metropolitana y le pidió a la autoridad regional, Julio Jara Ducaud, que la mañana del 2 de abril la Plaza de la Constitución debía estar atestada de seguidores de Pinochet. Dicho y hecho. el general esperó al Papa vestido de civil y el pontífice llegó a la cita acompañado del Cardenal Juan Francisco Fresno,el secretario de Estado Vaticano Agostino Casaroli y el nuncio apostólico Angelo Sodano.
Después de la reunión que sostuvieron durante 42 minutos, el Papa y Pinochet salieron al balcón, donde los esperaban miles de personas aplaudiendo. Augusto Pinochet estaba feliz, y así bajó las escaleras de la Moneda junto al Pontífice, caminó el breve trecho hasta la capilla del palacio de gobierno y le presentó a Juan Pablo II a la entonces Primera Dama de la Nación, Lucía Hiriart.