El informe despertó polémica, pero no en su país, sino en los
Estados Unidos luego de que un informe de la cadena
CBS en el cual se señalaba que
Islandia era la nación donde el
Síndrome de Down estaba cerca de desaparecer, tuviera una gran audiencia y generara controversia.
La investigación desató toda una serie de cuestionamientos por parte de grupos conservadores norteamericanos que mostraron indignación por el motivo que llevó a esa inhóspita isla superdesarrollada a prácticamente terminar con los nacimientos de bebés con ese trastorno cromosomático.
El informe original de
CBS daba cuenta de que en la actualidad, en
Islandia, sólo se registran entre uno y dos nacimientos por año con niños que padecen el síndrome. Pero esto no se explica sino desde la información que los padres poseen mucho antes del parto. El sistema de salud islandés les ofrece una serie de
test para determinar si los fetos poseen algún tipo de dificultad o si presentan alguna enfermedad genética potencial.
Entre un 80 y 85 por ciento de los padres deciden realizarse las pruebas. La mayoría, además, cuando conoce que su hijo tiene altas probabilidades de nacer con
Síndrome de Down resuelven interrumpir el embarazo abortando.
Este sistema se repite también en otros países que ven reducir su tasa de niños con diferencias cromosómicas:
Estados Unidos, Francia y
Dinamarca son algunos de los que más "progresos" realizaron en ese sentido, con el mismo tipo de instrumento:
información y aborto.
"
Bebés con Síndrome de Down todavía nacen en Islandia. Algunos de ellos no presentaban alto riesgo en nuestros estudios", indica
Hulda Hjartordottir, del
Hospital Universitario Landspitali.
Kari Stefansson, fundador de una empresa dedicada a la genética llamada
deCode Genetics, indicó: "
Entiendo que hemos básicamente erradicado, casi, el Síndrome de Down en nuestra sociedad. Es muy difícil que haya un chico con el síndrome en Islandia. No creo que haya nada malo en aspirar a tener unos niños saludables, pero cuán lejos deberíamos ir en conseguir esos objetivos es una decisión muy complicada".
En el Hospital Landspitali,
Helga Olafsdottir ofrece ayuda a las madres. "
No vemos el aborto como un asesinato. Lo vemos como algo a lo que debemos poner fin. Terminamos con una posible vida que podría tener una gran complicación… previniendo el sufrimiento del niño y de la familia. Y creo que es más visto como un derecho que como un asesinato. La vida no es blanca y negro, la vida es gris".
El informe, que tuvo amplísima audiencia en los Estados Unidos, despertó a grupos defensores de la vida. Entre ellos, fue Ted Cruz el que comandó la indignación: "
Triste verdad. Las noticias celebrando 'la terminación del 100%' de los niños con Síndrome de Down. Los niños con Síndrome de Down deben ser queridos, no terminados", indicó en su cuenta de Twitter recibiendo miles de retuits y likes.
Los índices se reducen a sólo dos nacimientos por año desde 2010. El por qué del creciente fenómeno
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