Príncipe, no dejes que esto pase piola. Anda hasta que pilles al dueño, sin que esté la chana, y dile que la weona te ha atendido como el pico siempre y a pito de nada. Lo tendrá en mente, al menos, y si se va, puedes volver rampante a la verdulería por la buena acción cometida.
Yo, a un portero de mi edificio que me miraba con cara de odio y me pedía registrarme todos los putos días, luego de estacionar el auto, fui a su caseta a decirle que qué conchatumadre le pasaba conmigo que siempre era lo mismo.
Reacción: perdón, patroncito, nunca más.
Decir las cosas con seguridad y odio, te asegura que acusen recibo, mínimo.