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Hij@'e Puta
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El número dos de la embajada de Corea del Norte en Reino Unido desertó y viajó a Corea del Sur, convirtiéndose en el diplomático de más alta jerarquía del país comunista que se asienta en su vecino y enemigo del sur. Thae Yong Ho, quien llevaba viviendo 10 años en Reino Unido, desapareció hace algunas semanas, y ayer las autoridades surcoreanas anunciaron que ya estaba junto a su esposa e hijo “bajo la protección del gobierno de Seúl”.
La huida de Thae es un duro golpe para Pyongyang, ya que selecciona con pinzas a los diplomáticos que parten a trabajar en el extranjero, y evalúan su lealtad ideológica y están sujetos a una estrecha vigilancia. Por este motivo las defecciones de diplomáticos son muy raras. En 1997 quien era el embajador norcoreano en Egipto, Jang Seung Gil, también desertó, pero en ese caso se radicó en Estados Unidos. Para el Ministerio de Unificación de Corea del Sur, la defección de Thae es una muestra de la pérdida de confianza de una parte de la elite norcoreana.
Según el diario Joongang, uno de los más importantes de Corea del Sur, cuando la embajada norcoreana se dio cuenta de la desaparición del diplomático “trató de encontrarlo, pero al parecer no tuvo éxito”. El periódico sostuvo que Thae habría solicitado asilo a un tercer país previamente y efectuó el escape “siguiendo un minucioso plan”.
El trabajo del desertor era promover en Reino Unido una imagen favorable de su país, pero según Joongang el funcionario estaba bajo una fuerte presión y no llevaba bien su trabajo para hacer frente a las críticas de la comunidad internacional. “Para explicar su defección, el ministro Thae citó su asco por el régimen (del líder norcoreano Kim Jong-Un), su admiración por el sistema libre y democrático de Corea del Sur y el futuro de su familia”, dijo el portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano.
Las deserciones son objeto de disputas entre Corea del Sur y Corea del Norte. Seúl no siempre hace públicos los casos de más alto perfil. Pyongyang suele acusar al vecino del sur de secuestrar o de incitar a sus ciudadanos para huir. Según datos del gobierno surcoreano más de 29.000 norcoreanos se han asilado en su país desde la guerra de la península de 1950-1953.
El número de deserciones se ha reducido significativamente desde que Kim Jong Un llegó al poder por el aumento de la vigilancia y una ligera mejoría económica. Pero varios episodios de huidas se han conocido en los últimos meses, como el caso en abril de 12 meseras de un restaurante norcoreano en China o la defección de un estudiante norcoreano de 18 años, en julio, que viajó a Hong Kong para participar en un concurso internacional de matemáticas y no regresó.
Los norcoreanos que escapan a Corea del Sur pasan por un largo programa de interrogatorios de los servicios secretos, para desenmascarar a posibles espías. Durante tres meses viven en centros gubernamentales donde aprenden aspectos básicos de la vida en Corea del Sur y el capitalismo, desde cómo tomar el metro, usar teléfonos celulares o ir de compras al supermercado. Thae, quien habla fluidamente inglés, no necesitará esto último, por su larga estadía en Occidente.
La huida de Thae es un duro golpe para Pyongyang, ya que selecciona con pinzas a los diplomáticos que parten a trabajar en el extranjero, y evalúan su lealtad ideológica y están sujetos a una estrecha vigilancia. Por este motivo las defecciones de diplomáticos son muy raras. En 1997 quien era el embajador norcoreano en Egipto, Jang Seung Gil, también desertó, pero en ese caso se radicó en Estados Unidos. Para el Ministerio de Unificación de Corea del Sur, la defección de Thae es una muestra de la pérdida de confianza de una parte de la elite norcoreana.
Según el diario Joongang, uno de los más importantes de Corea del Sur, cuando la embajada norcoreana se dio cuenta de la desaparición del diplomático “trató de encontrarlo, pero al parecer no tuvo éxito”. El periódico sostuvo que Thae habría solicitado asilo a un tercer país previamente y efectuó el escape “siguiendo un minucioso plan”.
El trabajo del desertor era promover en Reino Unido una imagen favorable de su país, pero según Joongang el funcionario estaba bajo una fuerte presión y no llevaba bien su trabajo para hacer frente a las críticas de la comunidad internacional. “Para explicar su defección, el ministro Thae citó su asco por el régimen (del líder norcoreano Kim Jong-Un), su admiración por el sistema libre y democrático de Corea del Sur y el futuro de su familia”, dijo el portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano.
Las deserciones son objeto de disputas entre Corea del Sur y Corea del Norte. Seúl no siempre hace públicos los casos de más alto perfil. Pyongyang suele acusar al vecino del sur de secuestrar o de incitar a sus ciudadanos para huir. Según datos del gobierno surcoreano más de 29.000 norcoreanos se han asilado en su país desde la guerra de la península de 1950-1953.
El número de deserciones se ha reducido significativamente desde que Kim Jong Un llegó al poder por el aumento de la vigilancia y una ligera mejoría económica. Pero varios episodios de huidas se han conocido en los últimos meses, como el caso en abril de 12 meseras de un restaurante norcoreano en China o la defección de un estudiante norcoreano de 18 años, en julio, que viajó a Hong Kong para participar en un concurso internacional de matemáticas y no regresó.
Los norcoreanos que escapan a Corea del Sur pasan por un largo programa de interrogatorios de los servicios secretos, para desenmascarar a posibles espías. Durante tres meses viven en centros gubernamentales donde aprenden aspectos básicos de la vida en Corea del Sur y el capitalismo, desde cómo tomar el metro, usar teléfonos celulares o ir de compras al supermercado. Thae, quien habla fluidamente inglés, no necesitará esto último, por su larga estadía en Occidente.
comunistas , el mal del siglo xx y xxi
