Me recuerdas mucho a mi cuando era joven.
Pero voy a darte una pequeña lección gratis.
Los hombres no buscan una mujer que los ame y sean viejitos amándose eternamente.
Ellos quieren culear, satisfacer su necesidad y después conocerte si fuiste alguien de su agrado.
Ahora si le caes bien y eres decentemente cuerda, le gustará tú compañía y buscará apoyo en ti.
No te aproveches, porque tú también puedes necesitar de ese apoyo cuando menos lo pienses.
El amor no es comprar el peluche más grande y chocolates más caros en San calentin.
Es el mutuo respeto y apoyo de ambos en un proyecto serio de vida. Un ejemplo es cuando yo llegaba muerta de frío de estudiar a casa y él me esperaba con sopa calentita.
En lo más simple está lo importante, no en lo banal que te muestra nuestra sociedad enferma
.