No me van a creer, pero cuando estaba en la media, estaba pasando por la peor época de mi vida, pero paradójicamente, y sin hacer el más mínimo esfuerzo, hubo muchas mujeres que se fijaban en mí, e incluso algunas se acercaron para tratar de agarrar conversa. Lo máximo que logre en esa época, fue cuando venía de vuelta a mi casa, y las integrantes de un equipo de fútbol femenino - creo que era de la UC - que iban viajando en un bus, me empezaron a gritar: "mijito rico, mijito rico, lalalalalalalala". Siendo sincero, no soy feo y hago ejercicio, y con el uniforme del colegio probablemente me sacaba más partido, pero el problema fue que a mí me daba exactamente lo mismo si atraía o no a las minas, porque mi mente estaba en otra.