HuascoBajino
Plasta Culiad@
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Me llegó la sentencia del caso de un weón que no conozco, pero que trabajó donde antes yo también trabajé. Es una oficina de cobranza judicial. Al weón lo mandaron a ganarse un cliente para la oficina, pero el weón los amarró para sí mismo y se puso a trmitarles sus causas (lo que está prohibido según contrato).
Había pasado re piola el asunto hasta que la ex le pasó el soplo al empleador:
IV. ANTECEDENTES DEL DESPIDO DEL ACTOR La relación de los hechos contenida en la demanda es muy distinta de la realidad de las circunstancias que rodearon el despido del actor: El día jueves 8 de noviembre de 2018, el Gerente General Sr. Márquez se encontraba en la oficina de Cobranzas Generales de Concepción realizando su visita mensual, cuando alrededor de las 9.00 hrs., mientras se encontraba reunido con don Baeza, la secretaria le informa que tenía un llamado telefónico de doña Vanessa Becerra, quien le manifiesta ser la ex pareja del funcionario Baeza, demandante de autos, añadiendo que necesitaba contarle algo grave. Así, le informa que el Sr. Baeza tenía, a esa fecha, una oficina de abogados ubicada en calle Caupolicán 567, oficina 402, ciudad de Concepción, y que llevaba en forma particular la cobranza judicial de la cartera de la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción. Posterior a ello, y entendiendo la gravedad de lo denunciado y esperando que algo de ello no fuera efectivo, el Sr. Márquez le pide a quien tenía al teléfono que, si efectivamente era así, le enviara un correo electrónico, para exhibirlo al abogado Baeza, y constatar la veracidad de sus dichos.
Tal correo fue efectivamente recepcionado minutos más tardes y su tenor es el siguiente
Inmediatamente recepcionado este correo, se le consultó al Sr. Baeza si era efectivo lo que le indicaba su ex pareja, a lo cual sorpresivamente recibe la confirmación del demandante de autos, reconociendo que desde mayo del año 2018 estaba tramitando dicha cartera ejecutiva, y que no se había atrevido a contarle porque tenía muy claro que no podía hacerlo. En ese entonces, su empleador le manifiesta que, tal como presumía, había incurrido en varias causales de despido, primero por tener expresa prohibición en su contrato y segundo porque la cobranza ejecutiva del Sanatorio Alemán era potencial cliente de la empresa, como habían conversado reiteradas veces. Tanto así, que hace un tiempo atrás su empleador le envió un correo electrónico, pidiéndole que tomara contacto con la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción, para ofertar sus servicios como empresa de Cobranza Judicial, tal como se acreditará en la etapa procesal que corresponde. En ese entonces el demandante pide perdón, y manifiesta que no había podido rechazar la cartera, porque eran más de 500 juicios y le implicaba un incremento económico considerable. Es en tal momento que su empleador le hace presente el aumento de sueldo que había solicitado y recibido en agosto del mismo año, aún cuando ya en esa fecha llevaba 3 meses tramitando para la competencia.
Ante la nula explicación racional del demandante, quien sólo reiteraba sus disculpas, el Sr. Márquez le consulta qué opinión le merece todo esto (especialmente el haberse enterado a través de su ex polola sobre tales hechos, y no de parte del mismo trabajador), manifestándole el demandante que lo óptimo era que fuera despedido. Si bien el empleador le manifestó la posibilidad que presentara su renuncia, a fin de no perjudicarlo en el futuro, el Sr. Baeza reiteró su pretensión de esperar su carta de despido. Así, es una falsedad absoluta que en octubre haya existido conversación alguna sobre este tema, ni menos que su empleador lo haya amenazado solicitando se le entregara la cartera de Sanatorio Alemán, so consecuencias de despido. Es con tal fecha que el empleador toma conocimiento de los hechos (a través de su ex polola), y con idéntica fecha procede al despido.
[...]
A mayor abundamiento, el día del despido, a eso de las 10.05 horas del día 8 de noviembre de 2018 (día en que el empleador toma conocimiento de todo, y se produce el despido del demandante), Márquez recibe otro correo, el cual indica:
resultado: el weón demandó y perdió en el tribunal laboral. No le pagaron indemnización por años de servicio.
Había pasado re piola el asunto hasta que la ex le pasó el soplo al empleador:
IV. ANTECEDENTES DEL DESPIDO DEL ACTOR La relación de los hechos contenida en la demanda es muy distinta de la realidad de las circunstancias que rodearon el despido del actor: El día jueves 8 de noviembre de 2018, el Gerente General Sr. Márquez se encontraba en la oficina de Cobranzas Generales de Concepción realizando su visita mensual, cuando alrededor de las 9.00 hrs., mientras se encontraba reunido con don Baeza, la secretaria le informa que tenía un llamado telefónico de doña Vanessa Becerra, quien le manifiesta ser la ex pareja del funcionario Baeza, demandante de autos, añadiendo que necesitaba contarle algo grave. Así, le informa que el Sr. Baeza tenía, a esa fecha, una oficina de abogados ubicada en calle Caupolicán 567, oficina 402, ciudad de Concepción, y que llevaba en forma particular la cobranza judicial de la cartera de la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción. Posterior a ello, y entendiendo la gravedad de lo denunciado y esperando que algo de ello no fuera efectivo, el Sr. Márquez le pide a quien tenía al teléfono que, si efectivamente era así, le enviara un correo electrónico, para exhibirlo al abogado Baeza, y constatar la veracidad de sus dichos.
Tal correo fue efectivamente recepcionado minutos más tardes y su tenor es el siguiente
Inmediatamente recepcionado este correo, se le consultó al Sr. Baeza si era efectivo lo que le indicaba su ex pareja, a lo cual sorpresivamente recibe la confirmación del demandante de autos, reconociendo que desde mayo del año 2018 estaba tramitando dicha cartera ejecutiva, y que no se había atrevido a contarle porque tenía muy claro que no podía hacerlo. En ese entonces, su empleador le manifiesta que, tal como presumía, había incurrido en varias causales de despido, primero por tener expresa prohibición en su contrato y segundo porque la cobranza ejecutiva del Sanatorio Alemán era potencial cliente de la empresa, como habían conversado reiteradas veces. Tanto así, que hace un tiempo atrás su empleador le envió un correo electrónico, pidiéndole que tomara contacto con la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción, para ofertar sus servicios como empresa de Cobranza Judicial, tal como se acreditará en la etapa procesal que corresponde. En ese entonces el demandante pide perdón, y manifiesta que no había podido rechazar la cartera, porque eran más de 500 juicios y le implicaba un incremento económico considerable. Es en tal momento que su empleador le hace presente el aumento de sueldo que había solicitado y recibido en agosto del mismo año, aún cuando ya en esa fecha llevaba 3 meses tramitando para la competencia.
Ante la nula explicación racional del demandante, quien sólo reiteraba sus disculpas, el Sr. Márquez le consulta qué opinión le merece todo esto (especialmente el haberse enterado a través de su ex polola sobre tales hechos, y no de parte del mismo trabajador), manifestándole el demandante que lo óptimo era que fuera despedido. Si bien el empleador le manifestó la posibilidad que presentara su renuncia, a fin de no perjudicarlo en el futuro, el Sr. Baeza reiteró su pretensión de esperar su carta de despido. Así, es una falsedad absoluta que en octubre haya existido conversación alguna sobre este tema, ni menos que su empleador lo haya amenazado solicitando se le entregara la cartera de Sanatorio Alemán, so consecuencias de despido. Es con tal fecha que el empleador toma conocimiento de los hechos (a través de su ex polola), y con idéntica fecha procede al despido.
[...]
A mayor abundamiento, el día del despido, a eso de las 10.05 horas del día 8 de noviembre de 2018 (día en que el empleador toma conocimiento de todo, y se produce el despido del demandante), Márquez recibe otro correo, el cual indica:
resultado: el weón demandó y perdió en el tribunal laboral. No le pagaron indemnización por años de servicio.
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