El Estado es una simple matriz (adornada con palabras bonitas y anti-igonantes) para monopolizar los negocios a ciertas familias, desde Hernán Cortés hasta ahora y luego también. El huaso, el gaucho y el indígena miran y miran, se rascan la cabeza y hacen lo que los dioses del mierdo le ordenan hacer.
Bueno, hay algunos que ya compraron parcela en la luna, ojalá que nunca puedan llegar allá, porque el imperio de la propiedad cada vez llega más al hueso.