Hespektro
Culiad@
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Durante la Segunda Guerra Mundial, la base de la logística en Europa eran los ferrocarriles. Parte de la carga era entregada al frente de batalla por las carreteras, pero siempre mantuvo un papel de liderazgo el ferrocarril. Al tener una gran importancia para las tropas enemigas, las vias de tren eran un objetivo importante, que debía ser destruido.
Obviamente, carreteras y vías férreas, estando en territorio enemigo, eran utilizadas para transportar y abastecer a sus tropas. Por lo tanto, había una necesidad obvia de destrucción de ese recurso. La destrucción de los rieles y durmientes permitió hacer la logística militar del oponente mucho mas difícil y reducir significativamente su tasa de ocurrencia. Con el fin de acelerar la destrucción de tren ofrece equipos y maquinaria especial.
El primer destructor doméstico conocido apareció en 1915. Después del primer fracaso del ejército en el frente del imperio ruso se vio obligado a retirarse en Polonia y Galicia. No queriendo dejar los Ferrocarriles enemigos, el ejército ruso los destruyó. Inicialmente, se utilizó una carga explosiva. La explosión rompió el empate, dañado los rieles y los hizo inutilizable. Sin embargo, el trabajo era demasiado largo y difícil, y la creciente escasez de municiones no permitían destruir todo el entramado ferreo usado por el enemigo. Se requiría una nueva solución, mas simple y eficaz, y no asociada con el consumo de recursos escasos. Fue en esta situación que crearon el Gusano, que sirvió en el cuarto batallón del ferrocarril. Él fue capaz de destruír las vías sin necesidad de explosivos o cualquier munición. Para la destrucción de vías a través de este sistema, sólo necesitaba una locomotora.
Obviamente, carreteras y vías férreas, estando en territorio enemigo, eran utilizadas para transportar y abastecer a sus tropas. Por lo tanto, había una necesidad obvia de destrucción de ese recurso. La destrucción de los rieles y durmientes permitió hacer la logística militar del oponente mucho mas difícil y reducir significativamente su tasa de ocurrencia. Con el fin de acelerar la destrucción de tren ofrece equipos y maquinaria especial.
El primer destructor doméstico conocido apareció en 1915. Después del primer fracaso del ejército en el frente del imperio ruso se vio obligado a retirarse en Polonia y Galicia. No queriendo dejar los Ferrocarriles enemigos, el ejército ruso los destruyó. Inicialmente, se utilizó una carga explosiva. La explosión rompió el empate, dañado los rieles y los hizo inutilizable. Sin embargo, el trabajo era demasiado largo y difícil, y la creciente escasez de municiones no permitían destruir todo el entramado ferreo usado por el enemigo. Se requiría una nueva solución, mas simple y eficaz, y no asociada con el consumo de recursos escasos. Fue en esta situación que crearon el Gusano, que sirvió en el cuarto batallón del ferrocarril. Él fue capaz de destruír las vías sin necesidad de explosivos o cualquier munición. Para la destrucción de vías a través de este sistema, sólo necesitaba una locomotora.
