Blog 01
En estos momentos no dispongo de mi cámara, pero puedo dar una descripción aproximada de mi trabajo. Soy fotógrafo online. Hago obras de arte. Estoy más allá de la modestia.
No puedo tomarte una fotografía ahora ni nunca, en principio porque no existes y en segundo lugar porque no estás online. Mi método consiste en explorar la red eclécticamente. Esta mañana estuve visitando la biblioteca nacional de profesores argentinos; a lo que termine de almorzar visitaré anuncios de casas en venta; y, antes de dormir, fotografiaré la sección de verduras de un supermercado noruego. En noruego herresko son zapatos de hombre y Herregud es Oh Dios mío. Pero esto es, claro, la sección de vestuario. Las verduras, como ya te dije, las visitaré más tarde.
Ciertamente me gustaría poder tomar fotografías con sonido. A veces, cuando me permito imaginarlo, compongo un archivo de audio para luego adjuntarlo a una foto. Estas fotografías sonoras son las obras más complejas que mi arte puede crear, aunque por lo general cualquiera puede hacerlo. Asimismo cualquiera puede ser fotógrafo online, una vez se descubre el oficio. Yo lo descubrí hace algunos años la tarde era la víspera de algo y yo miraba por binoculares un edificio cercano. Había poca luz y, mientras trataba de descifrar la posible esquina de un mueble, empecé a escuchar también un susurro en mis oídos. Era el viento. Y en esa combinación de esquina y susurro supe que había encontrado mi profesión.
Blog 02
Más de una vez me he visto agotado por mi trabajo. Por pretensiones que no cabe explicar mi silla de escritorio es un sillón de madera y soy demasiado vanidoso como para ocupar cojín. Intento llevar una postura recta durante mi jornada, pero las más de las veces termino fotografiando echado de lado a lado en el sillón. Cuando la fatiga es demasiada, salgo. Se me ha visto entonces en las ciudades, con una libreta, tomando notas. Tomé notas frente a un poste ladeado: TAROT PRIMERA SESIÓN GRATUITA SRA. HORTENCIA LLAMAR +569951231XX. Luego: Toma sol, bebe agua. Y más abajo alguna escritura miscelánea, ¿o tal vez ninguna? Bajo este poste dormía el Luis, puedo hablar de él más adelante.
El Luis era un vagabundo de paso hacia la capital y luego hacia el norte, hacia el desierto. Veía con un solo ojo y solo de cerca. Viajaba junto a la carretera con una bicicleta y un carro acoplado detrás. En este carro llevaba sus pertenencias y era voluminoso, en exceso, más considerando que lo tiraba por cientos de kilómetros una bicicleta, un hombre tuerto. Pero su visión espiritual era excepcional. De una autobiografía llena de tragedias no extraía ningún lamento, ningún odio, pero sí la pregunta: ¿Por qué?, ¿para qué me pasaron estas cosas? El ojo lo había perdido en una pelea, durante la época en que dormía entre travestis y prostitutas a mal venir. En algún momento o desde muy pequeño comenzó a ver ángeles o espíritus terribles. De esto no había conseguido nada más que temor, pues los ángeles en nada le servían y las gentes a quienes les contaba solo le hacían burla o desconfiaban. Lo anterior es, en cualquier caso, solo su opinión. Ocurrió también que una noche alguien intentó echarle encima tierra de un cementerio, pero por suerte el Luis la esquivó. Esta hubiera sido una gran fotografía online.
Blog 03
Avanzo como pasajero en una carretera al sur del sol. Tras una intersección nos detenemos para dejarme bajar. Camino resuelto hasta alguien 30 metros fuera, en el estacionamiento, de un mall vacío. Nos comenzamos a golpear. En ese entonces los golpes de mis sueños carecían de fuerza. Ahora, en retrospectiva, me preocupa que los golpes que me daban tampoco tenían fuerza. Sucede que con el tiempo había comenzado a enfrentar al demonio de mis pesadillas, hasta que ya había llegado al punto de no temerle, al punto de que cada vez que lo intuía, escondido detrás de una puerta, viniendo desde el fondo de un pasillo, o esperando afuera, en la noche a oscuras bajo un pino, donde sea que estuviera me lanzaba a buscarlo, a enfrentar a ese demonio de mis sueños, me le iba encima y siempre lo encontraba, aunque tuviera que abrir diez puertas, lo encontraba, y enfrentaba su aura de terror, me le lanzaba y me retorcía al enfrentarlo y nos hundíamos juntos en su sombra. Esto, que anteriormente consideraba una hazaña, ahora me preocupa. ¿Cómo es que dejé de concebir que yo podía ser dañado?
Solo ahora estoy comprendiendo mejor el miedo. Equivocadamente pensaba que el miedo era el terror, el pánico y, como yo no sentía ni terror ni pánico, pensaba que no tenía miedo. Pero el miedo es más que eso. Muchas veces, incluso, es atractivo. Y ahora me doy cuenta que he sido miedoso, sin saberlo.
Blog 4
Si no tienes problema en ser considerado un cobarde, el miedo da lo mismo. Poca gente tiene en cuenta esto. El miedo es parte del hombre, como un brazo o un pelo en la nariz. Fundamentalmente el miedo es solo un tipo de límite y los límites son, como dice el filósofo, esenciales al ser humano. Sin embargo si eres o crees ser un valiente, o si debes ser valiente, entonces es fundamental que entiendas el miedo en todas sus facetas, pues para el valiente el miedo es el demonio mismo, y se disfraza de mil formas.
