Muy buen día,
Primero que todo, felicitaciones a todos los medios de comunicación.
Quiero expresar mi malestar en la siguiente situación:
Tengo un perrito de 18 años con 7 meses, el que por problemas de vejez se fueron acrecentando sus malestares, él tenía alzaimer entre otras cosas, ya no dormía de noche ni de día. En resumidas cuentas quisimos hacerle exámenes para ver en qué estado se encontraba y tomar la triste decisión de la eutanasia. El día 20.11.06 lo llevamos al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Chile (mi perrito tenía ficha ahí). Fue atendido por la Sub-Directora de Hospitales Clínicos Veterinarios Dra. Rosario Arredondo, a quien al momento de llevárselo a otra sala para tomar la muestra de sangre, no me dejó ni explicarle que mi perrito era muy nervioso y no se dejaba poner bozal, que por este motivo fue que lo empezamos a llevar a este hospital, el que muchos deben saber es el más caro y prestigioso en cuanto a veterinarios se refiere. Pues bien, la seguí, entré y le dije que el monito era nervioso, su reacción fue agresiva diciéndome al instante “deja hacer mi trabajo”. Yo pensé en realidad, en todo caso fue el tono y la forma en que lo dijo. Pues bien, luego de un rato subí al baño, escuché gritos de mi perrito lo que me pusieron preocupada, entré donde lo tenían supongo tratando de tomar la muestra de sangre. Al verlas me dio mucha pena por mi perrito y tener que hacerlo pasar por esos momentos de terror para él, y escuchar sus ladridos... en fin fue cuando le dije que ya estaba bueno que pensé que le podrían un sedante o algo así. La Dra. Arredondo se transformó, luego de gritarme que era su trabajo, que si yo quería que el perro la mordiera, intervino la Dra. Marta Ríos mostrándome 2 frascos sangre y diciéndome que ya se le habían tomado las muestras y que si lo prefería podía irme a otra parte, mientras la Dra. Arredondo, tiritando entera (literal) estaba enfurecida y entre gritos y todo, prácticamente me tiró a mi perrito en mis brazos... mucho después me percaté que mi perrito no tenía ni siquiera alguna parte rasurada como para tomar alguna muestra de sangre o inyectarlo. Mi madre estaba esperando en la otra sala cuando entramos, ella preguntó inocentemente “¿le pudo tomar la muestra Dra.?”... y comenzó la fiesta nuevamente, me volvió a gritar diciéndome que era su trabajo, yo tratando de calmarla diciéndole hey cálmate un poco, bájame el tonito porque a mi no vas a venir a gritar, mírate cómo tiritas... finalmente tiró el lápiz sobre la mesa y le dio órdenes a la Dra. Ríos para que terminara con nosotras, a quien traté de explicarle las otras experiencias de mi perrito en otras veterinarias, ella me dijo que no tenía por qué saber nada de eso yo plop!. Llamé al Director de Hospitales Clínicos Veterinarios Dr. Ramón Martínez quien al momento de hacerle el reclamo me dijo que no era la primera vez ni el primer reclamo que recibía para con la Dra. Arredondo, que lamentablemente necesitaba vacaciones!!!! Y que si yo no había pensado cambiarme de clínica... UHF, si yo los elegí a ellos, aparte de saber que son los más caros en Chile fue porque siempre le di lo mejor a mi perrito y por su enfermedad con mayor razón (y por malas experiencias en las demás clínicas). Le comenté que si la Dra. Arredondo me hubiera, por lo menos pedido disculpas por su reacción violenta y grosera (por decir lo menos) habría quedado más tranquila pero hasta la fecha aún sigo esperando su llamada que creo nunca será porque aparte de todo debe ser bastante orgullosa. A todo esto, a mi perrito lo tuvimos que sacrificar el día martes 21 recién pasado, lo hizo dormir el Dr. Eduardo Montoya, á quien le llamó mucho la atención los resultados de los supuestos exámenes que me hicieron llegar vía fax, ya que estos arrojaron TODO NORMAL, me dijo la Dra. Ríos, el perrito está como niño de 15. Señores, mi perrito se veía visiblemente débil y con muestras de sangre en sus defecaciones. A parte de todo, el Dr. Montoya tampoco encontró ningún lugar rasurado, lo que le extrañó sobre manera y le llamó bastante la atención, cómo podían estar tan bien los exámenes, ¿ninguna alteración?.
Necesito justicia y que esto se haga público puesto que la Sub-Directora de Hospitales Clínicos Veterinarios Dra. Rosario Arredondo y por lo que me dijo el sr. Director de Hospitales Clínicos Veterinarios Dr. Ramón Martínez no es la primera queja que recibe hacia ella. Necesito respeto y es lo que exijo y debo dejar muy en claro que ella nunca agredió a mi perrito sino fue su reacción grosera, violenta para conmigo y creo que con muchas otras personas lo habrá hecho y que seguramente los ha pasado a llevar con el histerismo que la caracteriza, eso ningún ser humano en esta tierra lo merece y menos yo y por sobretodo por la memoria de mi perrito no me quedaré callada y espero ustedes me ayuden a denunciar este tipo de atropellos.
Atte.,
Ana María Opazo
Primero que todo, felicitaciones a todos los medios de comunicación.
Quiero expresar mi malestar en la siguiente situación:
Tengo un perrito de 18 años con 7 meses, el que por problemas de vejez se fueron acrecentando sus malestares, él tenía alzaimer entre otras cosas, ya no dormía de noche ni de día. En resumidas cuentas quisimos hacerle exámenes para ver en qué estado se encontraba y tomar la triste decisión de la eutanasia. El día 20.11.06 lo llevamos al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Chile (mi perrito tenía ficha ahí). Fue atendido por la Sub-Directora de Hospitales Clínicos Veterinarios Dra. Rosario Arredondo, a quien al momento de llevárselo a otra sala para tomar la muestra de sangre, no me dejó ni explicarle que mi perrito era muy nervioso y no se dejaba poner bozal, que por este motivo fue que lo empezamos a llevar a este hospital, el que muchos deben saber es el más caro y prestigioso en cuanto a veterinarios se refiere. Pues bien, la seguí, entré y le dije que el monito era nervioso, su reacción fue agresiva diciéndome al instante “deja hacer mi trabajo”. Yo pensé en realidad, en todo caso fue el tono y la forma en que lo dijo. Pues bien, luego de un rato subí al baño, escuché gritos de mi perrito lo que me pusieron preocupada, entré donde lo tenían supongo tratando de tomar la muestra de sangre. Al verlas me dio mucha pena por mi perrito y tener que hacerlo pasar por esos momentos de terror para él, y escuchar sus ladridos... en fin fue cuando le dije que ya estaba bueno que pensé que le podrían un sedante o algo así. La Dra. Arredondo se transformó, luego de gritarme que era su trabajo, que si yo quería que el perro la mordiera, intervino la Dra. Marta Ríos mostrándome 2 frascos sangre y diciéndome que ya se le habían tomado las muestras y que si lo prefería podía irme a otra parte, mientras la Dra. Arredondo, tiritando entera (literal) estaba enfurecida y entre gritos y todo, prácticamente me tiró a mi perrito en mis brazos... mucho después me percaté que mi perrito no tenía ni siquiera alguna parte rasurada como para tomar alguna muestra de sangre o inyectarlo. Mi madre estaba esperando en la otra sala cuando entramos, ella preguntó inocentemente “¿le pudo tomar la muestra Dra.?”... y comenzó la fiesta nuevamente, me volvió a gritar diciéndome que era su trabajo, yo tratando de calmarla diciéndole hey cálmate un poco, bájame el tonito porque a mi no vas a venir a gritar, mírate cómo tiritas... finalmente tiró el lápiz sobre la mesa y le dio órdenes a la Dra. Ríos para que terminara con nosotras, a quien traté de explicarle las otras experiencias de mi perrito en otras veterinarias, ella me dijo que no tenía por qué saber nada de eso yo plop!. Llamé al Director de Hospitales Clínicos Veterinarios Dr. Ramón Martínez quien al momento de hacerle el reclamo me dijo que no era la primera vez ni el primer reclamo que recibía para con la Dra. Arredondo, que lamentablemente necesitaba vacaciones!!!! Y que si yo no había pensado cambiarme de clínica... UHF, si yo los elegí a ellos, aparte de saber que son los más caros en Chile fue porque siempre le di lo mejor a mi perrito y por su enfermedad con mayor razón (y por malas experiencias en las demás clínicas). Le comenté que si la Dra. Arredondo me hubiera, por lo menos pedido disculpas por su reacción violenta y grosera (por decir lo menos) habría quedado más tranquila pero hasta la fecha aún sigo esperando su llamada que creo nunca será porque aparte de todo debe ser bastante orgullosa. A todo esto, a mi perrito lo tuvimos que sacrificar el día martes 21 recién pasado, lo hizo dormir el Dr. Eduardo Montoya, á quien le llamó mucho la atención los resultados de los supuestos exámenes que me hicieron llegar vía fax, ya que estos arrojaron TODO NORMAL, me dijo la Dra. Ríos, el perrito está como niño de 15. Señores, mi perrito se veía visiblemente débil y con muestras de sangre en sus defecaciones. A parte de todo, el Dr. Montoya tampoco encontró ningún lugar rasurado, lo que le extrañó sobre manera y le llamó bastante la atención, cómo podían estar tan bien los exámenes, ¿ninguna alteración?.
Necesito justicia y que esto se haga público puesto que la Sub-Directora de Hospitales Clínicos Veterinarios Dra. Rosario Arredondo y por lo que me dijo el sr. Director de Hospitales Clínicos Veterinarios Dr. Ramón Martínez no es la primera queja que recibe hacia ella. Necesito respeto y es lo que exijo y debo dejar muy en claro que ella nunca agredió a mi perrito sino fue su reacción grosera, violenta para conmigo y creo que con muchas otras personas lo habrá hecho y que seguramente los ha pasado a llevar con el histerismo que la caracteriza, eso ningún ser humano en esta tierra lo merece y menos yo y por sobretodo por la memoria de mi perrito no me quedaré callada y espero ustedes me ayuden a denunciar este tipo de atropellos.
Atte.,
Ana María Opazo