Como bien escribes, la mayoría del país apoya estas mierdas indígenas, decadentes, chatas y tercermundistas (cada vez estamos más cerca de ser Bolivia antes que Nueva Zelanda), y esto no es más que otra manifestación de ese casi 80% que votó apruebo. Estimo que no pasaría nada; solo una minoría pondría el grito en el cielo, pero con cautela porque lo más probable es que sea acallada por esa mayoría.
No sé qué pasa en Alaska, EE.UU, ni cuál es la situación de sus nativos; pero en todo lo que rodea a los mapuches chilenos hay un halo de tercermundismo, decadencia, zurdería, indigenismo chato y feo, y terrorismo paramilitar; pero, al pensar en los nativos de Alaska, ninguna de estas ideas se me vienen a la cabeza: a Alaska y sus nativos los asocio de inmediato con civilidad y pacifismo, al igual que los indígenas rusos, canadienses, fineses o noruegos (yacutus, tártaros, inuits y samis, respectivamente)