Aiako
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George 'Simply the Best'
"Era el mejor jugador del mundo". Pelé, futbolista universal y coetáneo de George Best, se deshizo en elogios hacia el extremo norirlandés el día de su muerte. Hace una década, en Londres, su vida se apagó en la cama de un hospital por culpa del alcohol. Sin embargo, el recuerdo de su elegante fútbol y de su díscolo carácter quedó presente en los homenajes que se le hicieron en Mánchester y en Belfast, sus casas.
"Me inspiró cuando era pequeño. Era un regateador que creaba momentos mágicos", confesó Diego Armando Maradona. "Me gustaría que me guardara un sitio en su equipo", aseguró Cantona, uno de los grandes '7' que el United ha tenido después de Best.
El delantero francés, Cristiano, Beckham... han sido los herederos en Old Trafford de un dorsal que adquirió dimensión planetaria en los 'red devils' gracias Best. "Era un jugador muy inteligente, uno de los mejores de todos los tiempos. Pudo haber tenido una gran vida después del fútbol. Pertenece a esa clase de futbolista que tiene orígenes modestos y fascina al público", aseguró Sir Alex Ferguson.
Best cambió el 'football'. "Llevé a este deporte de las páginas traseras de los periódicos a las portadas", confesó en sus últimos días. Regateador de calle y elegante en su juego, Best fue considerado 'El Quinto Beatle'. Un icono Pop que en Old Trafford tocaba cada semana un concierto futbolístico junto a Dennis Law y Bobby Charlton. La Santísima Trinidad que llevó a los 'Busby Babes' a conquistar la Copa de Europa en 1968 y a numerosos entorchados. El primer gran United tuvo un 'cachito' de Best.
Una vida al límite
Mezcló sus exhibiciones en el césped con sus excentricidades fuera de él. "No es cierto que me acosté con seis misses. Sólo fueron tres", aseguró jocoso. Tímido ante las cámaras, su pelo largo y sus patillas le convirtieron en una estrella más cercana a la música que al balón. Era protagonista en los tabloides y de los resúmenes de la BBC. Llevó el arte al balón (y viceversa). "Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté", soltó en una de sus más celebres frases: "En 1968 dejé el alcohol. Fueron los peores 20 minutos de mi vida". Vivió al límite, a la misma velocidad con la que dejaba atrás a sus rivales en el césped.
Con 15 años, un ojeador le descubrió en las calles de Belfast y se lo llevó a Old Trafford. "Te traigo a un genio", le escribió a Matt Busby Bob Bishop, el 'scouting' en el Ulster de los 'red devils'. Creció en su seno y fue durante 11 años un ciclón vestido de rojo. Marcó 179 goles y disputó 470 encuentros en Old Trafford con exhibiciones casi diarias. Regateaba, pasada, marcaba, combinaba, construía... Un futbolista completo que ganó el Balón de Oro en 1968 y que fue el primer gran tótem del fútbol británico. Un héroe de clase obrera, escurridizo y delgado, que en un deporte lleno de músculo y 'tackles' sobrevivió con su calidad y desparpajo.
16 equipos tras el United
Después de abandonar el United, pasó por 16 equipos en varios países antes de poner punto y final a su carrera en 1984. Con Irlanda del Norte dejó grandes partidos, pero nunca jugó un gran torneo. "Es el mejor jugador que nunca ha disputado un Mundial", aseguró Beckenbauer.
Tras el balón, continuó con sus excesos, sus líos amorosos y sus comentarios disparatados en los platos. Y no dejó la botella. Su salud fue deteriorándose (le hicieron un trasplante de hígado en 2002) y el 25 de noviembre de 2005 su vida se apagó para siempre a sus 59 años. El fútbol lloró su marcha.
Old Trafford rendirá ante el PSV un nuevo homenaje a una de sus grandes leyendas. "Fue un ídolo, un genio para varias generaciones. Siempre le recordaremos", aseguró Mata. Su fútbol impulsaba a los aficionados hasta el cielo. El aeropuerto de Belfast lleva su nombre en honor a un genio que llevó sus regates y su golpeo por encima de las nubes.
"Era el mejor jugador del mundo". Pelé, futbolista universal y coetáneo de George Best, se deshizo en elogios hacia el extremo norirlandés el día de su muerte. Hace una década, en Londres, su vida se apagó en la cama de un hospital por culpa del alcohol. Sin embargo, el recuerdo de su elegante fútbol y de su díscolo carácter quedó presente en los homenajes que se le hicieron en Mánchester y en Belfast, sus casas.
"Me inspiró cuando era pequeño. Era un regateador que creaba momentos mágicos", confesó Diego Armando Maradona. "Me gustaría que me guardara un sitio en su equipo", aseguró Cantona, uno de los grandes '7' que el United ha tenido después de Best.
El delantero francés, Cristiano, Beckham... han sido los herederos en Old Trafford de un dorsal que adquirió dimensión planetaria en los 'red devils' gracias Best. "Era un jugador muy inteligente, uno de los mejores de todos los tiempos. Pudo haber tenido una gran vida después del fútbol. Pertenece a esa clase de futbolista que tiene orígenes modestos y fascina al público", aseguró Sir Alex Ferguson.
Best cambió el 'football'. "Llevé a este deporte de las páginas traseras de los periódicos a las portadas", confesó en sus últimos días. Regateador de calle y elegante en su juego, Best fue considerado 'El Quinto Beatle'. Un icono Pop que en Old Trafford tocaba cada semana un concierto futbolístico junto a Dennis Law y Bobby Charlton. La Santísima Trinidad que llevó a los 'Busby Babes' a conquistar la Copa de Europa en 1968 y a numerosos entorchados. El primer gran United tuvo un 'cachito' de Best.
Una vida al límite
Mezcló sus exhibiciones en el césped con sus excentricidades fuera de él. "No es cierto que me acosté con seis misses. Sólo fueron tres", aseguró jocoso. Tímido ante las cámaras, su pelo largo y sus patillas le convirtieron en una estrella más cercana a la música que al balón. Era protagonista en los tabloides y de los resúmenes de la BBC. Llevó el arte al balón (y viceversa). "Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté", soltó en una de sus más celebres frases: "En 1968 dejé el alcohol. Fueron los peores 20 minutos de mi vida". Vivió al límite, a la misma velocidad con la que dejaba atrás a sus rivales en el césped.
Con 15 años, un ojeador le descubrió en las calles de Belfast y se lo llevó a Old Trafford. "Te traigo a un genio", le escribió a Matt Busby Bob Bishop, el 'scouting' en el Ulster de los 'red devils'. Creció en su seno y fue durante 11 años un ciclón vestido de rojo. Marcó 179 goles y disputó 470 encuentros en Old Trafford con exhibiciones casi diarias. Regateaba, pasada, marcaba, combinaba, construía... Un futbolista completo que ganó el Balón de Oro en 1968 y que fue el primer gran tótem del fútbol británico. Un héroe de clase obrera, escurridizo y delgado, que en un deporte lleno de músculo y 'tackles' sobrevivió con su calidad y desparpajo.
16 equipos tras el United
Después de abandonar el United, pasó por 16 equipos en varios países antes de poner punto y final a su carrera en 1984. Con Irlanda del Norte dejó grandes partidos, pero nunca jugó un gran torneo. "Es el mejor jugador que nunca ha disputado un Mundial", aseguró Beckenbauer.
Tras el balón, continuó con sus excesos, sus líos amorosos y sus comentarios disparatados en los platos. Y no dejó la botella. Su salud fue deteriorándose (le hicieron un trasplante de hígado en 2002) y el 25 de noviembre de 2005 su vida se apagó para siempre a sus 59 años. El fútbol lloró su marcha.
Old Trafford rendirá ante el PSV un nuevo homenaje a una de sus grandes leyendas. "Fue un ídolo, un genio para varias generaciones. Siempre le recordaremos", aseguró Mata. Su fútbol impulsaba a los aficionados hasta el cielo. El aeropuerto de Belfast lleva su nombre en honor a un genio que llevó sus regates y su golpeo por encima de las nubes.