Traté de buscar un tema de citas malas y no pillé asi que procedo a contar esta vergonzosa historia.
Tenía 16 en ese entonces, y había conocido a una chana de esas exquisitas.
La tendencia era que terminara siendo pareja de algún narco, ya que además de rica, era entera poblacional.
Estuve trabajándola poco, alrededor de 2 semanas y habíamos quedado en vernos después de sus clases de preuniversitario.
Cuando la fui a ver no sabía dónde esconder el pico. La hueona usaba fajas, así que tenía una figura de modelito colombiana.
Conversando bien distendidos, empezamos a hablar de su clase, su persona, y comenzamos a acercarnos más y más
Resulta que al primer contacto, toma mi mano y comienza a analizarla.
Yo dije "puta, si es de las que tiene una fijación por las uñas, cagué".
Para mi sorpresa, lo que hizo fue tantear mis nudillos.
"¿Qué chucha hermano?" pensé.
De sus labios deslizó con suavidad de verdugo lo siguiente:
"Que teni blando lo nudillo, ¿ai peleao alguna vez?"
"QUE CONCHETUMARE" pensé.
Supe en el instante que mi suerte estaba echada.
"No, nunca he tenido la necesidad de llegar a ese nivel" le contesté.
"son mui blandito. Cuando peli por primera vez se te van a endurecer"
"VIERAI LO DURA QUE LA TENGO" pensé.
"Sé que no va a pasar, no soy así de violento"
Después de ese diálogo platónico, le tomé la cintura a la petiza culiá y me la comí. La invité a un cafesito y un brownie y la fui a dejar al metro.
Tan mala cita no fue. Hoy debe estar dirigiendo una banda de narcos, alguna hueá así. Ni idea.
Me quedo con lo piante de la situación y que nunca se lo pude poner por no tener los nudillos de un VERDADERO HOMBRE.
¿Vergonzoso?
Sí, en el momento no me di cuenta pero sí.