mozartybach
Pendej@
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La existencia comienza en forma de cigoto, en un útero, producto de un coito(en general). En este momento, un nuevo ser humano está en formación: tú. Vas creciendo hasta ser un feto, y cumplido un cierto tiempo, es momento de salir.
Sales del cuerpo de tu madre, llorando, lleno de fluidos y poniendo a prueba tus pulmones por primera vez. Ves el mundo exterior, aunque solo una parte de el, un lugar artificial en el que debes estar un cierto tiempo antes de llegar a tu verdadero hogar.
Alcanzada cierta edad(en mi caso, 3-4 años), te haces consciente de tu existencia y puedes recordar los eventos que van ocurriendo. Puedes identificar los elementos de tu entorno y formar asociaciones básicas. Comprendes que eres parte de un mundo organizado por otros, por lo que debes ser obediente y aprender.
Es el inicio de una aventura: la formación de un ser humano integral, capaz de funcionar en la sociedad de forma virtuosa y lograr el bienestar y la felicidad.
Un día, ya con un criterio formado, te haces la pregunta: ¿Qué ocurrirá después de la muerte? La religión occidental plantea el ascenso o descenso del alma, en función de tu actuar durante la vida, mientras que la oriental plantea la reencarnación en otro ser, en un loop infinito. No hay un fin concreto como lo plantea el ateísmo, su contraparte.
Comprendiendo que la vida es un ciclo que no se detendrá por tu muerte, surge la duda ¿Qué ocurrirá con la consciencia de esta vida? Intuitivamente, es una pregunta fácil de responder, pues tal como apareces en el mundo sin tener idea de quién eres y por qué estás ahí, resulta lógico pensar que la muerte es lo contrario; de ser una entidad consciente a la nada. La ciencia lo explica mediante la relación entre cerebro y mente. La religión, por su parte, no puede explicar este fenómeno de forma clara, solo ofrece dogmas que justifican la inmortalidad del alma, pero no aclaran que ocurre con los recuerdos de tu vida en el más allá, o en otras vidas.
Sales del cuerpo de tu madre, llorando, lleno de fluidos y poniendo a prueba tus pulmones por primera vez. Ves el mundo exterior, aunque solo una parte de el, un lugar artificial en el que debes estar un cierto tiempo antes de llegar a tu verdadero hogar.
Alcanzada cierta edad(en mi caso, 3-4 años), te haces consciente de tu existencia y puedes recordar los eventos que van ocurriendo. Puedes identificar los elementos de tu entorno y formar asociaciones básicas. Comprendes que eres parte de un mundo organizado por otros, por lo que debes ser obediente y aprender.
Es el inicio de una aventura: la formación de un ser humano integral, capaz de funcionar en la sociedad de forma virtuosa y lograr el bienestar y la felicidad.
Un día, ya con un criterio formado, te haces la pregunta: ¿Qué ocurrirá después de la muerte? La religión occidental plantea el ascenso o descenso del alma, en función de tu actuar durante la vida, mientras que la oriental plantea la reencarnación en otro ser, en un loop infinito. No hay un fin concreto como lo plantea el ateísmo, su contraparte.
Comprendiendo que la vida es un ciclo que no se detendrá por tu muerte, surge la duda ¿Qué ocurrirá con la consciencia de esta vida? Intuitivamente, es una pregunta fácil de responder, pues tal como apareces en el mundo sin tener idea de quién eres y por qué estás ahí, resulta lógico pensar que la muerte es lo contrario; de ser una entidad consciente a la nada. La ciencia lo explica mediante la relación entre cerebro y mente. La religión, por su parte, no puede explicar este fenómeno de forma clara, solo ofrece dogmas que justifican la inmortalidad del alma, pero no aclaran que ocurre con los recuerdos de tu vida en el más allá, o en otras vidas.
Esto último es para mi la razón de la existencia de las religiones, pues la capacidad del ser humano de cuestionarse su existencia es única en el reino animal. La creencia en la inmortalidad y el cultivo de buenos valores es lo que nos ha mantenido a lo largo de la historia, con altos y bajos, funcionando en sociedad, a pesar de todo el caos ya existente. La esperanza, la fé y la buena voluntad
¿Creen qué la religión es un producto del razonamiento humano derivado de la evolución, para generar cierta paz dentro del caos que significa vivir y ser consciente de ello?
Me parece razonable, pero:
¿Por qué el mundo es así? ¿Cómo es posible que el mecanismo de la evolución sea casi perfecto (en el sentido de la armonía y jerarquía)? Y no solo eso, también el funcionamiento de los ecosistemas, la atmósfera capaz de propiciar la vida, el sistema solar, las galaxias, el universo. Los átomos y las moléculas. Las impresionantes formas de vida que abundan en el planeta, sin contar todo lo que aún no podemos observar en el cosmos.
¿La consciencia es un don, o una maldición?
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