Hespektro
Culiad@
- Registrado
- 2015/05/08
- Mensajes
- 3.110
- Sexo
Lídice era un pequeño y tranquilo pueblo de la antigua Checoslovaquia hasta que los nazis invadieron ese país, de manera que la ocupación fue contrarrestada por un fuerte movimiento de resistencia... cuyos principales y más activas figuras procedían del citado pueblo.
A finales de Mayo de 1942, un alto cargo de los nazis fallece a causa de un atentado perpetrado contra él, era Reinhard Heydrich, cuya muerte vengaría Hitler costase lo que costase. Lídice se convirtió en la “cabeza de turco” con la que mostrar a la resistencia checoslovaca y de otros países, la potencia y fuerza que era capaz de utilizar el ejército nazi en caso de “desobediencia”.
Lídice, destruida, imagen de 1942.
De todas las operaciones de venganza, la más conocida es la ocurrida el 10 de junio. Ese día, fuerzas de seguridad alemanas rodearon el poblado de Lídice, cerrando todas las salidas. Este pueblo fue escogido por ser uno de los más activos en contra de la ocupación nazi, y de allí procedía una gran cantidad de partisanos que se unieron a la resistencia. Al entrar al pueblo toda la población fue sacada de sus casas, separando a todos los hombres mayores de 15 años y llevándolos a un granero. Al día siguiente fueron fusilados. Otros 19 hombres y 7 mujeres que trabajaban en una mina cercana fueron llevados a Praga y también ejecutados. Las mujeres y niños restantes fueron enviados al campo de concentración de Ravensbrück, donde la cuarta parte de ellos murió en las cámaras de gas o a causa de los trabajos forzados. Los niños, por su parte, fueron llevados al gueto de la calle Gneisenau en Lódź (actual polonia), donde fueron separados con criterios raciales. Los que podrían ser objeto de "arianización" fueron enviados a Alemania, mientras que los 82 restantes fueron asesinados en el campo de exterminio de Chelmno. El poblado fue destruido y totalmente arrasado. Un documental original, realizado por los soldados alemanes, ha sobrevivido como testimonio de la masacre.
Ejecución de inocentes en Lídice.
En total, 340 habitantes del pueblo fueron asesinados (192 hombres, 60 mujeres y 88 niños). Lo mismo le sucedió a otro pequeño poblado llamado Lezáky dos semanas después: los hombres asesinados, las mujeres enviadas a los campos de concentración y los niños "arianizados" o enviados a las cámaras de gas. El resultado final de la represión por la muerte de Heydrich fue de 1.300 personas, entre partisanos, altos dirigentes checos y víctimas circunstanciales, como los habitantes de Lídice.
Esta venganza se saldó por tanto con la destrucción total del pueblo (al parecer, incluso Hitler acabó imprimiendo nuevos mapas de la zona donde ya no aparecía el mismo), así como con la vida de la mayor parte de la población, alrededor de 350 personas en total.
Monumento a los niños de Lídice.
No fue, sin embargo, el único lugar que sufrió tal represión por la muerte del dirigente nazi, otros lugares también fueron saqueados y parte de los habitantes de éstos asesinados, pero sin duda, Lídice fue el que peor parte se llevó, convirtiéndose pronto en un símbolo de la resistencia contra los nazis.
Memorial dedicado a las víctimas de la masacre.
Pese a haber sido completamente destruido, el pueblo fue reconstruido en 1949. El pueblo se levanta en un área contigua a la original, donde existe un gran parque-monumento en memoria de las víctimas. La villa de Lezáky no fue reconstruida, y sólo existe un monumento.
A finales de Mayo de 1942, un alto cargo de los nazis fallece a causa de un atentado perpetrado contra él, era Reinhard Heydrich, cuya muerte vengaría Hitler costase lo que costase. Lídice se convirtió en la “cabeza de turco” con la que mostrar a la resistencia checoslovaca y de otros países, la potencia y fuerza que era capaz de utilizar el ejército nazi en caso de “desobediencia”.
Lídice, destruida, imagen de 1942.
De todas las operaciones de venganza, la más conocida es la ocurrida el 10 de junio. Ese día, fuerzas de seguridad alemanas rodearon el poblado de Lídice, cerrando todas las salidas. Este pueblo fue escogido por ser uno de los más activos en contra de la ocupación nazi, y de allí procedía una gran cantidad de partisanos que se unieron a la resistencia. Al entrar al pueblo toda la población fue sacada de sus casas, separando a todos los hombres mayores de 15 años y llevándolos a un granero. Al día siguiente fueron fusilados. Otros 19 hombres y 7 mujeres que trabajaban en una mina cercana fueron llevados a Praga y también ejecutados. Las mujeres y niños restantes fueron enviados al campo de concentración de Ravensbrück, donde la cuarta parte de ellos murió en las cámaras de gas o a causa de los trabajos forzados. Los niños, por su parte, fueron llevados al gueto de la calle Gneisenau en Lódź (actual polonia), donde fueron separados con criterios raciales. Los que podrían ser objeto de "arianización" fueron enviados a Alemania, mientras que los 82 restantes fueron asesinados en el campo de exterminio de Chelmno. El poblado fue destruido y totalmente arrasado. Un documental original, realizado por los soldados alemanes, ha sobrevivido como testimonio de la masacre.
Ejecución de inocentes en Lídice.
En total, 340 habitantes del pueblo fueron asesinados (192 hombres, 60 mujeres y 88 niños). Lo mismo le sucedió a otro pequeño poblado llamado Lezáky dos semanas después: los hombres asesinados, las mujeres enviadas a los campos de concentración y los niños "arianizados" o enviados a las cámaras de gas. El resultado final de la represión por la muerte de Heydrich fue de 1.300 personas, entre partisanos, altos dirigentes checos y víctimas circunstanciales, como los habitantes de Lídice.
Esta venganza se saldó por tanto con la destrucción total del pueblo (al parecer, incluso Hitler acabó imprimiendo nuevos mapas de la zona donde ya no aparecía el mismo), así como con la vida de la mayor parte de la población, alrededor de 350 personas en total.
Monumento a los niños de Lídice.
No fue, sin embargo, el único lugar que sufrió tal represión por la muerte del dirigente nazi, otros lugares también fueron saqueados y parte de los habitantes de éstos asesinados, pero sin duda, Lídice fue el que peor parte se llevó, convirtiéndose pronto en un símbolo de la resistencia contra los nazis.
Memorial dedicado a las víctimas de la masacre.
Pese a haber sido completamente destruido, el pueblo fue reconstruido en 1949. El pueblo se levanta en un área contigua a la original, donde existe un gran parque-monumento en memoria de las víctimas. La villa de Lezáky no fue reconstruida, y sólo existe un monumento.