Léanlo y no sean tan weones mis compañeros amebas para apoyar a weones apatrias de una etnia que mira a Chile como una puta que les debe complacer en todo, hasta darles el respaldo y las bolas que no tienen para atacar a Israel, usándonos a nosotros como su escudo.
"Hay un dicho que se repite mucho en Chile: que en cada provincia hay una plaza, una iglesia, un retén de policías y un paisano. ¡Estamos metidos en todos lados!", dice a BBC Mundo
Maurice Khamis, presidente de la Federación Palestina de Chile, quien llegó en el año 1952 a Chile junto a su familia desde Palestina.
"El hecho de que en Chile el 90% de los palestinos proviene de la provincia de Belén y somos cristianos, nos hace ser organizados y unidos. Estamos todos entrelazados", agrega Khamis.
"La sangre tira"
Y así es como llegamos hasta este punto, donde en Chile algunas de las grandes fortunas llevan apellidos provenientes de pueblos cercanos a Jerusalén y se reiteran en el ámbito de la justicia, la política, la cultura y los negocios.
El impulso comercial se retrata en empresas como Parque Arauco, asociado a la
familia Said, con centros comerciales en Chile, Perú y Colombia; o el Banco de Crédito e Inversiones, fundado en 1937 por
Juan Yarur Lolas y todavía uno de los más grandes de la plaza.
La comunidad palestina también cuenta con importantes figuras políticas. Líderes de partido, senadores, diputados, alcaldes y concejales son palestinos. Sin ir más lejos, uno de los candidatos presidenciales mejor posicionados que hoy existen en este país pertenece a la comunidad:
Daniel Jadue, del Partido Comunista.
"Nosotros estamos insertos en todas las áreas de la sociedad. Mis hijos, por ejemplo, están casados con chilenos, no con personas de origen palestino. Hay una integración total", dice Maurice Khamis.
(los palestinos no se consideran chilenos a pesar que llegaron con una mano atrás y otra adelante a usufructuar de la noble labor y trabajo de los mestizos chilenos)
Aún así, según el académico Ricardo Marzuca, los palestinos "nunca se desconectaron de las sociedades de origen" lo que se explicaría en parte por la gravedad de los acontecimientos que han marcado a esta zona en las últimas décadas.
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Hubo una época en que el sentimiento palestino en Chile no era tan evidente. Pero eso cambió. Hoy se ha transparentado lo que pasa allá y se visibilizaron los problemas", dice Khamis.
"Por mucho que estemos asimilados acá, la sangre no se hace agua. La sangre tira", concluye.
Los 500 mil miembros de la comunidad palestina en Chile están siguiendo de cerca lo que está ocurriendo hoy en Gaza con la ofensiva israelí.
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